OPINIóN
¿Manipulación?

La ciencia se pregunta si es posible fabricar súper atletas

Varios estudios genéticos indagan si existen vínculos entre el rendimiento deportivo y las características físicas y fisiológicas grabadas en el ADN celular. Si así fuera, fuerza, resistencia, capacidad aeróbica o la propensión a lesionarse podrían marcar el destino deportivo.

Simone Biles
El debut Simone Biles en París 2024 | EFE

En los últimos años, ha habido un crecimiento notable en la investigación sobre las asociaciones entre nuestro ADN y el rendimiento deportivo. Los análisis genéticos relacionados con el rendimiento deportivo se centran en identificar variantes genéticas que pueden influir en las características físicas y fisiológicas de una persona, y potencialmente en su rendimiento atlético

Estos tests buscan identificar variantes genéticas asociadas con diferentes aspectos del rendimiento, como la resistencia, la fuerza, la capacidad aeróbica, la respuesta al entrenamiento, la propensión a lesiones, entre otros. Al mismo tiempo cientos de estudios han relacionado nuestro ADN a la capacidad de generar micronutrientes, de asimilarlos de los alimentos y aprovecharlos para generar energía para nuestros organismos. ¿Es posible utilizar entonces la información genética para mejorar la actividad física? ¿Se puede elegir qué deporte hacer en base a nuestro ADN? ¿Vamos camino a los super atletas con la genética? 

Los tests genéticos de saliva en casa se han vuelto cada vez más populares debido a su facilidad de uso y conveniencia. Estos tests permiten a las personas obtener información personalizada sobre su genética relacionada con la dieta y el deporte desde la comodidad de su hogar. Al simplemente proporcionar una muestra de saliva, se puede acceder a un análisis genético completo que revela información sobre cómo el cuerpo procesa los nutrientes, cómo puede responder al ejercicio físico y qué tipo de dieta puede ser más adecuada para cada individuo. 

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Así, los tests genéticos de saliva en casa han facilitado el acceso a información valiosa para mejorar el rendimiento deportivo y optimizar la alimentación de una manera más personalizada y efectiva.

Si bien la investigación en este campo es extensa, ha habido importantes avances y se ha logrado un mayor entendimiento, aún existen algunos debates y controversias en torno a la magnitud del efecto de la genética en el rendimiento deportivo. 

Un análisis genético completo  revela información sobre cómo el cuerpo procesa los nutrientes, cómo puede responder al ejercicio físico y qué tipo de dieta puede ser más adecuada para cada individuo"

Por un lado, es emocionante descubrir cómo los atributos heredables pueden influir y potenciar el éxito en el deporte. En este sentido se ha demostrado que, a través de un entrenamiento adecuado y una dieta adecuada, es posible superar las limitaciones de nuestra genética. Por el otro lado, todavía falta mucho por descubrir y el rendimiento deportivo depende de muchos factores genéticos que dificultan determinar fácilmente qué entrenamiento o deporte hacer en base a los genes propios. 

La ciencia se pregunta

Las lesiones más frecuentes al realizar deporte, tanto en la vida diaria como durante la actividad física, son las que afectan a los ligamentos y tendones (como el ligamento cruzado anterior, tendón de Aquiles o los tendones del manguito rotador). 

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En el riesgo de sufrir estas lesiones intervienen factores ambientales (como la actividad que se realiza, el nivel de entrenamiento, la nutrición) y factores genéticos que se asocian a diferencias en la composición y flexibilidad de ligamentos y tendones. Hay variantes genéticas que generan mayor riesgo de rupturas de ligamentos, especialmente el ligamento cruzado anterior en la rodilla. Conocer esta información es importante para personalizar tu entrenamiento e implementar conductas preventivas para reducir el riesgo de lesiones.

Hay variantes genéticas que generan mayor riesgo de rupturas de ligamentos, especialmente el ligamento cruzado anterior en la rodilla"

El gen COL1A1 está involucrado en generar el colágeno tipo 1, que es la forma de colágeno más abundante en el cuerpo humano. El colágeno es una familia de proteínas que fortalecen y dan soporte a varios tejidos del cuerpo, incluyendo huesos, cartílagos, tendones y piel. Variaciones en el gen COL1A1 regulan nuestro riesgo de ruptura de tendones. En este sentido Es muy importante evitar movimientos repetitivos y bruscos, y elongar al menos 30 segundos cada grupo muscular después de entrenar.

Una lesión muy común es la rotura del tendón de Aquiles. El tendón de Aquiles es el de mayor longitud y uno de los más potentes del organismo, conectando el músculo de la pantorrilla al hueso del talón del pie, permitiendo la flexión plantar. Esta patología suele estar provocada por un uso excesivo y es una lesión relativamente frecuente en los deportes que requieren correr y saltar. La tensión repetida sobre el tendón hace que se produzcan daños microscópicos. Hay variantes genéticas que confieren riesgo importante de tener esta lesión. La metaloproteinasa de matriz 3 (MMP3) es un mediador de la remodelación de la matriz extracelular y un locus de susceptibilidad propuesto en el perfil genético de las lesiones musculoesqueléticas de los tejidos blandos. Las variantes dentro del gen MMP3 están asociadas con lesiones del tendón de Aquiles.

Fabricar súper atletas

Ser un atleta depende de muchos factores, pero hoy sabemos que una buena parte de nuestra capacidad de hacer deporte la traemos al nacer y está escrita en nuestro ADN. Poder conocerlo nos permite orientar nuestra actividad física. Nuestros músculos se componen de tres tipos principales de fibras, fibras de contracción lenta, intermedias y de contracción rápida. El tipo de fibra muscular viene determinado por nuestros genes y conocer el predominio de cada tipo fibra en cada persona nos permite obtener una ventaja relativa sobre los deportes que tal vez más nos convenga desarrollar o practicar. 

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De esta manera las personas que posean un alto porcentaje de fibras lentas podrían tener ventajas en actividades vinculadas con la resistencia, como, por ejemplo, triatlón, running, o natación de aguas abiertas. 

Quienes posean mayor predominio de fibras intermedias, que tienen capacidad aeróbica suficiente para resistir a la fatiga durante varios minutos, tendrán mayor aptitud para los deportes de esfuerzo intermitente o de conjunto, como puede ser el hockey, rugby, fútbol y básquet. 

Quienes posean en cambio un mayor predominio de fibras rápidas, se verán beneficiados en la realización de actividades breves y explosivas, vinculadas con la velocidad, como por ejemplo carreras de velocidad, pruebas de atletismo o lanzamientos y levantamiento de pesas

El gen ACTN3 contiene instrucciones para producir alfa-actinina-3, una proteína que se encuentra en ciertos tipos de fibras musculares de contracción rápida. Esta proteína se ha conservado durante la evolución, pero algunas personas tienen una variante no funcional del gen ACTN3 y no producen la proteína. 

Personas con la variante funcional en las dos copias del gen tienen predominancia de fibras rápidas, demostrando mayor habilidad para deportes de potencia; mientras que la variante no funcional se encuentra en fibras lentas, que se asocian con menor rendimiento en este tipo de actividades. La variante no funcional se observa en homocigosis en el 2% de los caucásicos, y la mayoría de los atletas de élite que han sido estudiados tienen la variante funcional ACTN3 y producen esta proteína correctamente. Es por esto que se asocia de esta manera. 

A la hora de evaluar el rendimiento deportivo entran en juego diversos factores como el entrenamiento físico, la nutrición y el apoyo tecnológico, y por supuesto que nuestros genes también presentan un rol importante. Según estudios, se calcula que los factores genéticos podrían explicar alrededor del 66% de la diferencia del estado atlético entre las personas. 

El organismo recurre a los hidratos y las grasas como fuente principal de energía, junto con la utilización de oxígeno. La genética influye en la eficacia con la que procesamos los nutrientes y obtenemos energía, y a esta capacidad se la denomina rendimiento energético. Nuestros genes pueden entonces influir en la forma en que obtenemos energía de los nutrientes, y afectar directamente nuestra capacidad atlética. 

La manipulación genética ha generado preocupaciones éticas y sociales. ¿Qué pasa si los atletas se sienten tentados de usar CRISPR para cambiar su ADN para mejorar su rendimiento?"

Hoy eso es posible y puede ocurrir si existen científicos dispuestos a hacerlo y atletas a pagarlos. Los resultados todavía son una incógnita, y hay muchos desafíos tecnológicos y éticos. Es importante saber que CRISPR puede cometer errores y hay chances de afectar al atleta y generar resultados terribles.

El gen PPARGC1A se expresa predominantemente en tejidos con alta actividad metabólica, la mayoría de los cuales son ricos en mitocondrias. Estos incluyen corazón, músculo esquelético (durante el ejercicio), grasa parda, riñón, hígado y cerebro, y otros tejidos de baja actividad metabólica como el tejido adiposo blanco. PPARGC1A controla transitoriamente el transporte de glucosa, la oxidación de lípidos y glucosa y modula de forma crónica la capacidad oxidativa del músculo. Variantes en este gen están asociados a una mayor o menor capacidad atlética.

¿El dopaje genético es posible?

Hoy gracias a CRISPR, la herramienta más prometedora en la edición de genes y que ha causado un gran revuelo en la biotecnología y la medicina, los científicos pueden cortar, pegar y modificar genes con una precisión sin precedentes, lo que abre la puerta a la cura de enfermedades genéticas que alguna vez parecían imposibles. 

Pero claramente hay preocupaciones y un posible lado oscuro: la manipulación genética ha generado preocupaciones éticas y sociales, incluyendo el temor a la creación de "bebés diseñados". ¿Qué pasa si los atletas se sienten tentados de usar CRISPR para cambiar su ADN para mejorar su rendimiento? 

Hoy eso es posible y puede ocurrir si existen científicos dispuestos a hacerlo y atletas a pagarlos. Los resultados todavía son una incógnita, y hay muchos desafíos tecnológicos y éticos. Es importante saber que CRISPR puede cometer errores y hay chances de afectar al atleta y generar resultados terribles. Todavía no tenemos 100% claro qué manipular genéticamente para lograr resultados precisos. Sin embargo, algunos piensan que más vale prevenir y ya se están probando formas de detectar si hay dopaje genético.

*Asesor científico de la Especialización en Bioinformática del Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico (IUDPT) y CSO de Bitgenia/Gen360