OPINIóN
Miente que algo quedará

Irracionalismo, pseudología fantástica y negación

La “edad de la mentira” es muy antigua, pero desde Hitler hasta el terrorismo actual, la humanidad la padece como sociopatía, misoginia, antisemitismo, mitomanía, etnocidio, “síndrome del avestruz”, etc. La negación de información fidedigna deriva en la ilógica adopción de conductas irracionales. Qué opina un especialista.

Hitler y Milei 20230912
Autoritarismo, Hitler y más. | shutterstock

El tiempo de las verdades plurales ha terminado…De la misma manera que existió una Edad del bronce ahora vivimos la Edad de la Mentira Universal, nunca se mintió tanto. Los medios de comunicación retuercen, según sus intereses, la información de una ya difícil realidad hasta convertirla en otra cosa (José Saramago)

Amos Tversky, el laureado Daniel Kahneman y Dan Ariely entre otros, definieron para Economía del comportamiento, los efectos psicológicos o “sesgos cognitivos” que producen desviaciones o distorsiones en nuestras ideas y decisiones. La información genuina disponible, es generalmente mal interpretada o ignorada, generando de ese modo contradicciones analíticas y comportamientos ilógicos o irracionales.  

Como presentamos en una anterior columna, políticos y extremistas demagógicos de cualquier tenor suelen ser a menudo responsables de alimentar con material corrosivo nuestras neuronas; pero solemos ser nosotros, los culpables de ignorar información fidedigna y utilizar patrones analíticos extremadamente estrechos, adoptando apresuradas, rígidas e impropias visiones y discursos.

La edad de la mentira

No está claro, cuándo habrá comenzado esta “edad de la mentira” definida por Saramago. Ya Hitler (1925) describe la gran mentira (große Lüge), como la imposición de una falsedad colosal que nadie se atreverá a refutar. Hitler sin embargo poseía una muy escasa educación y fue rechazado en la escuela de arte (por ello resulta inexplicable que una nación culturalmente avanzada como la Alemania de 1910/1930, lo haya aceptado como líder).  

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Hitler (1925) describe la gran mentira (große Lüge), como la imposición de una falsedad colosal que nadie se atreverá a refutar"

Goebbels, su lugarteniente, se doctoró en 1921 en Heidelberg con directores de tesis judíos. Sin embargo, utilizando el ridículo título de “ministro para la ilustración pública y propaganda” y la técnica de la gran mentira, logró transformar ignorantes prejuicios culturales en genocidios y asesinatos en masa. Entre sus allegados repetía la frase: “miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá “.

La justificación actual de Putin para la invasión a Ucrania (similar a la de Hitler) es: “única decisión posible para un país fuerte e independiente”. Aún peor es su proyección psicológica o sesgo actor /observador: “no podemos siquiera hablar con personas que atacan indiscriminadamente a civiles, a infraestructuras civiles o intentan crear amenazas a las instalaciones de energía nuclear”; acciones estas efectivamente efectuadas por Rusia y no por los ucranianos.

Todos los actuales grupos y gobiernos terroristas, asesinos intencionales de mujeres y niños siguen tratando de imponer verdades justificativas religiosas o territoriales, disfrazando detrás de éstas la psicopatía, sociopatía, misoginia y desde luego, el antisemitismo o racismo que efectivamente los moviliza.  

La pseudología fantástica

La pseudología fantástica o mitomanía, es definida como el comportamiento de mentir con el afán de crear un personaje y un “relato” para engrandecer la propia imagen. Esto los lleva a ufanarse de logros conseguidos o supuestos, e imponer habilidades manipulativas sin ningún tipo de escrúpulo.

Los mitómanos suelen conocer sus propias mentiras, aunque finalmente pueden terminar asumiéndolas como si fueran verdades, de modo de integrarlas a su imaginada y ficticia realidad.

Todos los terroristas, asesinos intencionales de mujeres y niños, siguen tratando de imponer verdades justificativas religiosas o territoriales, disfrazánndolas; la psicopatía, sociopatía, misoginia y el antisemitismo o racismo efectivamente los moviliza"

Algunos autores atribuyen estos comportamientos, a trastornos adaptativos y circunstancias sentimentalmente dolorosas; resulta evidente que parecieran estar presentes en todos los personajes más siniestros de la historia. 

La negación

La negación es un mecanismo de defensa ante conflictos, se rechaza la existencia de hechos o cualquier vínculo de estos con la propia persona.  Ante desafíos exógenos, endógenos o emocionales, algunos individuos prefieren simplemente - negar su existencia-. 

En términos generales pareciera ser una acción mas o menos volitiva, es decir una preferencia adoptada por “comodidad” antes que una circunstancia totalmente involuntaria. 

Síndrome de avestruz: ocultar o censurar toda información negativa ante un eventual riesgo, creyendo que al ignorarlo no existirá ningún peligro”

La acción de ocultar o censurar toda información negativa ante un eventual riesgo, creyendo así que al ignorarlo no existirá ningún peligro, es denominada a veces como “síndrome del avestruz”.

Sin embargo, esta última denominación, aplica mejor al “sesgo de normalidad o parálisis de análisis”; es decir la tendencia distorsionada a creer que las cosas, funcionarán de la manera en que siempre han funcionado y por lo tanto, se subestima como un efecto posible, toda probabilidad de desastre. 

Negación psicótica o anosognosia

En psiquiatría se utiliza el término “negación psicótica”, para definir una afectación de capacidades para percibir la realidad. Para este último caso, resultaría quizás más apropiado utilizar el término de “anosognosia”, es decir “desconocimiento de la enfermedad" como el estado de personas incapaces de percibir su déficit neurológico funcional. 

Según un estudio, la baja estatura podría incentivar la psicopatía y narcisismo en hombres

La anosognosia no solo es entonces la negación de la realidad, sino también de la propia condición neurológica, tal como las causadas por lesiones o disfunciones vasculares u orgánicas que alteran los mecanismos de percepción (DFT, Alzheimer, etc.).

Con las disculpas del caso

Solicitando anticipadamente las disculpas del caso a todos los que se dedican abnegadamente a estas profesiones, un muy antiguo chiste definía una trilogía conceptual del siguiente modo: “neuróticos somos todos … vivimos construyendo castillos en el aire…psicóticos son aquellos que se mudan a habitar el castillo, y psicólogos y psiquiatras son los que deben cobrar el alquiler del castillo“.

Esforcémonos por distinguir si el largo camino que nos ha traído a una contemporaneidad tan aberrante, es anosognosia o simplemente la negación de tantas insufribles estupideces que se han hecho en los últimos 110 años.

Admitiendo las conflictivas repercusiones emocionales que esto implica… intentemos entonces entender mejor lo que efectivamente nos afecta a todos.