El Día de la Bandera fue celebrado como tantas veces en Rosario, se cumplieron 204 años del paso a la inmortalidad del prócer Manuel Belgrano. El intendente Pablo Javkin y el gobernador Maximiliano Pullaro precedieron al presidente Javier Milei en el acto, hablaron de historia, del patriótico legado de Belgrano, el mandatario provincial mencionó la candente lucha contra “las mafias y narcoterrorismo”, señaló que "los argentinos somos mucho más fuertes cuando estamos unidos y pidió que Milei mire “al país y al interior productivo, y resaltó la “necesidad de que los jóvenes estén en las universidades para unir el conocimiento con el sistema productivo”, desafiando con esas palabras los ataques de Milei contra el Estado y a veces contra las instituciones educativas públicas.
A su turno, Milei también se refirió a Belgrano y la bandera, citando que defendió la industria y la educación pública. Milei destacó cuando Belgrano desoye a Buenos Aires y lucha por la independencia en el Alto Perú con la bandera argentina. Sin embargo, vale recordar que el presidente ha
dicho que "adora ser el topo que destruye desde adentro al Estado”. Allí Milei definió a Belgrano cómo un “maximalista de la libertad” y a tono con su discurso libertario, recalcó que el prócer entendía que “éramos libres o no lo éramos”.
Sin embargo, lo cierto es que Belgrano pensaba un país muy distinto al que imagina Milei. El presidente sostuvo que la “libertad no pide permiso, la libertad se impone”, y que “no se espera las órdenes de ningún burócrata que especula con qué conviene o qué no”. Definió a la “libertad como un instinto innato de ser argentino”.
La cuestión aquí es interpretar a qué libertad se refería el Presidente. Porque no es la misma libertad que concebía Belgrano, claramente. ¿Es posible una autorrealización de los individuos de nuestra sociedad sin tejido social estable? ¿Puede una sociedad estar en armonía social sin una estructura más democrática?
También el presidente destacó al ejemplo de Belgrano como de “austeridad y honradez en el ejercicio de la función pública”, señalando que no cobraba como vocal en la Primera Junta. Incluso recordó que Belgrano “al recibir un premio de la Asamblea por sus victorias en Salta y Tucumán, lo donó para construir 4 escuelas en el Norte y que lamentablemente esas escuelas nunca se hicieron porque el dinero no llegó nunca adonde debía llegar”. Retomó en ese sentido su discurso sobre las “porosas manos de los políticos”.
Con esas palabras, Milei se desentendía de la situación ya judicializada sobre el manejo que hizo su Ministerio de Capital Humano respecto a la distribución de alimentos a sectores carenciados, y además el tema de los contratos con Organización de Estados Iberoamericanos. Como si se concibiera ajeno al mundo político de su propio Gabinete. Milei ensalzó la figura de Belgrano, pero ha reivindicado también la figura de Margaret Tatcher en diversas situaciones. Reivindica la soberanía sobre Malvinas, pero a Tatcher la destaca como "gran líder”, al igual que De Gaulle, Churchill y Reagan…
Tatcher fue la Primer Ministra Británica que en una horrible guerra entre el Reino Unido y Argentina bajo el gobierno del dictador Galtieri, hundió por fuera del área de exclusión al ARA Gral. Belgrano. Irónicamente llamado igual que el Prócer que Milei dice admirar.
* Lic. en Ciencias Políticos.
