OPINIóN

Fake news: el esfuerzo por combatilas

Siempre existieron, pero hoy cobran mayor notoriedad por la velocidad con que circulan. Para la gente, Finlandia es el país más confiable en cuanto a datos fidedignos y circulación de información. El tráfico y la concentración publicitaria las multiplican.

fake news
fake news | captura de youtube

Recientemente, durante la manifestación que se produjo frente al Congreso de la Nación, cuando la Cámara de Senadores se encontraba debatiendo la Ley Bases, se hizo viral una fotografía de un manifestante indicado como miembro de la policía que estaba sin identificación tirando piedras. En realidad, se comprobó que esa imagen sí existió, pero fue tomada durante el 2018 cuando se debatía en el Congreso el Presupuesto 2019.

Se podría pensar en los fines políticos de esta fake news. Tal vez eso simplificaría las cosas. Pero no es el único ámbito en donde la desinformación entra en juego. Por caso, hace un tiempo se le adjudicó al “Dibu” Martínez una frase en donde hablaba de Lionel Messi. Incluso hasta el clima hoy es víctima de este tipo de construcción cuando, por ejemplo, circuló masivamente que no volvería la ola polar a Buenos Aires.

Las fake news, los millones y la caída en la credibilidad

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Todas construcciones con un fin determinado: desinformar, operar políticamente, desgastar a una figura pública o bien simplemente llevar tráfico a sitios con información falsa.

Problema de escala

Las noticias falsas, los rumores, existieron desde siempre. El problema actual es su escala y la velocidad con la que se transmiten. Si tomamos el caso del “Dibu” Martínez, que se adjudicó la información a un importante sitio de noticias, tuvo 48 mil me gusta en Facebook, 14 mil me gusta en X (Twitter). Por supuesto tuvo su aparición también en Instagram, TikTok y Threads.

Hoy la disponibilidad de la IA hace aún más complejo el panorama dado que es posible generar imágenes, audios y textos que nunca existieron"

Así, miles de personas “creyeron” en esos dichos del arquero de la Selección Nacional porque no solamente la información venía de un personaje querido por la gente, sino, además, porque estaba adjudicada como información de un medio periodístico serio. Este es un componente esencial de las fake news, es decir que lo que se muestra coincida con la visión del público. Eso construye credibilidad y hace que se comparta más fácilmente.

Según un estudio de Statista, en el 2022 el país en donde las personas estuvieron más expuestas a fake news es Filipinas con el 75% de los encuestados. Del otro lado, el país que más confianza le tiene a la información es Finlandia en donde el 69% confía en la información que consume. Un caso paradigmático de generación y circulación de noticias falsas lo constituye la pandemia por Covid-19 en donde el volumen de información y la búsqueda de ésta fue exponencial por parte de los usuarios. Durante ese período, el continente americano, según Statista, fue en el que se registró la mayor cantidad de fake news sobre el tema del coronavirus. 

La simple regla de oferta y demanda en sitios donde colocar publicidad hizo que bajaran los precios de los sitios serios. Se generaron un sinnúmero de sitios que necesitaban contenido, pero no tenían ni la estructura ni la rigurosidad para cumplir con una de las máximas del periodismo: chequear la información.

Como se mencionaba al principio, las fake news tienen una intención. Sin bien son variadas, nos centraremos en el origen que da el puntapié inicial a esta gran bola de nieve a la cual nos enfrentamos hoy. 

Con la aparición de internet llegó la posibilidad de que los usuarios ya no dependan de grandes empresas para publicar lo que ellos quisieran, era el momento de la irrupción de los blogs y sitios personales en la web. Parece prehistoria, pero esta facilidad de generación y publicación de contenidos se fue acelerando y sofisticando. 

El país que más confianza le tiene a la información es Finlandia en donde el 69% confía en la información que consume"

Los teléfonos inteligentes aportaron su cuota mediante la posibilidad de tomar fotografías y videos en todo momento. Hoy la disponibilidad de la IA hace aún más complejo el panorama dado que es posible generar imágenes, audios y textos que nunca existieron.

Esta facilidad de producción de contenidos abrió una puerta para encontrar la forma de financiarla. Con la llegada de la publicidad programática y los altos costos de la publicidad digital en medios tradicionales, estos sitios comenzaron a recaudar grandes cantidades de dinero en concepto de publicidad. El mercado se vio obligado a una baja en los precios. La simple regla de oferta y demanda, gran cantidad de sitios para elegir en donde colocar publicidad hizo que bajaran los precios de los sitios serios.

Las redes sociales y empresas como Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) apoyan iniciativas para frenar esta tendencia de desinformación"

Así se generó un sinnúmero de sitios que necesitaban contenido, pero no tenían ni la estructura ni la rigurosidad para cumplir con una de las máximas del periodismo: chequear la información. De esta forma, comenzaron a generar fake news que resultaban atractivas y los posicionaba como opciones a la hora de pujar por presupuestos publicitarios. 

Este es el origen que luego invade también las redes sociales aumentando el tráfico y la circulación de las fake news.

Esfuerzos contra las fake news

Los medios periodísticos serios, que cuentan con una estructura profesional y chequeo de la información, ven con preocupación el crecimiento que tienen las fake news. Pero también las redes sociales, empresas como Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) apoyan iniciativas para frenar esta tendencia de desinformación.

Las fake news existen porque nos gusta la mentira

Un ejemplo es The Trust Project, un consorcio formado por medios de comunicación de todo el mundo que promueve estándares de transparencia y trabajan en conjunto con plataformas digitales para amplificar y beneficiar la tarea periodística real. Así, desarrollaron indicadores de confianza que permiten identificar la producción de una noticia y su veracidad. Estos indicadores son utilizados por empresas como Google, Facebook y Bing para etiquetar aquellos contenidos reales y priorizarlos en la búsqueda de los usuarios.

También desde el marketing, al momento de planificar campañas publicitarias, se puede colaborar en la detención de las fake news. Es importante verificar, al momento de utilizar publicidad programática, que se pueda identificar el dominio de los sitios en donde se va a colocar la campaña. Si el primer registro ya dice “sin dominio proporcionado”, sin lugar a dudas se está frente a un sitio falso.

Frenar el crecimiento de las fake news es una tarea de todos. Si te llega a WhatsApp información de alguien que dijo que escuchó, que le contaron, pero ni siquiera reconoces a esas personas, lo más probable es que se trate de una fake news. No lo reenvíes, aunque el gatito de la imagen sea adorable, tu mensaje solamente va a perjudicar a la gente generando desinformación.

*Fundadora de THE B. DNA