Vivimos un mundo de cambios acelerados, donde coexisten grandes desigualdades sociales y económicas con múltiples transformaciones tecnológicas que generan cambios en la sociedad y el mundo laboral.
En este contexto el acceso a los saberes y habilidad para desempeñarse en el mundo digital son claves para asegurar el desarrollo integral de los adultos y de las niñas, los niños y adolescentes. No se limita únicamente a la capacidad de utilizar dispositivos electrónicos, sino que abarca un conjunto de conocimientos y habilidades que les permiten navegar de manera segura y efectiva en el mundo digital, entre ellas la capacidad de buscar, evaluar y utilizar información de manera crítica, identificar riesgos y hacer uso del potencial de las tecnologías para el desarrollo de nuevos aprendizajes, entretenimiento, información y acceso a bienes culturales, sociales y económicos, así como aprender de los nuevos lenguajes para comunicarse, socializar y colaborar en línea.
Se evidencian importantes avances en la expansión del acceso a medios digitales y conexión a Internet, gracias a la conectividad móvil con el celular (CEPAL, 2025). Sin embargo, en América Latina, la brecha digital sigue siendo un desafío si se considera el acceso a computadoras, ámbito de residencia y nivel socioeconómico.
En Argentina, el acceso a internet en el hogar es 76% y llega al 89% si se considera los que acceden vía celular, pero con grandes desigualdades entre provincias y al interior de ellas y por ámbito de residencia (CENSO-INDEC, 2022). Entre los niños de 4 a 12 años, los usuarios de computadoras llegan al 30% y solo alcanza a la mitad de los adolescentes de 13 a 17 años (EPH-INDEC, 2023).
Uno de los principales retos es garantizar que todas las niñas, niños y adolescentes tengan acceso a dispositivos y a una conexión a internet de calidad. Sin este acceso, la alfabetización digital se convierte en un privilegio de pocos, en lugar de un derecho universal. Además, es fundamental que las escuelas cuenten con los recursos necesarios para integrar la tecnología en el currículo de manera efectiva asegurando que éstas y los equipos de dirección y docentes tengan las habilidades necesariasy puedan contribuir a la alfabetización digital de los estudiantes.
Los riesgos asociados a la falta de alfabetización digital son numerosos. La exposición a contenidos inapropiados, al ciberacoso y la desinformación son solo algunos de los peligros que enfrentan los jóvenes en el entorno digital. Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2020) evidencia que el acceso y uso de internet de niñas y los niños en la región es alto, aunque se advierten que muchos de ellos carecen de las habilidades necesarias para identificar información falsa o peligros.
Sin bien es cierto que las chicas y los chicos nacieron en un mundo altamente conectado,en el que las pantallas están presentes en sus diversos espacios y rutinas, no se encuentran ajenos a los desafíos que presenta el mundo digital, diseñado mayoritariamente para el mundo de adultos.
Sin embargo, un entorno digital bien gestionado puede ser una herramienta poderosa para el aprendizaje y el desarrollo personal. Las y los jóvenes pueden acceder a recursos educativos, participar en comunidades de aprendizajes federales, globales y desarrollar habilidades que serán esenciales en el mercado del trabajo en el futuro.
Aprovechemos la conmemoración en este mes del Día de la alfabetización digital y redoblemos el compromiso paracerrar la brecha en el acceso a computadoras, a conectividad de calidad ya los saberes fundamentales como la lectura, escritura,matemáticas,el desarrollo de la autonomía y elpensamiento crítico. Se trata de condicionesclave para tener las herramientas necesariasque les permitana chicas y chicos prosperaren el mundo de hoy y de mañana.
*Especialista en Educación de UNICEF Argentina