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"Hacer la plancha": el 76% de los empleados argentinos hacen lo mínimo indispensable

El "quiet quitting" no es más que hacer lo mínimo indispensable en el trabajo: hacer la plancha. Qué está pasando en el mundo del trabajo.

Personas buscando trabajo 20240611
Personas buscando trabajo y haciendo entrevistas de trabajo. | Pixabay

Hace más de dos años que el término "quiet quitting" entró en el léxico corporativo y, sorprendentemente (o no), sigue en pleno apogeo. El "quiet quitting" no es más que hacer lo mínimo indispensable en el trabajo: hacer la plancha. En el informe 2024 del Estado del Lugar de Trabajo Global de Gallup, se revela que alrededor del 62% de los empleados en todo el mundo no están comprometidos con su trabajo.

En Argentina, la situación es aún más alarmante, con un 76% de los empleados no comprometidos. Esto significa que simplemente cumplen con lo mínimo necesario, sin entusiasmo ni conexión emocional.

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Otro 15% de la fuerza laboral global está activamente desenganchada, o en contra de los objetivos de su empleador. Estas dos categorías de empleados le están costando a la economía global una asombrosa cifra de $8.9 billones anualmente, lo que representa el 9% del PIB mundial.

Además, en Argentina, la cantidad de empleados en el sector privado sigue estancada en 6 millones desde hace 12 años, y los salarios son bajos. Esto plantea la clásica pregunta del huevo y la gallina: ¿Es la baja productividad la que causa los bajos salarios, o son los bajos salarios los que llevan a una baja productividad? En un entorno donde los empleados no están comprometidos y los salarios no proporcionan un incentivo suficiente, es difícil romper este ciclo vicioso.

Jim Harter, científico jefe en Gallup, señala: "Las personas no quieren venir a trabajar y sentirse letárgicas y no inspiradas. Pero cuando sus necesidades no se satisfacen, eso puede suceder. Cuando sienten que la organización no se preocupa tanto por ellos, harán menos esfuerzo."

El impacto de los empleados comprometidos

Los empleados comprometidos aportan beneficios significativos a sus lugares de trabajo. Las organizaciones en el cuartil superior de compromiso de los empleados tienen un 78% menos de probabilidades de experimentar ausentismo. Además, en industrias con alta rotación como el retail, las empresas con empleados altamente comprometidos vieron una disminución del 21% en la rotación, y un 51% menos en organizaciones de baja rotación. Estas empresas también disfrutaron de un aumento del 23% en la rentabilidad, un 68% en el bienestar de los empleados y un 22% en la participación en la organización.

¿Existe una solución individual?

Cada día, incluso en Argentina, hay alguien que cambia de trabajo, logra un ascenso o recibe un aumento. Más allá de las capacidades individuales, algo que se ve en común entre estas personas es la actitud. Para abordar el problema del "quiet quitting" y mejorar la eficiencia laboral, muchos aplican sin saberlo “el algoritmo” de Elon Musk o su versión latina, el modelo EAT: Eliminar, Automatizar y Tercerizar, desafiando las tareas, procesos y, claro, a los jefes. Este enfoque genera tiempo libre optimizando la productividad. Así, muchos consiguen una “beca”, el caso de "quiet quitting" activo. Se trata de utilizar el tiempo que se tiene en el trabajo de manera más efectiva. Cuando un empleo no requiere todo el tiempo del trabajador, este puede ofrecer ese tiempo a la empresa para dar más valor y crecer. Si la empresa no lo requiere (no olvidemos que a los jefes les pasa lo mismo), se puede usar ese tiempo para construir el próximo paso: estudiar, crear un negocio, desarrollar contactos, etc. Es una forma de tomar el control del desarrollo personal y profesional, convirtiendo el tiempo no utilizado en una inversión para el futuro.

Conclusión

El "quiet quitting" es un recordatorio de la importancia de un ambiente laboral comprometido y motivador. En Argentina, romper el ciclo de baja productividad y bajos salarios es esencial para avanzar hacia un futuro más próspero y eficiente. Las historias de aquellos que logran cambiar su situación demuestran que, a pesar de las dificultades, siempre hay posibilidades de mejorar.

 

(*) Lic en Economía