OPINIóN
Bahía Blanca

El dolor amplificado por un Estado ausente

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Agua. Es un ciclo centenario, potenciado por el cambio climático. | AFP

Un desfase en el registro del tiempo: el del que ve que los “caños” del barrio no se van a bancar la cortina de agua que cae, que achica el agua que entró a su casa, o implora una mano en el techo y el de los afortunados, nosotros.

La eternidad entre el postureo de un diputado “coacheado” creando contenido pour la galerie, y la ayuda real. La eternidad insensible en la oferta ridícula de quien más se espera un gesto. El “que se vayan todos” del 2001, fue contra los políticos, el “sacámelos de acá” del 2024 que allanó la victoria de LLA, es contra la política,… y el Estado.

La paradoja, hoy Bahía clama Estado. El peronismo es el partido del Estado, pero si negás la inflación, no segmentás tarifas, subsidiaste a cualquiera y confundiste orden macroeconómico con disciplinamiento social, no solo te bajan el precio cuando discutís al Estado, sino también sus prioridades: el a quién cubrir con la “sábana corta” ¿La plata del Central para el agujero verde de los que veranean en el exterior, o para los inundados y los jubilados? ¿Quién paga el Apple Store en la 9 de Julio?

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“Aunque no lo veamos”, el Estado siempre está. El jefe del PRO acaso pensando que “defecto profesional” mata suspicacias de interés económico familiar, y en sintonía mainstream, urgió obra pública. Nuestra razón positivista identifica Estado con obra pública, y a ésta, con una solución definitiva, matemática.

“La ciencia lo previó”, se dijo. Un investigador trabaja lo local, no es la primera vez que Bahía se inunda, es obvio decir que no será la última. Las urbes son fuente de saberes, de una “memoria territorial” e hídrica que la universidad transforma en conocimiento científico. Un Estado presente debe sondearla, ponerla en valor, articular su vehiculización. El canal Maldonado tuvo su lógica: la valoración de tierra que satisfizo una necesidad social. Hoy, hay que limpiarlo.

Recuperar y reintegrar el Napostá, hacer un dique en su cuenca media. Pero los entubamientos y canales son parte del problema: impelen velocidad a la escorrentía y desplazan rápidamente agua y en lugar de liberarla de a poco, como los espacios verdes contiguos a los ríos que vinieron a reemplazar.

No hay “La gran obra” que baje el telón de un problema en una región de alternancia en tiempo y espacio de secas e inundaciones extremas, de ahí la aversión de más de un siglo de Florentino Ameghino a los canales de desagüe al mar.

Hoy la región es un mosaico complejo: Más campos, canales clandestinos y conflictos en el manejo del agua que reflejan la política del no-acuerdo vigente. Este evento es parte de un ciclo centenario, potenciado por el cambio climático, toda acción orientada a suprimir sus efectos causará frustración.

Pensar en términos de adaptación no es fatalismo ni atraso, si el objetivo es la minimización del impacto. White y Cerri, recibieron el golpe amplificado por su vulnerabilidad social: barrios situados en los bajos de una ciudad-estuario, desembocadura de aguas como las del Sauce Grande sin una presa que regule su curso y mareas que actúan como tapón hídrico.

En países desarrollados la gestión de riesgo tiene un antes, un durante y un después. Una praxis retroalimentada y en reevaluación permanente que resulta en mejoras cualitativas de la relación entre la sociedad y el ambiente.

Hoy las TICS dan acceso vía aplicaciones a información vital. GPS de vías de escape y obstáculos. Los terraplenes elevados de ruta y ferrocarril protegen para un volumen de lluvia, pero transpuesto tal devienen trampas, dotarlos de pasos de agua, cambiar el diámetro de bajada de los techos, o sobreelevar las casas evita muertes. Los alertas se asocian con granizo, no hay instrucción de protocolos de acción, ni ejercicios de evacuación.

La superposición jurisdiccional promueve culpas cruzadas, parálisis. Urge un acuerdo para avanzar sobre créditos y financiamiento para vivienda e infraestructura. Otra cosa, a la luz de tal tragedia, nos falta al respeto como nación.

*Geógrafo UBA.