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Estado Abierto, modernización y transparencia

En la senda del liberalismo y el republicanismo no debería perderse de vista la Transparencia Activa promovida por la Ley 27.275, propia del estado de derecho que une a los ciudadanos con su Estado, desde la óptica del control y la efectiva intervención del aparato burocrático en los problemas cotidianos.

Congreso de la Nación
Congreso de la Nación | Télam

En una publicación de la Revista Instituciones, Ideas y Mercado, de ESEADE, más conocida como RIIM, en su Nº 74 sobre Liberalismo y Ciencia Política en octubre del año 2022, planteamos si podría hablarse de Estado y transparencia sin las bases del liberalismo y el republicanismo.

En la misma, publicación que invitamos a leerla en su totalidad al estar disponible online en la web de la institución académica, indagamos de modo doctrinario, legal y político, en su fase de gestión desde 2016 a 2019, cómo se avanzó en alguna líneas de apertura del gobierno, pero no se logró avanzar en la apertura del Estado, con todas las dimensiones que se esperan para llegar a esa meta.

Sin perjuicio de ese recorte de época, lo que hoy queremos reactualizar en base a la publicación citada es la necesidad de retomar pilares valorativos y doctrinarios y la importancia actual de las herramientas como la Transparencia Activa de la Ley 27.275: “un valor social y político que se instaura en el Estado de Derecho que debe ser reconocido por todas las personas que se relacionan con la administración para hacer de ella también una herramienta clave en la participación y petición ante las autoridades”.

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Además, volver sobre la necesidad de legislar “la gestión de intereses, incidencia o lobby en Argentina dado que permitirá retirar el velo que opaca y permite la corrupción en las actuaciones administrativas que dan lugar a políticas públicas.

El cambio de perspectiva y diseño que insistimos en proponer, en una triple dimensión –legal, política y comunicativa- viene a: problematizar la idea de gobierno weberiana y todas las mejoras tecnológicas que se le han adicionado en los últimos tiempos que han dado sobrada muestras de su obsolescencia ante sociedades complejas y la continua afectación de derechos personales al calor del uso de aplicaciones y nuevas tecnologías de información.

La Transparencia Activa de la Ley 27.275: un valor social y político que se instaura en el Estado de Derecho que debe ser reconocido por todas las personas que se relacionan con la administración para hacer de ella también una herramienta clave en la participación y petición ante las autoridades”

Por ello, queremos retomar y volver a poner en el centro de la discusión a términos y valores que creemos son más concretos y reales como los individuos y la interdependencia política, a la tolerancia y la gestión del consenso o los disensos, a la diversidad cultural y a la participación, a la administración de proximidad y al uso correcto y razonable de los recursos públicos.

Expresamos en el artículo entonces que: cada una de las instituciones propuestas en definitiva son reglas de juego que pueden colaborar en un cambio cultural más profundo en la medida que la sociedad no pierda de vista que para disfrutar de su libertad personal debe sostener algún grado de actividad en instancias de gobierno, no solo en tiempos electorales, sino también en todo momento en que los mecanismo de participación están disponibles.

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Por todo lo anterior, recalcamos e insistimos en que: de este modo, la arena de la comunicación pública cómo instancia de interacción cívica con fines a acordar o discrepar, se verá fortalecida en el acrecentamiento de recursos informativos para acercarnos a instancias de decisión más sostenidas, razonables y verosímiles en el tiempo.
 
No buscamos más que restaurar la transparencia en la gestión, la cercanía en la administración pública y la confianza de la ciudadanía con su dirigencia social y política.

Todo lo anterior, busca no dejar de lado la visión de mejorar la calidad en la deliberación sobre los asuntos públicos que a todos nos afectan. Más cerca o más lejos, los problemas nos llegan y afectan, no estamos exceptuados de ser incursos en problemáticas de inseguridad, salud, violencia, adicciones, etc.

Por esto, abrir el gobierno es agrandar el Estado, pero desde otra óptica, desde la óptica del control, seguimiento y la efectiva y focal intervención del aparato burocrático en los problemas concretos y cotidianos de larga data. No es más que, finalmente, el ejercicio estatal y privado en el espacio público de los valores del liberalismo y republicanismo de modo inclusivo.