OPINIóN
Intensamente

La envidia en el diván de los acusados

El éxito de la serie Envidiosa, difundida en la plataforma Netflix, valida preguntarse si este sentimiento que carga con tanta mala prensa, debería borrarse, superarse o convalidarse. ¿Es incorrecto apenarse por lo que no se tiene?

Netflix confirmó que Envidiosa tendrá una segunda entrega: cuándo estrenará en la plataforma
Netflix confirmó que Envidiosa tendrá una segunda entrega: cuándo estrenará en la plataforma | Netflix

Envidiosa, la serie de Adrián Suar protagonizada por Griselda Siciliani y  Esteban Lamothe, nos invita a reflexionar sobre un sentimiento con mala prensa

El argumento sitúa a Vicky (Siciliani) como una mujer que envidia a sus amigas que se casan antes que ella. Es una mujer que vive su vida a partir de desear lo que tienen las personas que la rodean; específicamente, mujeres.

Pero ¿por qué la serie se ha vuelto tan exitosa?. ¿Será que el personaje de Vicky produce identificación en el público? O mejor, ¿será que todas tenemos algo de Vicky? 

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Lo cierto es que a partir de la primera temporada de la serie, en casi cualquier mesa donde se reúnen más de dos mujeres sale a relucir el tema de la envidia. 

Muchas, hasta se atreven a confesar que se sienten identificadas con el personaje de Griselda Siciliani.

La verdadera historia detrás del personaje de Griselda Siciliani en Envidiosa, la serie éxito de Netflix

Comencemos por definir qué es la envidia. La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.

Aristóteles definió la envidia como el dolor ante la visión de la buena fortuna de otro, provocado por aquellos que tienen lo que nosotros debemos tener

Pero según la psicología evolucionista, la envidia sería una emoción que nos motiva a mejorar, y de ahí su lógica en el mejoramiento de la evolución.

La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee"

Ese enfoque es muy cierto. La envidia es una oportunidad y un infierno a la vez. Es un efecto del mecanismo de la identificación, acción ineludible para la subjetivación humana. 

Los celos son primos hermanos de la envidia. Estos se generan por el temor de perder algo que sentimos como propio. Ambas son emociones secundarias, aprendidas a través de nuestra interacción social. 

Griselda Siciliani: “La serie tiene al elenco de mis sueños”

Pero existe algo superador que es el deseo, entendido como anhelo o meta, que nos permite darle un sentido a nuestra vida. Estar saludables, vivir en paz, tener amigos, ayudar al prójimo. 

¿Necesitamos un diagnóstico o un tratamiento contra la envidia? Los diagnósticos y tratamientos frente a un paciente que manifiesta tristeza por el bien ajeno son válidos a condición de que no pretendan suprimir afectos naturales del ser humano. Menos aún pretender dominar a través de nominación y control las emociones que nos caracterizan. 

En este sentido, es preferible un buen problema que una solución mágica o de costos irreversibles. Las personas pueden sentir, sufrir y aprovechar esa emoción para superarse. 

*Psicólogo UBA (M.N: 41347) y escritor