El partido "La Libertad Avanza" proclama a los cuatro vientos el avance de la libertad. Sin embargo, una mirada crítica a la realidad argentina actual revela una verdad ineludible: la libertad, bajo el discurso de Javier Milei, no solo no avanza, sino que se encuentra estancada, incluso retrocediendo.
¿Avanza la libertad? La pregunta, en este contexto, es puramente retórica. El programa económico propuesto por Milei, con sus promesas de desregulación radical y dolarización, no garantiza un aumento de la libertad para todos los argentinos. Al contrario, la eliminación de las protecciones sociales y los controles existentes podría dejar a los sectores más vulnerables expuestos a la voracidad del mercado, acentuando la desigualdad y la precariedad.
¿Libertad para quién? Para los que ya la poseen, para los que pueden sobrevivir en un sistema sin redes de seguridad. Para el resto, es solo una promesa vacía porque solo tienen libertad para ser más pobres, desempleados, y menos educados. La retórica individualista de Milei, que promueve y exalta ventajas empresariales desmedidas ignora la complejidad de la sociedad argentina. La libertad no es solo la ausencia de restricciones, sino también la garantía de condiciones mínimas para una vida digna. Un mercado desatado, sin regulaciones ni protecciones, no genera libertad, sino anarquía y desigualdad.
¿Hay libertad para decir lo que uno piensa? La libertad de expresión, tan cacareada por Milei, se ve amenazada por la polarización extrema que él mismo fomenta. Un discurso agresivo y confrontativo, que descalifica a quienes no comparten sus ideas, no promueve el debate plural y constructivo, sino la intolerancia y la división. La libertad de expresión, en este contexto, se convierte en un arma antojadiza, utilizada para silenciar voces disidentes.
En conclusión, la libertad, bajo el liderazgo de Javier Milei, NO AVANZA. Sus promesas son un espejismo, una falsa aurora que oculta una realidad inflexible: la profundización de la desigualdad, la fragilidad de las instituciones y la amenaza a los derechos fundamentales de los argentinos. El discurso de "La Libertad Avanza" es una falacia que debe ser desenmascarada. La realidad, en cambio, permanece inamovible: la libertad, para la mayoría de los argentinos, sigue siendo una promesa incumplida.
(*) Marcelo Peretta, Doctor en Farmacia y Bioquímica, UBA
X @MarceloPeretta | IG @marcelodanielperetta