OPINIóN
Disquisiciones

De qué hablamos cuando decimos “globalismo”

A grandes rasgos, no es lo mismo globalización que globalismo, considerándose a la primera como “un fenómeno de praxis” a la par que la segunda, “un modo de pensar”. Sin embargo, no está todo dicho: ¿en qué dosis ambos términos participan de la política, la economía e incluso la cultura toda?

15_09_2024_tecnologia_global_cedoc_g
| cedoc

Para los Estados, en sus mutuas relaciones, no puede haber según la razón ninguna otra manera de salir del estado anárquico, lleno de guerras, que abandonar, al igual que los individuos, su salvaje libertad (anárquica), someterse a públicas leyes coactivas para constituir así un Estado de naciones (civitas gentium) que, aumentando continuamente, llegue a abarcar a todos los pueblos del mundo. (La paz perpetua, Imanuel Kant ).

I. A partir de que en su discurso de la 73ª Asamblea General de Naciones Unidas en 2019, el Presidente Donald Trump afirmare su rechazo a lo que él llamó "ideología del globalismo", varios líderes políticos de la denominada “la nueva derecha” (debo el término a Agustín Laje) afines ideológicamente al norteamericano, han adoptado discursos similares anatemizando al globalismo.

Pero, y considerado que no existe una definición canónica que permita elucidar el significado de este vocablo, más allá de un fenómeno de eventual homonimia, y parafraseando al filósofo austriaco Wittgenstein, la filosofía política debería estar llamada a cumplir la tarea terapéutica de dilucidar cuales son concretamente los significados de aquellos vocablos y curar los “chichones” producidos por el mal uso- erróneo-del lenguaje y sus términos.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Una primera cuestión que se torna prioritaria es establecer si “globalización” y “globalismo” son sinónimos o no, o quesimplemente pertenecen a la misma “caja de herramientas” lingüística.

Adelantamos que, en general, la doctrina no considera que ambos términos sean sinónimos.

Según el diccionario Oxford, globalization, en su primer acepción, es la acción, el proceso o el hecho de hacer global y en segunda acepción, el proceso por el cual las empresas u otras organizaciones desarrollan influencia internacional o comienzan a operar a escala internacional, ampliamente considerado a expensas de la identidad nacional. Globalism por su parte es la creencia, teoría o práctica de adoptar o seguir un curso político o un sistema económico, basado en principios globales en lugar de nacionales.

Para el diccionario Cambridge, globalization es el aumento del comercio en todo el mundo, especialmente por parte de las grandes empresas que producen y comercializan bienes en muchos países diferentes. Globalism, en cambio, es la idea de que los acontecimientos en un país no pueden separarse de los de otro y que la política económica y exterior debe planificarse de manera internacional.

El diccionario de la Real Academia Española no contempla ninguna entrada para globalismo, pero sí para globalización, con tres acepciones: la extensión del ámbito propio de instituciones sociales, políticas y jurídicas a un plano internacional en su primera acepción; la difusión mundial de modos, valores o tendencias que fomentan la uniformidad de gustos y costumbres, en su segunda y elproceso por el que las economías y mercados, con el desarrollo de las tecnologías de la comunicación, adquieren una dimensión mundial, de modo que dependen cada vez más de los mercados externos y menos de la acción reguladora de los gobiernos, en su tercera acepción.

De acuerdo con lo hasta ahora dicho, parecería que el sentido y el significado de ambos conceptos no presentan grandes dificultades; las tres definiciones comentadas, aun con diferencias de matices en sus alcances, resultan concordantes: globalización sería un fenómeno que se describe en términos de praxis mientras que globalismo constituiría un modo de pensar.

En general, los trabajos académicos o de divulgación realizados mantienen las diferencias ontológicas comentadas; por supuesto, la ideología de cada autor tiñe el juicio que se formula por uno u otro concepto, resaltando las luces y las sombras que generan en la realidad.

En algunos casos, algunos autores han sido propensos a esbozar teorías conspirativas, del estilo de la archifamosa farsa de “los protocolos de los sabios de Sion”, a las que el hombre es tan afecto, que nublan la visión y tuercen el entendimiento hacia regiones fantásticas, poco sostenibles racionalmente.

No hay, en estos tiempos, espacio real o virtual que no se encuentre atravesado, influenciado o perforado por la globalización"

II. El sociólogo brasileño Octavio Ianni, comprometido ideológicamente con el socialismo ylas corrientes de izquierda latinoamericanas, presenta un inhabitual grado de plasticidad intelectual, armonizando y homogeneizando ambos conceptos.

En su libro Teorías de la globalización (México, Editorial Siglo XXI, 2004) y en sus restantes trabajos (La era del globalismo. Siglo xxi.; Metáforas de la globalización. Revista de ciencias sociales, (2), 9-19. Disponible en RIDAA-UNQ Repositorio Institucional Digital de Acceso Abierto de la Universidad Nacional de Quilmes) considera al globalismo como un fenómeno robusto, que excede a una simple ideología, peroque al mismo tiempo la contiene. En cambio, para hablar de globalización, opta por el uso de metáforas – prefiere especialmente la de “aldea global” - como expresión descriptiva e interpretativa fundamentada.

En La era del globalismo Ianni sostiene“…La metáfora se vuelve más auténtica y viva cuando se reconoce que prácticamente prescinde de la palabra: vuelve a la imagen predominante como forma de comunicación, información y fabulación”.

Respecto del globalismo, en el mismo trabajo, lo define como“…una formación social global, desigual y problemática pero global; una configuración geohistórica, social, económica, política y cultural contradictoria, incluso poco conocida en su anatomía y su dinámica”, dotada de peculiaridades específicas y de movimientos propios, aclarando que “…Está impregnada de tendencias ideológicas, así como de corrientes de pensamiento, la multiplicación de las formaciones nacionales y de los regímenes políticos, la pluralidad de las culturas, religiones, lenguas, etnias o razas...” y permeada por grupos y movimientos sociales, partidospolíticos y corrientes de opinión pública.

Por su parte, la visión del filósofo alemán Rüdiger Safranski, en general, muy crítico en sus trabajos con la burocratización de la política ymuy preocupado por la defensa de la identidad cultural europea, difiere con la del brasileño Ianni.

En ¿Cuánta globalización podemos soportar? (Buenos Aires, TusQuets editores, 2005) se cuestiona los aspectos negativos de los procesos globales, retoma la estructura dual sólida: globalización, para él, es un proceso múltiple y factico, que involucra cuestiones económicas, culturales, turísticas, científicas, técnicas y comunicativas; en cambio, globalismo es una idea o ideología que “…engendra la imagen de una sociedad mundial que se presenta mas unitaria de lo que en realidad es”.

Para Agustín Laje, la globalización es "un fenómeno de naturaleza económica más que política: la unificación del mundo en un mercado global, posibilitada por las nuevas tecnologías de la comunicación y el transporte”

Otro alemán, Ulrico Beck, pensador cercano al progresismo y al cosmopolitismo liberal, en ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización (1998, Barcelona, Paidós) también coincide, respecto al globalismo, con la categoría de idea o de concepción“…según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo…” reduciendo la pluridimensionalidad de la globalización, la que deviene como un fenómeno de convergencia de todas las sociedades y culturas, a una sola dimensión, la económica.

Finalmente, el filósofo argentino Agustín Laje, comprometido ideológicamente con movimientos que el mismo denomina “La Nueva Derecha”, en su libro Globalismo: ingeniería y control social en el Siglo XXI (2024, Harper Enfoque Nashville, Tennessee) mantiene el esquema dualista entre globalización y globalismo, planteando diferencias conceptuales respecto de otros autores, en especial, por su grave denuncia respecto de daños, actuales y futuros, causados en perjuicio del hombre y de su libertad, por actores globales de toda naturaleza (organizaciones multilaterales, organismos no gubernamentales, fundaciones, archimillonarios, etc.etc.).

Para ese autor la globalización es “…un fenómeno de naturaleza económica más que política: la unificación del mundo en un mercado global, posibilitada por las nuevas tecnologías de la comunicación y el transporte.”

En cambio, globalismo sería un concepto específicamente político, ya que “… supone la unificación del mundo bajo un gobierno global…” en la medida que “…es una nueva modalidad de dominación política sobre los hombres que pretende posicionarse por encima del Estado nacional” agregando que a tal fin “…precisa de una sustracción sostenida y sistemática de la soberanía de los Estados por parte de instituciones cuyo carácter es distinto del estatal”.

III. Surge de lo más arriba desarrollado, la carencia de una intuición canónica que arroje luz sobrelos significados buscados.

En mi opinión, la globalización implica acción, praxis, y no es solo un fenómeno económico, sino también político, cultural, antropológico, social y tecnológico. No hay, en estos tiempos, espacio real o virtual que no se encuentre atravesado, influenciado o perforado por la globalización.

Analizar sus beneficios y perjuicios excede los límites de estas limitadas reflexiones; empero,su actualización constante,la interacción entre los diferentes jugadores y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones disponibles urbi et orbi, entre otras realidades, impide, racionalmente,toda alternativa de negación o ceguera.

En cambio, desde mi perspectiva, el globalismo es un dispositivo – conforme Foucault en Dits et écrits y la lectura que hace de este texto Agamben -es decir un conjunto heterogéneo que incluye entre otras cosas, instituciones, normas, enunciados, discursos, proposiciones, estructuras, con una naturaleza esencialmente estratégica e inscripto en un juego de poder.

La misma heterogeneidad de su sustancia y su propia naturaleza inestable, cambiante por el impulso y participación de los que son llamados a actuar en ese escenario, impide formular un análisis crítico certero y categórico sobre este dispositivo, ya que todo juicio sólo será provisional.

Lo expuesto y el escepticismo que planteo, no implican complacencia ni tolerancia con estados de cosas generados por la indolencia o la ignorancia de los actores en ese juego.

Alternativas de mejoras en beneficio de la humanidad y en la persecución de la paz perpetua kantiana, merecerán otras reflexiones.

*Abogado y estudiante de Filosofía; Miembro fundador de la SBM