Durante la tarde del jueves y la mañana del viernes nos encontramos con un esquema que decía que el Gobierno nacional estaba estudiando subir a 41% el último escalón del impuesto a las ganancias para las personas humanas.
Entendimos en un principio que esto era una gran equivocación por desconocer la parte técnica de cómo deben entenderse las palabras de la Administradora Federal de ingresos Públicos, la Lic. Mercedes Marco del Pont, cuando dijo que “…no se está pensando en una reforma tributaria que baje tasas sino en ampliar las bases de contribuyentes para que los que mas tienen sean los que más paguen…”. Esta frase nunca quiere decir que se aumente la última escala o se incorpore un escalón más en el impuesto, sino que quiere decir que se elimanarán exenciones del impuesto a las ganancias del artículo 20 que son insustanciables y ello generará nuevos contribuyentes que dejarán de ser exentos del impuesto para pasar a pagar/oblongar el impuesto a la tasa correspondiente de ser persona humana o jurídica, según corresponda. Desde la lógica real de lo legal tampoco es real porque ya empezaría a acercarse peligrosamente al valor del 9% de la facturación que fue uno de los motivos que en 2017 resolvieron reducirlo.
Todo esto terminó de reventar hoy cuando en la tapa del gran diario argentino titularon con letras de catástrofe el tema.
En cuanto a lo que si se está estudiando es la posibilidad que las personas jurídicas/empresas vuelvan a pagar sobre el 35% de tasa como era hasta el año 2017 inclusive, pero ello también conjugaría contra la expansión de la economía posterior a la pandemia que estamos viviendo.
Lo que si se está estudiando es la posibilidad que las personas jurídicas/empresas vuelvan a pagar sobre el 35% de tasa como era hasta el año 2017 inclusive
En el tema de la reforma impositiva total que hoy se está gestando es definida cómo armonización tributaria a los efectos y ante el deseo del Ministro de Economía de la Nación, Lic Martín Guzmán. Ello quiere decir, si lo traducimos a buen castellano porque todos los argentinos no tienen la obligación de ser tributaristas, que buscarán eliminarse en lo posible impuestos superpuestos y distorsivos sean nacionales, provinciales o municipales con lo cual incluso se está viendo desde la posibilidad que las Pymes tengan que pagar solamente cinco a seis impuestos y hasta eliminar impuestos como ingreso brutos o sustituirlo por algún impuesto a las ventas minoristas o IVA provincial que permitiría una baja real de valor final en el valor de los bienes y servicios.
*Economista y Tributartista.