Antiguamente, la educación era un privilegio de quienes podían costear la enseñanza personalizada de un tutor. Alejandro Magno tuvo a Aristóteles, Guillaume de l’Hôpital a Johann Bernoulli, y así otros más. En 1948, la educación se convirtió en un derecho humano (artículo 26 de la Declaración Universal de los DD.HH.). Pero la escolarización masiva trajo educación despersonalizada: clases magistrales con los mismos contenidos y ritmos para un alumnado diverso.
Ya en 1988, el escritor de ciencia ficción y científico Isaac Asimov advertía este problema y veía en las computadoras una forma de humanizar la educación, mejorando la conexión entre docente y estudiante.
¿Qué puede lograr la IA con apoyo docente? Un reciente estudio en Nigeria hyperlink “https://blogs.worldbank.org/en/education/From-chalkboards-to-chatbots-Transforming-learning-in-Nigeria”\h mostró que los estudiantes que usaron IA como tutor después de clases, como programa experimental, lograron avances en el aprendizaje equivalentes a dos años de educación tradicional en solo seis semanas.
Khanmigo, un tutor de IA de Khan Academy, no solo brinda respuestas a los estudiantes, sino que a diferencia de chatGPT, con paciencia ilimitada, los guía para que ellos encuentren las respuestas. Ahora lo están probando en 266 distritos escolares de EE.UU., desde 3º hasta 12º grado.
En una charla TED de 2023, Sal Khan, fundador de Khan Academy, citó un artículo de 1984 titulado “The 2 Sigma Problem”, donde el psicólogo y pedagogo Benjamin Bloom argumentaba que los estudiantes que recibían tutoría individual obtenían un rendimiento, “de desviaciones estándar superior al de quienes sólo recibían instrucción tradicional”. Este nivel de tutoría, inaplicable en ese entonces, ahora parece viable.
A finales de 2024, a Unbound Academy le aprobaron ejecutar un programa escolar en Arizona donde la IA, en lugar de profesores humanos, imparte la enseñanza académica a estudiantes de 4º a 8º grado.
Los estudiantes tendrán dos horas diarias de clases con la IA, adaptándose en tiempo real a sus desempeños personales y ajustando dificultad y estilo de presentación. Luego, tendrán talleres con mentores humanos, abordando habilidades para la vida como educación financiera y emprendimiento.
Parece prematuro prometer grandes efectos (de dos desviaciones estándar) con la IA. En un artículo reciente se criticó la afirmación de Bloom intentando “separar ciencia ficción de realidad científica”.
Además, los estudios sobre IA en el aprendizaje controlan variables, pudiendo alejarlos del mundo real perdiendo ecología. Evaluar con opción múltiple no captura la complejidad del proceso de enseñanza y evaluación. Un libro de matemáticas o un output de GPT pueden ofrecer respuestas eficientemente, pero no transmitir la emoción de un docente apasionado.
Por otro lado, como conté en Sherpas, el podcast de El Gato y La Caja, existe un dilema: la IA puede colaborar en el aprendizaje, pero también fomentar una completa delegación cognitiva. La intención del usuario debe ser aprender, no solo delegar y copiar.
Un estudio reciente (Gerlich, 2025) encontró una fuerte correlación entre el uso de IA y la delegación cognitiva (r = +0.72), así como correlaciones negativas entre uso de IA y pensamiento crítico (r = -0.68) y entre delegación cognitiva y pensamiento crítico (r = -0.75). Esto sugiere que el aumento en el uso de IA podría fomentar la delegación cognitiva e impactar negativamente en el pensamiento crítico.
Tampoco hay que caer en una utopía tecnológica e ignorar el rol de las políticas educativas. Los beneficios de la IA en educación dependen de su implementación y de la supervisión por parte de los facilitadores tecnológicos, un rol con creciente protagonismo.
*Psicólogo con orientación en neurociencias. Fundador y director del Instituto Humai.
