OPINIóN
Argentina y más allá

En un mundo con 85% de informalidad, hace falta más “compassion”

Para comprender porqué algunos argentinos se refugian en los dólares y miran con recelo el blanque de capitales, hay que comprender la diferencia entre compassion y compasión: una hace referencia a “sentir pena” por alguien que está peor; y la otra a “ponerse en el lugar del otro”. Empecemos por la inflación…

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| AFP

Dicen que el hombre sabio es el que dedica 5 minutos por día a pensar en su propia muerte, y otros 5 a ponerse en el lugar del otro. Cuando hablamos de economía queremos tener el método infalible, la solución inquebrantable; pero, en realidad, el método más efectivo está en entender a los demás, sin prejuzgar. Sobre todo, aprender de la experiencia para entrar en una nueva fase de mayor eficacia y cooperación. Hoy, Argentina tiene todo para lograrlo.

En el 85 % del mundo predomina la informalidad y es culpa de un diagnóstico equivocado que no permite considerar las verdaderas causas. Cuando se combinan los países con menor calidad institucional y alta corrupción, con una bancarización pobre, encontramos la causa de la informalidad, que no es solo un problema en Argentina.

Estamos atravesando como humanidad un tsunami tecnológico, el desarrollo de herramientas como la inteligencia artificial, o los avances extraordinarios en biogenética son una muestra de ello, entonces, ¿por qué seguimos estancados en los mismos problemas que hace años?

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El secreto está encerrado en el concepto anglosajón de compassion, que difiere en un punto central de su equivalente más cercano en español, “compasión”. Mientras que este último hace referencia a sentir pena por alguien que está en una situación “peor”, la palabra en inglés significa solo y tanto como “ponerse en el lugar del otro”; como un igual, sin mejores ni peores, sin pena, sin lástima, con entendimiento.

Los argentinos ven cada día cómo se reduce el valor del fruto de su trabajo. La solidez de una democracia está directamente ligada a un alto grado de formalidad, esto demuestra que, para cuidar el valor del trabajo de los ciudadanos, es necesario el acompañamiento de una política consolidada, donde todos los actores sumen en ese objetivo. 

El consumo volvió a derrumbarse en junio y acumuló una caída de 5,3% en el primer semestre

La inflación es un mecanismo por el cual un gobierno roba pequeñas cantidades a millones de habitantes con la ilusión de que no se van a dar cuenta. No es un invento nuevo. De hecho, fue uno de los responsables de la caída del Imperio Romano. Si pudo conducir a la caída de uno de los imperios más importantes de la historia de la humanidad, imaginemos los estragos que puede hacer una inflación descontrolada y sostenida en una democracia con poco más de 40 años ininterrumpidos.

La formalidad y la motivación para el blanqueo de los dólares que los argentinos tienen en la informalidad tiene que promoverse de la mano de un sistema financiero que ofrezca crédito"

La compassion es condición necesaria para un manejo eficaz de un enfoque de riesgo que se ponga en el lugar de los demás y no encierre en la misma bolsa al ciudadano que mantiene sus ahorros en la informalidad, y al que mueve capitales mal habidos, como el narcotráfico. 

Los argentinos ven cada día cómo se reduce el valor del fruto de su trabajo. La solidez de una democracia está directamente ligada a un alto grado de formalidad"

En un país con poca corrupción y sin inflación, los ciudadanos pagan impuestos a cambio de economía, defensa, educación, justicia, seguridad… Pero cuando aparece un sector que saca más de lo que pone (corrupción, privilegios, inflación), el resto del país que ve que lo que paga por sus impuestos no vuelve, se “defienden”, se guardan en la informalidad. Es la respuesta a una distorsión institucional severa.

La formalidad y la motivación para el blanqueo de los dólares que los argentinos tienen en la informalidad tiene que promoverse de la mano de un sistema financiero que ofrezca crédito. La inclusión financiera es la clave para animar a los ciudadanos que siguen temiendo quedarse con “monedas limadas” en las manos a cambio del mismo esfuerzo. 

Los prejuicios ciegan la visión de las verdaderas causas y evita tomar las medidas necesarias contra el verdadero problema: la informalidad.

*Economista, escritor y emprendedor argentino