OPINIóN
Sonido del silencio

El rapero iraní y el matarife de Teherán

Toomaj Sahili desafía a la República Islámica y es la voz de la gente que sufre el régimen. En su defensa se elevaron muchas voces acalladas por el régimen, pero fue condenado por“diseminación extendida de la corrupción en la Tierra” y no podrá cantar por dos años

Toomaj Sahili 20240619
Rapero iraní Toomaj Sahili, condenado a muerte. | wikipedia

El padre desespera: “¿Qué debo hacer, con quién debo hablar? ¡Ahorcan a mi hijo!”. Por no callarse mereció la horca el 24 de abril. Debe esperar su turno, la cola es larga para ser colgado de la gruesa y desgastada soga. Es que Toomaj Sahili lo sabía y en Afsoon se confiesa: “…ama algo que no se torne / un arma en tu contra. / Es que yo amo luchar / y esa es mi tragedia!”. Carne de cañón para los voraces Tribunales Revolucionarios, siempre a puertas cerradas y sin garantías de defensa. En suma, sumarios juicios. 

Muy popular entre los jóvenes iraníes, acompañó las masivas protestas del 2022, a razón de la muerte de Masha Yina Amini, la joven kurda de 22 años, por llevar flojito su “jihab”. Es que la policía de la moral, la invitó a alojarse en su cárcel, para ser “educada”. Torturada, esa misma noche muere. 

Rapea Toomaj. “Alguien está bailando con su cabello al aire”, en un video que vieron casi medio millón de personas. Cientos de miles de jóvenes en todo el país se lanzan a las calles en protesta, bajo la consigna: “Mujer, vida, libertad”. Inclemente, la Guardia Revolucionaria reprime y mata a más de 500, arresta a miles y condena a siete a la horca. Como siempre, violan a las mujeres y también a los hombres. El gazatí “Hamás” tenía de quién aprender. Dice el poeta en La poeta afgana: “…la sórdida lascivia /de su verga mordaz/ y piadosa…”

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"Indignante": un rapero fue condenado a muerte en Irán por denunciar que fue torturado en prisión


Canta el rapero -de treinta y tres años - duras críticas a la represión, a la arbitrariedad judicial y contra el régimen de los ayatollás: “Todo tu pasado es oscuro / cuarenta años de tu gobierno/este año es el de tu fracaso” y continúa en Afsoon: “Para los dictadores y sus chacales y seguidores/ cadena perpetua y captura, no se acobarden, no retrocedan/ veremos su final”. 

El exiliado Hockas, padre del rap persa y con 300.000 seguidores, dice de Sahili que desafía a la República Islámica y es la voz de la gente que sufre el régimen. Otras voces se elevan, como la de la docente de la comunidad Bahai, Nahshav Tabet, que ha vivido más tiempo dentro, que fuera de la temible cárcel de Evin:

“Oh mi compañera de jaula / cuántas crueldades vimos juntas /…/ y todas las acusaciones que han lanzado contra nosotras, se han de derretir/…/que la tierra florezca, que tu corazón brinque por siempre de exaltación/ y que los recuerdos se desborden con el júbilo de la gente de Irán”. 

Sobrevive gracias a escribir su conmovedora poesía.Torturada sí, pero viva. Pero Toomaj, ¡a la horca! Sufrió “tortura blanca”: la deprivación sensorial del confinamiento solitario, por nueve meses. Sus custodios ríen y le lanzan a la cara: “¿qué ley? Podemos hacer contigo lo que queramos”. De todo eso sabemos mucho, gracias a los infatuados y pequeños dioses de la dictadura de la Junta Militar, que hemos padecido.

La Corte Revolucionaria, ligada íntimamente al aparato de seguridad de la República Islámica, lo condena por “diseminación extendida de la corrupción en la Tierra”, eufemismo incomprensible para Occidente, pero se aclara con que “agitó contra la Sharía” " 

Con los brazos y piernas quebrados por la tortura y el rostro desfigurado, lo muestran por televisión. Nada diferente pasó con los presuntos culpables de la horrible masacre en un teatro de Moscú y su representación teatral por tevé: sus despojos pasados por la tortura. 

Verdad descarnada para advertencia y amenaza. Si bien el rapero fue soltado bajo fianza a fines del 2023, lo vuelven a capturar y lo sentencian a callar para siempre, de lo cual la soga de la horca es una metáfora de pésimo gusto. Es que a los opresores no les gusta soltar a sus presas y menos soportan a quien denuncia la verdad del régimen totalitario que protegen.

Van a colgarlo hoy, quizás mañana o quién sabe ya lo hayan realizado, desde una elevada grúa para exhibir la obscena virtud modernista del régimen. La Corte Revolucionaria, ligada íntimamente al aparato de seguridad de la república islámica, lo condena por “diseminación extendida de la corrupción en la Tierra”, eufemismo incomprensible para Occidente, pero se aclara con que “agitó contra la Sharía”. 

Además, en su sensible incoherencia, por dos años no puede salir del país ni producir música.

Por suerte, Toomaj no las tiene todas en contra. No lo colgará el Matarife de Teherán, bien llamado Juez de las Horcas. No se sabe cuántas docenas de miles de opositores colgó a fines de la década del ’90, pero el patíbulo operó día y noche, durante meses y los mató nuevamente al no permitir la dignidad de su entierro ritual. Ese verdugo ya se murió o lo mataron en un accidente aéreo y no es más el presidente de Irán: Ebrahim Raissi. 

Ebrahim Raisi: el presidente y clérigo ultraconservador de Irán falleció en accidente de helicóptero

Tan solo le restan los homenajes y elogios elevados por las autoridades -no todas- del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas: “sentida pérdida de un líder visionario”, que lideró grupos terroristas y asesinos como Hamas, Hezbollah y los Hutíes, con quienes quiere hacer desaparecer a Israel con todos sus ciudadanos, además de enviarles de una, 300 misiles cruceros. 

Lo que se dice, un vero genocidio: enunció la intención e hizo lo posible para realizarlo. Un minuto de silencio y un infame libro de condolencias.

Nunca un libro del heroísmo de los que lucharon por la verdad, la justicia y la esencia del ser humano: su libertad. Pero no todo es así. La afgana Somaia Ramish, exiliada en Rotterdam, líder por los derechos humanos y el movimiento popular “Mujer, vida, libertad” recita: “Me matas /para salvarme del Infierno / o más bien será /para lograr tu entrada al Cielo…”. 

Somaia Ramish publicó un libro en Japón, Francia y Holanda- pronto se hará en la Argentina - con poetas de todo el mundo, titulado “Ninguna cárcel podrá confinar tus poemas”.  

A pesar de todo, hay esperanza. ¡Vivemos por Toomaj Sahili, rapero!