OPINIóN
Adicciones

Drogas: Huida hacia la enfermedad

Muchos jóvenes viven gran parte de sus días “metidos” en los dispositivos electrónicos o en la calle. Su soledad es vínculos, no tienen quien los escuche ni ellos pueden escuchar. La verdadera solución es el lenguaje y el amor, pero deberían aparecer antes de que la narcosis sea colectiva, sostiene el autor.

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Jóvenes. Rozan cotidianamente con la miseria, la droga. Y muchos no han terminado sus estudios. | stehlik

Comprender la compulsión adictiva que lleva a la muerte a muchos, al deterioro o al delito junto con patologías psiquiátricas severas es adentrarnos en la vida de una persona, en sus intimidades, sus secretos familiares, traumas, duelos. En fin, lograr que ese joven o adulto que sufre nos abra una “ventanita” para conocerlo y paradójicamente conocer al que se desconoce.

De ahí que el vínculo amoroso del terapeuta es fundamental y lograr ese lazo es la clave para llegar a una rehabilitación.

Hay varios puntos a analizar cuando deseamos una rehabilitación:

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  • Personalidad a estudiar y síntomas psiquiátricos asociados como delirios o alucinaciones;
  • Edad de iniciación al consumo (clave hoy porque se comienza cuando las estructuras cerebrales en la adolescencia están inmaduras y el “hackeo “ del cerebro es mucho más fácil de ser “hipotecado” por las sustancias ) , la cantidad de años de consumo (la crisis de las prevenciones en salud publica acerca de los daños de las drogas y el alcohol han hecho que se banalizara el consumo y durante décadas el cerebro quedo vulnerado así como su psiquismo por sustancias que lo dañaron facilitando la compulsión a repetir hasta el infinito de la nada y la muerte)
  • Trastornos psicobiológicos asociados a disfunciones cerebrales causados por el consumo, así como patologías metabólicas y cardiovasculares;
  • Contexto en donde la “manada” que rodea al consumidor es importante como factor de presión e imitación al consumo ;
  • Traumas, duelos, abusos, abandonos y las secuelas postraumáticas de venganza hacia si o hacia los otros;
  • Vínculo que el paciente establezca con la institución (comunidad terapéutica) como “segunda casa” según datos internacionales marca el 70% de la evolución y por último vencer la carrera a la cronicidad ya que el paciente se siente como un derrotado que acude a un nuevo centro para “lavarse” un poco y después seguir en esa esa esclavitud conseguida;
  • La familia y sus problemas, secretos, etc.

Así se camina un proceso de rehabilitación que comenzó con un interrogante no resuelto que lo llevó a lo que podemos nominar como “huida hacia la enfermedad”.

Los que huyen

Jorge un púber de 13 años nunca tuvo vínculos sólidos, no conoce a sus padres, fue adoptado y luego abandonado. La calle fue su escuela. La angustia lo devoraba y un día le ofrecieron una “pócima mágica” para calmar su dolor y conoce las drogas que vorazmente empezó a consumir. Es un sobreviviente que llora pidiendo ayuda.

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Así llegan muchos. Hombres y jóvenes solos inundados de TikTok, Instagram, Facebook, wapp, X, etc. que acuden a la consulta totalmente vaciados y angustiados luego de años de consumir.

La clínica muestra todos los días a pacientes que viven entre aparatos o en la calle, pero en la soledad de los vínculos sin una escucha que los signifique como personas y ellos también no pudiendo escuchar y así vemos entonces cómo la verdadera solución que es el lenguaje y el amor no aparecen.

Vivimos en un mundo inundado de aparatos, pero también con escasez de vínculos, afectos y lenguaje y escucha. La tecnociencia nos ha inundado, pero vemos cada vez personas y jóvenes más solos.

La dimensión existencial queda a un lado y la angustia nos inunda. ¿Cómo escapar de ella? Las drogas son lo que proporciona una huida a esa enfermedad que corroe.

La solución química del dealer está ahí desde cualquier sitio de aplicación en la propia tecnología “a la mano” en el celular que con un “delivery” que lleva a las casas las drogas para intentar colmar el vacío y la angustia.

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Esto es solo momentáneo, pero es una salida al fin para volver a pedir a la misma aplicación y a través de una transferencia bancaria la reaparición del“delivery”. Queda sujeto a la compulsión.

Tecnociencia que puede llegar a “alienar”

La tecnociencia con sus avances en:

  • Biotecnología (combinación de biología, química e ingeniería) desarrolla nuevas tecnologías y productos como los medicamentos y a su vez los alimentos genéticamente modificados;
  • Nanotecnología: La nanotecnología es otro ejemplo de tecnociencia que implica el estudio y la manipulación de materiales a nivel nanométrico, lo que puede llevar a innovaciones en campos como la medicina, la energía y la electrónica.
  • Inteligencia artificial: La inteligencia artificial es un ejemplo de tecnociencia que combina la informática, la matemática y la ingeniería para desarrollar sistemas que pueden aprender, razonar y tomar decisiones de manera autónoma.

La tecnociencia está ahí “a la mano” pero el ser humano está solo e incluso en la propia mesa familiar casi inexistente como lugar de encuentro y, cuando las hay, todos se apoyan en la tecnociencia de los aparatos múltiples y no en el lenguaje que crea vínculos a través de la escucha y el amor.

El lenguaje queda suplantado por la química. Freud en 1894 hablaba de la “huida en la enfermedad “y las drogas son una forma de huir de ese vacío de angustia y así nos dice: “el yo se ha defendido contra la representación insoportable mediante el refugio en el síntoma”.Y sigue diciéndonos que así se intenta escapar de los conflictos psíquicos.

También genialmente intuye que encuentra en esta huida un beneficio en la enfermedad. Sugestivamente les da Identidad, aunque para otros sea un “nadie” que busca objetos que lo llevan a la nada.

Es una expresión figurada que designa el hecho de que el sujeto busca en la enfermedad un medio para escapar a sus conflictos psíquicos. Agrega además el genial vienes lo siguiente “el yo se defiende contra la representación insoportable mediante el refugio en la enfermedad”.

La vida para un dependiente a las drogas se torna en insoportable si no las tiene y aun teniéndola desea morirse cuanto antes cuando ve que la solución existencial no existe luego de un tiempo de consumo.
También nos enseña cómo se va apartando de la realidad y al mismo tiempo ingresa por efecto del consumo, en este caso, en un mundo alucinatorio.

Hacia la enajenación colectiva


Parece ser la historia de una enajenación colectiva en vastos sectores en donde a más tecnociencia y más conocimiento del cerebro más soledad e incluso más necesidad de paliar esa soledad con sustancias.

Incluso muchos recomiendan usar drogas sabiendo incluso el daño que ocasiona en todo el organismo incluido el cerebro. Dementización precoz por ejemplo en gente joven.

Se va estableciendo un estado de alienación (alienus -extranjero de sí mismo) cuya meta con la droga es tender a un estado a-conflictivo y se intenta mágicamente la abolición de todo conflicto hasta llegar a la muerte misma ya que la vida es conflicto por superar o aceptar y va quedando encadenado en la repetición con la certeza de la nada como solución final.

Pero esta alienación es solo la etapa final de una sucesión de traumas, abandonos y de toda una infancia en donde faltaron palabras, limites, valores transmitidos.

El aparatito que nos ata es el vehículo de un ser solitario.

Tecnociencia sí, pero no con enajenación y alienación. Si desaparecen o se oscurecen los vínculos familiares lo traumático del vivir se apodera de nosotros y aparece la enajenación y la alienación.

Aparece el ser bulímico (“Boulimos” en griego hambre de buey) que, en sus excesos en comida, alcohol, drogas busca su propia extinción.

El ser humano crea su propio “campo de concentración”.

La muerte ya está ahí, pero si llegara a reconocer que hay algo más allá de mío sea un Tercero con quien hablar, escuchar y escucharse todo cambiaria. Pero esto parece imposible en muchos pacientes.

En la lógica de la devoración todo se resume en una compulsión y en una ilusión ciega sin porvenir. Así se va asociando a “manadas “que son grupos de desaparecidos sin nombre” (ghettos de una felicidad ilusoria y alucinatoria) unidos solo por la moneda-mercancía del que compra vende; todo se resume en consumidor /dealer. El capital humano (verdadero capital de los pueblos) termina en una narcosis colectiva.

* Dr. en Medicina, Rehabilitación en adicciones

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