OPINIóN
Barrios

En los clubes sociales y deportivos hay lugar para todos

Nacieron para ser lugares de encuentro, acompañamiento, solidaridad y comunidad. Tuvieron problemas económicos o financieros y los superaron, siempre apoyados por sus miembros. Son un ejemplo claro de superación de crisis. El caso de San Lorenzo de Almagro.

Barrio de Almagro
Turismo CABA | buenosaires.gob.ar

Los clubes sociales y deportivos fueron levantados desde sus cimientos en los diferentes barrios porque las personas que vivían allí necesitaban un lugar donde encontrarse y hacer algo diferente a ir a trabajar. Generalmente, esos clubes barriales tienen orígenes en la inmigración y en los trabajadores. Por ese motivo tienen nombres de barrios, de estaciones ferroviarias, de oficios, de organizaciones o de santos. 

Algunos siguieron creciendo y dejaron de ser clubes de barrio para tener una mayor gravitación provincial, nacional o en algunos casos hasta internacional, pero mantuvieron una característica que es su marca de origen: Asociaciones Civiles conducidas por sus socios, que son quienes pagan la cuota todos los meses, quienes lo habitan diariamente, los hinchas que cuando hace falta hacen una rifa o colecta para mantenerse a flote. Porque el sentido con el que nacieron fue ser lugares de encuentro social, de acompañamiento, de solidaridad, de comunidad. 

Clubes de barrio, en crisis: los aumentos de tarifas pueden llegar al 1000%

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Eso les permitió a los clubes atravesar toda la historia argentina y seguir vivos. Pasaron todo tipo de crisis, incluso la pandemia mundial de Covid-19 y siguieron latiendo, como las personas que le dan vida. Tuvieron problemas económicos o financieros y fueron encontrando la forma de superarlos, siempre apoyados en y por su comunidad. Son tal vez, el ejemplo más claro de superación de crisis sin dejar de lado a las personas porque fueron creados por ellas.

¿Las empresas pueden tener sus clubes? Por supuesto. Hay muchas empresas que generaron sus propios clubes. Tienen todo el derecho. Pero tienen otros intereses y objetivos, distintos a los de nuestros clubes. Los intereses de los clubes empresarios no son impulsados por el motor de sus comunidades, como ocurre con las asociaciones civiles, que tienen órganos de gobierno donde participan los socios.
Ese objetivo de hacer lugar para la comunidad permite acompañar y cuidar, pero también criar campeones. 

Clubes de barrio en crisis: Las Palmas analiza cerrar en el verano porque no puede pagar las facturas de luz y los sueldos de los empleados

No es producto de la casualidad que los jugadores de la Selección Nacional que nos trajo la tercera copa del mundo hayan transitado sus inicios deportivos en diferentes clubes del país. Eran más grandes, más chicos, con nombre de barrios o de estaciones ferroviarias, pero todos eran asociaciones civiles, que latían con el corazón de su comunidad. Y lo mismo se repite si escarbamos en la historia de las selecciones que nos trajeron las dos copas anteriores.

Por eso, es importante que esas asociaciones garanticen que los estatutos de sus clubes sean el escudo protector contra los vivos que quieren copar las comunidades para hacer un negocio para pocos. Eso es lo que hicimos en San Lorenzo de Almagro, un club con nombre de santo y nacido al calor de su comunidad, que allá por el año 2000 comprendió el peligro de que una empresa se adueñara de un club.

Mirar a los socios a los ojos o ser parias en el césped propio

Fue la primera reforma importante que hicimos: la prohibición de que el club se convirtiera en una Sociedad Anónima Deportiva. 

Fue una decisión tomada en el marco de un debate democrático, que comenzó con la convocatoria a una Asamblea Extraordinaria para reformar el estatuto y -explícitamente- se informó que el objetivo era blindar el club de los vivosque venden espejitos de colores.

San Lorenzo de Almagro, un club con nombre de santo y nacido al calor de su comunidad, allá por el año 2000 comprendió el peligro de que una empresa se adueñara de un club"

En esa reforma participaron las diferentes expresiones del club, se hicieron charlas con todos los actores políticos del momento, se consensuó un texto y lo aprobó la Comisión Directiva, quien convocó a la Asamblea Extraordinaria, donde el órgano más importante de gobierno del club, la asamblea de representantes de los socios, votó por unanimidad la reforma estatutaria donde -finalmente- en su artículo 8 quedó blindado a futuro el destino de nuestro club.

Fue la forma que encontramos para cuidar juntos un club que nació en 1908, de la mano de un grupo de jóvenes que empezaron jugando a la pelota en la calle con el Padre Lorenzo Massa y, luego, fueron dando forma a un club que tiene -como la enorme mayoría de los clubes de la Argentina- diferentes deportes y actividades sociales para que la comunidad se encuentre, se divierta y crezca. 

*Abogado especializado en derecho deportivo y miembro de la Cámara Nacional de Resolución de Disputas (CNRD) de la AFA.