OPINIóN
Rosada Entertainment Group

Como el tero, Milei es un profesional del caos

En ofensas sin límites, el Presidente critica a todos: “casta política” gobernadores, empresarios, industriales, sindicalistas, científicos, universitarios, economistas y periodistas. Con posteos nocturnos y un ejército de trolls digita el “entretenimiento popular” del día siguiente, mientras gobierna sin un plan entendible y los ciudadanos sufren desprotegidos. ¿Dónde quedó la unidad nacional?

Tero 20240906
Pajaro Tero. | Pixabay

Mucha gente se pregunta porqué el presidente Milei despotrica a diestra y siniestra, a todo el mundo; inclusive llamó mucho la atención que, en uno de sus primeros viajes al exterior, insultara a los poderosos empresarios, funcionarios y financistas globales, reunidos en el Foro de Davos, acusándolos prácticamente de socialistas y colectivistas, por “apoyar a los parásitos que viven del Estado y colocándose él en el papel de salvador de un Occidente en crisis”, en un discurso ideológico muy abstracto y sin abordar los desafíos del mundo actual, ni económicos, ni geopolíticos; además hizo referencia a una “Argentina que a inicios del 1900 era la primera potencia mundial” (sic) (¿?). 

Durante su campaña electoral ha dicho barbaridades como que el Papa Francisco, es "el representante del maligno" en la Tierra y promotor del comunismo; además de insultar a los presidentes “comunistas”, Xi de China, Lula Da Silva de Brasil y Putin de Rusia, con los cuales nunca tendría relaciones, colocándolos a todos ellos, siempre “del lado del mal”. Todos ellos gobiernan países bastante capitalistas. Mantener una diplomacia ideologizada, hacia un lado o hacia otro, sólo anticipa nuevos y graves problemas para Argentina.

“Argentina no tiene un presidente sino un troll en jefe”

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Sus primeros discursos críticos se focalizaron hacia la “casta política” en general; les siguieron los ataques directos a diputados, senadores, gobernadores, empresarios, industriales,sindicalistas, científicos, universitarios, economistas (inclusive a los más ortodoxos) y últimamente a los periodistas, llegando al colmo de decretar una severa limitación a la información pública, pese a las leyes preexistentes. 

Contradicciones sucesivas a sus dichos anteriores y a su declamada liberalidad libertaria, no hicieron mella en su pudor o en sus activas ofensas sin límites. Su autoproclamación a la candidatura al Premio Nobel de Economía es un ingrediente adicional más que interesante de su personalidad. ¿Estaremos en presencia de un genio incomprendido por el mundo o una persona que gira en un microclima tan estrecho que no puede dimensionar las implicancias de sus expresiones?

Mantener una diplomacia ideologizada, hacia un lado o hacia otro, sólo anticipa nuevos y graves problemas para Argentina"

Nada de eso. Se trata de un modus operandi comunicacional, en manos de un personaje cuyo “physique du rôle” encaja en la metodología y en los objetivos que se intenta lograr. Hay muchos modos de controlar a una sociedad; desde la fuerza bruta hasta las sutilezas demagógicas; pero en los últimos tiempos el modo más usado y perfecto es, como hace milenios, el “divide y reinarás”, y consiste en polarizarla para lograr segmentarla y dividirla en tantas fracciones como sea posible, de modo que se peleen entre ellas, anulándose mutuamente, mientras el operador de ese proceso de división prosigue con sus objetivos, instalados en otras cuestiones. 

Hacen como el tero, que pone el huevo en un lado y grita en otro. Los gobiernos anteriores ya habían comenzado este proceso que ahora adquiere una mayor perfección por la intensa utilización de las redes sociales.

Milei polariza continuamente para crear la agenda diaria, semanal o mensual. Crea el entretenimiento que se transmite por los medios de comunicación o las redes. Muy interesante es el proceso cíclico de mover “el batallón militante” de trolls durante la noche, para que las redacciones de los diarios reflejen sus opiniones a la mañana siguiente, artículos que son leídos por los noticieros televisivos matutinos, los que luego son debatidos en los programas vespertinos; en un ciclo que se asemeja al “juego del teléfono descompuesto” por sus transformaciones e interpretaciones; finalmente todo termina a toda orquesta en los programas nocturnos, totalmente polarizados, de tan clara propaganda política que, por insistencia, logran superar al mismo Goebbels.

Cristina Kirchner le respondió a Milei: "Cuando quieras -porque tiempo tenés… y lo dedicas a boludear en las redes- te espero en el Patria"

Así todos los días comienza un nuevo ciclo de “entretenimiento político popular”, mientras las decisiones económicas fundamentales siguen su curso, sin un plan coherente o entendible, que hasta los economistas liberales critican y le dan un mal pronóstico, mientras todos los actores o sectores pelean para no quedar desprotegidos o rezagados. 

Muy interesante es el proceso cíclico de mover 'el batallón militante'de trolls durante la noche, para que las redacciones de los diarios reflejen sus opiniones a la mañana siguiente, y la televisión en los debates vespertinos y los programas nocturnos"

La incertidumbre generalizada y la esperanza popular aún presente, se entremezclan porque la oposición tampoco plantea alternativas entendibles; sólo siguen esperando un deterioro mayor o la caída de la imagen del gobierno.

Esa maquinaria polarizadora para dividir a la sociedad tiene objetivos, como la del tero; una es disimular los continuos fracasos de objetivos no logrados; otra es enmascarar los objetivos destructivos del Estado, previamente confesados uti et orbi, y con ello debilitar fuertemente a la Nación para que sea una fácil presa aprovechable por algunos poderosos de turno, como recientemente confesara.

Guerra de trolls: usuarios fanáticos de Victoria Villarruel se metieron en las redes sociales de Karina Milei

Recordemos que, durante la campaña, Milei siempre mencionaba a su guía espiritual, la Sra Margaret Tatcher, cuyo dogma religioso indicaba que “no existe la sociedad; solo hay individuos”. En otras palabras, vale la ley de la selva, donde el fuerte se fagocita al débil. También repetía que “el concepto de Justicia Social es aberrante, es robarle a alguien para darle a otro".

El principal objetivo de la polarización es fragmentar a la sociedad, en términos sociales, económicos y políticos, con el fin de mantener, en su propia y objetiva debilidad, una posición política de relativo poder circunstancial, y con ello demorar la consolidación de una posición nacional integradora, que permita aumentar el desarrollo de un poder nacional y lograr darle un cierto bienestar del pueblo. 

Un pueblo además muy cansado de tantas peleas internas. En otros términos, Milei se convierte en la nueva casta que sigue las metodologías de polarización de sus antecesores; pero ahora con mayor precisión tecnológica y apoyado por los nuevos algoritmos de las empresas ultra tecnológicas que analizan la Big-Data y determinan, mediante estudiados algoritmos, nuevos cursos de fragmentación política o de entretenimiento social.

En términos doctrinarios todo esto se conoce como guerra cognitiva. La ciencia ya ha estudiado cómo el cerebro procesa las informaciones que recibe y mediante los algoritmos se puede “orientar”, mediante fakenews o elaboradas comunicaciones, la emotividad de sectores que a la larga llevan el odio hacia los demás y que, en conjunto, terminan armando el rompecabezas de ruptura de toda la sociedad. 

Hacen como el tero, que pone el huevo en un lado y grita en otro"

Por eso se habla, internacionalmente, de los “ingenieros del caos”. Resulta altamente sospechoso que, en el Día de la Industria, Milei en su discurso haya revivido en forma insidiosa una antinomia entre campo e industria, tema hoy inexistente, perimido y largamente superado. Acordar o vetar leyes, desmentir a sus funcionarios, castigar a jubilados, a docentes universitarios y al desarrollo científico (como se está haciendo), solo sirve para generar más desconfianza o para ganar un tiempo cada vez más corto. 

El recambio continuo de funcionarios gubernamentales y sus peleas internas sólo muestran la fragilidad y debilidad ideológica de toda la estructura mileísta. Poco puede esperarse de todo ello. 

Esta triste etapa de confusión de las ideas políticas necesita una necesaria, pero corta pausa para la reflexión del pensamiento nacional y el reencuentro de los argentinos. Unidad Nacional no es crear una opción política conciliadora, moderada, o “del medio”. Es buscar algo distinto a lo visto en las últimas décadas y de características patrióticas. Es necesario romper el cerco polarizador que nos atrapa, volver a dialogar para encontrar, entre todos los nacionales, una salida a esta crisis superlativa. Difíciles momentos vendrán si no lo logramos.

*Consultor de riesgo geopolítico