La tecnología ha tenido un rol generalmente perverso en el discurso político: la enajenación en su consideración de los que repiten sin culpa que "de esto no sé nada", las ventajas que sacan los supuestos "expertos", médicos brujos que les dicen a los que no saben que son ellos los que saben, la sacralidad incontrastable con la que algunos políticos y periodistas tratan a la ciencia y a la tecnología, la fascinación -inducida y comprensible a la vez- por lo tecnológico, los negocios que se hacen en nombre del progreso tecnológico, constituyen algunas de esas causas concurrentes.
Los intentos por modificar este equívoco tratamiento de los procesos tecnológicos han encontrado su principal escollo en lo que el francés Sadin denomina "la zona de confort", cuyo abandono por razones tan variadas como causas existentes, provocan la incomodidad de muchos.
Esa situación comienza a modificarse con la irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa, que nos obliga a corrernos de nuestras zonas de confort y a hacernos preguntas para las que no existen respuestas ciertas (la estafa de $LIBRA es un ejemplo reciente).
Una sombra de incertidumbre oscurece la convicción de un brillante futuro montado en el progreso tecnológico irrestricto. Desaparición del trabajo, crisis ambiental, concentración económica y financiera, gobiernos represivos, pobreza generalizada, conflictividad bélica creciente. La tecnología que privilegia la ganancia como único factor es una de las principales causas del agotamiento del sistema imperante. "Tecnología de avanzada" es el eufemismo que describe el acto de subirse a un tren que marcha a toda velocidad hacia el precipicio.
Desde Grecia, el economista Varoufakis habla de tecnofeudalismo. El premio Nobel de Economía Acemoglu propone humanizar a la inteligencia artificial. El papa Francisco advierte a los líderes del G7 y a todos nosotros: "El paradigma tecnológico encarnado por la inteligencia artificial corre el riesgo de dar paso a un paradigma mucho más peligroso, que ya he identificado con el nombre de ‘paradigma tecnocrático’ ”.
En su libro El Fin De La Realidad recientemente publicado en español por la Universidad Nacional de Avellaneda, el norteamericano Jonathan Taplin nos describe detalladamente el futuro distópico con el que Elon Musk, Mark Zuckerberg y el resto de multimillonarios tecnocráticos se aproximan -Trump mediante- a su objetivo de gobernar al mundo.
Resulta imprescindible retomar nuestro propio concepto de desarrollo tecnológico y terminar con la aceptación acrítica y pasiva de los desarrollos tecnológicos que consolidan el globalismo tecnocrático. Los argentinos contamos con una definición extraordinaria de tecnología, que la describe como "la inteligencia, el conocimiento, la creatividad, la habilidad y el arte que la Humanidad utiliza para pensar, diseñar, construir, utilizar y perfeccionar o desechar artefactos y artificios". Utilizar, perfeccionar o desechar.
Entender que no toda innovación es beneficiosa y que no existe un solo camino para el desarrollo tecnológico. Tener el conocimiento y la capacidad para discernir cuando una innovación es beneficiosa y cuándo debe ser desechada, porque perjudica nuestra calidad de vida y/o perjudica la salud de nuestra casa común, el planeta en el que vivimos. En otras palabras, existe un desarrollo tecnológico conveniente y otro que no lo es.
Misión: tecnología conveniente
La importancia del cambio generado a partir del impacto tecnológico en las sociedades ha abierto interrogantes que necesitan respuestas que sean fundamentadas y que despierten credibilidad en quienes las produzcan. Características que no parecen fáciles de lograr en un momento histórico de cuestionamiento de las representatividades vigentes.
Teniendo en cuenta esa dificultad, resulta interesante analizar las características y objetivos del movimiento denominado Misión: Tecnología Conveniente, que en el sitio tecnologiaconveniente.com.ar se presenta con seis cortos videos que dan cuenta de las razones que impulsaron su creación: "Hace diez mil años, nuestros antepasados cazadores-recolectores dejaron atrás el nomadismo y se transformaron en agricultores. Mucho más acá, la revolución industrial parió fábricas que los transformaron en obreros o en patrones y que determinó una organización social que llega hasta nuestros días.
Ambos procesos tuvieron un mismo elemento fundante: el conocimiento y el desarrollo de las tecnologías que posibilitaron los cambios que modificaron profundamente el destino de la especie. La Humanidad transita hoy por un nuevo proceso revolucionario de consecuencias imprevisibles. Las ideas vigentes no alcanzan para interpretar una realidad que se complejiza, acelera exponencialmente sus procesos de cambio y pone en riesgo la continuidad misma de la especie y de la vida en nuestro planeta. Entonces nos preguntamos: ¿Cómo ayudar a instalar la importancia que tiene el desarrollo tecnológico para nuestra vida, la de nuestros seres queridos, nuestra sociedad y la Humanidad toda? ¿De qué manera podemos contribuir a corregir el camino al futuro distópico al que nos llevan los falsos dioses de la tecnocracia? ¿Cómo organizar la frustración para transformarla en esperanza?"
La Misión: Tecnología Conveniente plantea organizarse "con la alegría como hábito y la esperanza como virtud", sosteniendo a la Tecnología Conveniente como el objetivo compartido por todos sus miembros, "independientemente del camino que hayamos recorrido y de las opiniones que portemos". Y aclara: "Como el hornero, elegimos la Tecnología Conveniente para honrar la vida que hemos recibido".
Propone construir un futuro diferente al de "la distopía tecnocrática" a través de un camino "iluminado por Laudato SI, la Tecnología Conveniente, el respeto por la Casa Común , la Justicia Social sostenida desde la Educación, la Memoria y la Identidad Nacional, y la acción de Estados Eficaces organizados con la legitimidad que brinda la plena Representatividad Social".
La existencia de un movimiento social transversal que plantee la batalla cultural desde una perspectiva tecnológica y convoque desde el concepto de Tecnología Conveniente resulta una experiencia interesante en la búsqueda de formas de expresión novedosas que intenten -más allá de cómo les vaya- transmitir y multiplicar su convicción de que "al final de este camino, nos esperará, triunfante, la esperanza de un futuro con trabajo y con alegría por vivir".
*Presidente de la Asociación Civil Infoworkers