OPINIóN
Opinión

Educación: cuáles son los temas que aún esperan

A pesar de las sucesivas reformas de la educación desde mediados del siglo pasado, los temas que, al menos intentarían dar respuesta a algunos problemas actuales siguen ausentes en la agenda y en el aula.

Educación
Educación | AFP

A pesar de las sucesivas reformas de la educación argentina desde mediados del siglo pasado, los temas que darían (o al menos intentarían dar) respuesta a algunos problemas actuales del país, y el mundo, siguen ausentes en la agenda y en el aula.

Partamos de dificultades que son básicas: el Observatorio Argentinos por la Educación ha informado que de cada 100 estudiantes que empiezan la primaria, sólo 53 llegan al último año de la secundaria y apenas 16 desarrollan competencias aceptables en Lengua y Matemática. Esto dejar ver que para el debate de nuevos temas, nos encontraremos con grupos poco preparados para leer, hablar, o escribir en forma apropiada.

La educación argentina: reflexiones e iniciativas para salir del laberinto

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Cuando decimos nuevos temas, nos referimos a cuestiones inherentes al desarrollo de las sociedades y las personas que habitamos en ellas; estos tópicos tienen una relevancia superior al de muchos de los contenidos tradicionales, cuyas referencias hoy están al alcance de cualquier individuo, no importa su edad, gracias al magnífico universo de las redes.

Veamos algunos ejemplos. En este momento resultaría significativo reflexionar, mediante textos y otros materiales, sobre el fenómeno de la inmediatez en la comunicación humana y sus efectos en la organización de la vida y el trabajo, mucho más que la memorización de las etapas de la prehistoria. Procesos cruciales como el derrumbe de las utopías podrían situar mejor a un joven en su época que un trabajo práctico domiciliario sobre alguna novela u obra de teatro, atestado de fragmentos copiados de internet.

Es la educación…

La tendencia general a elegir los mismos productos culturales (música, ficciones, ropa y otros objetos), y la creciente estandarización a escala global de los comportamientos de consumo, podrían ser ciertamente más reveladores del espíritu de la era en que se vive que la interminable sucesión de veces en que se da para analizar oraciones.

Ni hablar de la aceleración de los factores de riesgo medioambiental. ¿En cuántos eslóganes vacíos de contenido, del tipo “salvemos el planeta” o “hay un solo mundo y es nuestra casa”, seguirán atrapados niños y jóvenes?, ¿En cuántas acciones o aventuras movidas por la moda o la vanidad cultural serán embarcados mientras en su vida cotidiana ciegamente potencian el problema?, ¿Cuánto tiempo más aceptaremos que el estudio de, por caso, la fotosíntesis le quite al tema la atención y consideración que exige?

Escuelas chárter: ¿la solución para mejorar la educación?

No subestimamos la importancia de las segundas opciones que indicamos en cada ejemplo. Pero ocurre que el conjunto de material digital con que contamos libremente resuelve gran parte del problema fuera de la escuela o la universidad, y podría reducirse a informes o presentaciones en clase (que, de paso, bien servirían para focalizar en las competencias orales).

Cantidades de conocimientos que se imparten en el aula se han transformado en material biodegradable y de rápida obsolescencia. Mientras tanto, el mundo crece en complejidad y nuestra comprensión tiene que acompañar ese proceso para no retardarse.

 

* Daniel Sinopoli. Director del Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades de UADE.