OPINIóN
Guerra cognitiva

Atacar, dividir, controlar

Los estrategas del mileísmo parecen muy modernos pero aplican uno de los recursos más antiguos del arte de la guerra, descripto hace milenios por Tsun Tzu: atacar para que el otro se defienda o, al menos, se distraiga con temas secundarios. Es un método de control social. Cómo funciona.

Tsun Tzu estratega de guerra chino, del siglo V a. C. 20241108
Tsun Tzu estratega de guerra chino, del siglo V a. C. | X @Legadoresistant

La política actual se ejerce, aquí y allá, manipulando agresivamente las emocionalidades negativas, quebrando los códigos de la convivencia democrática, con ausencia de límites; todo descripto en los manuales de la guerra cognitiva por la cual se alimentan múltiples fragmentaciones y divisiones, para imponer un modelo socio-económico diseñado para beneficio de pocos. 

Resulta evidente que los estrategas del mileísmo han estudiado y aplican rigurosamente los manuales de estrategia, desorientando y fraccionando a toda la sociedad y más aún, a toda la oposición. Aplican uno de los métodos tradicionales del arte de la guerra, descripto desde hace milenios por Tsun Tzu: atacar para que el otro se defienda, o al menos, se entretenga en temas secundarios, perdiendo el sentido de lo principal y de lo realmente importante, perjudicando así su imagen frente a la opinión pública

Dejando de lado momentáneamente el ya desgastado ataque genérico a la “casta” se observa un sostenido ataque comunicacional, en pasos sucesivos, a todos los sectores sociales y políticos que encuentra a su paso: los diputados y senadores, los movimientos sociales, los gobernadores, los universitarios, los “aerolíneos”, los sindicatos, los industriales, los economistas, los diplomáticos, los periodistas, los medios de comunicación, los radicales (con Alfonsín), los del PRO (con LLA en CABA), los peronistas, los kirchneristas, los militares (con IOSFA, su Obra Social), la Corte Suprema,los judiciales, los de AFIP; y algunos más. 

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El propósito central de esta maniobra estratégica es mantener a raya a sus “naturales opositores”, mientras sus objetivos principales, encuadrados en el DNU 70/2024 y la Ley de Bases, se van cumpliendo inexorablemente, con mínima oposición"

No es por el “ajuste” o para bajar la inflación. Es un método de control social. 

La respuesta de todos ellos ha sido, aunque diversa, defenderse del ataque, sin siquiera relacionarlo con una estrategia de distracción comunicacional. En muchos casos, el ataque y la promesa de sanciones o castigos, ha sido reglamentariamente ilegal, y por lo tanto de difícil concreción, pero eso es un detalle sin importancia para el gobierno, ya que el propósito central de esta maniobra estratégica es mantener a raya a un gran espectro de sus “naturales opositores”, mientras que sus objetivos principales, encuadrados en el DNU 70/2024 y la Ley de Bases, se van cumpliendo inexorablemente, con mínima oposición.

Por otro lado, siguen operando sobre toda la sociedad con los manuales de la guerra cognitiva, definida por la NATO como “el arte de utilizar tecnologías para alterar la cognición de objetivos humanos, la mayoría de las veces sin su conocimiento y consentimiento”, fraccionando continuamente a la sociedad, que es el objetivo central actual del mileísmo, grupo político pequeño, pero que, con el poder de la presidencia y el fraccionamiento del resto de los espacios políticos, les permite seguir operando con cierta comodidad. El milenario “divide y reinarás”. 

El peligro es que una sociedad fragmentada tiende a perder el sentido de pertenencia a la comunidad como un todo, prevaleciendo las identidades conformadas a partir de cada fragmento individual, por lo que terminan chocando unos contra los otros, enfrentándose mutuamente, esterilizándose en conflictos que se repiten y que nunca logran alcanzar una síntesis superadora.

En otro plano, utilizando sucesivas reuniones, donde se aplican elementales “zanahorias y garrotes”, han logrado fraccionar a los gobernadores, a los intendentes, a los diputados y senadores, a los productores, a los sindicalistas, es decir a la “casta inicial”. 

Es evidente también que tienen un acuerdo con el cristi-kirchnerismo para polarizar políticamente entre ellos, y evitar por derecha (PRO, ya parcialmente cooptado) o por izquierda (peronismo no kirchneristas más otros), el crecimiento de otras alternativas políticas. Dentro del acuerdo está seguramente la entrada de Lijo a la CSJ (por algo insisten, pese a tener la prensa liberal en contra) para solucionarle los problemas judiciales a CFK, la que asumiendo la presidencia del PJ, culminará con su reducción a la mínima expresión (concentrada en la PBA) o a su definitiva destrucción. 

La mayoría de la oposición, que no entró en esos acuerdos, está aparentemente desorientada, corriendo detrás de los acontecimientos de la agenda que le arma el gobierno, día a día, semana a semana. Es una oposición ideal, perdida, miope, separada del pueblo, cada vez menos representativa y cooptada por diversas ideas globalistas, acercadas por variantes de los mismos poderes que sostienen al mileísmo.

Tienen un acuerdo con el cristi-kirchnerismo para polarizar políticamente entre ellos, y evitar por derecha o por izquierda, el crecimiento de otras alternativas políticas"

La “desorientación” podría tener varias interpretaciones: ignorancia de los manuales de guerra cognitiva, de los principios básicos de la estrategia comunicacional moderna, comodidad, resignación, coincidencia programática, o bien complicidad oculta. Difícil saberlo en cada caso. Pero su falta de respuesta, sin asomar la cabeza, les augura un destino común: su desaparición de la escena a corto o mediano plazo, por la alta capacidad de “packman” (comer, absorber o destruir) que tienen los nuevos cabecillas mileístas. 

Un juego realmente perverso es seguir aparentando oposición, polarizando con el gobierno, aduciendo, erróneamente, que para combatir a Milei en el terreno político no hay otro remedio más que imitarlo. Son aquellos sostenedores, mientras gobernaban, de las (similares) tesis polarizantesde Laclau, en cuanto a la antinomia amigo-enemigo. 

Es fácil entender que no se puede contrarrestar ese ataque fraccionador, utilizando sus mismas armas, porque esa vía conduce a retroalimentar el mismo mecanismo de la fragmentación que ellos promueven. Contribuyen así a la fragmentación gubernamental con más fragmentación. 

Qué pasa con la oposición

Salvo que la fragmentación también sea un buen negocio para esa aparente o falsa oposición, lo que equivaldría a decir que existiría un acuerdo tácito, de conveniencia mutua, entre Milei y CFK. Frente a eso el verdadero dilema es Integración versus Desintegración, social y política. 

Para salir de esta trampa mortal, es imprescindible contrarrestar y superar estos escollos, en orden a reconstruir, en el campo político, las bases del movimiento nacional. 

A las fuerzas que promueve el conflicto y los enfrentamientos es necesario oponerle una fuerza que, hoy más que nunca, promueva la unidad. Para ello es necesario apoyar lo positivo que tiene la mayoría de los cuadros políticos nacionales, es decir, sus valores, emociones, patriotismo, propuestas y programas que funcionan como antídotos al veneno propagado por Milei. 

El empuje de una auténtica rebelión de la militancia debería transformarse en banderas convocantes de la unidad nacional, dejando en un segundo plano diferencias culturales, históricas, ideológicas o geopolíticas, que, por la gravedad actual, su atención o su debate, debería postergarse para más adelante. 

En cada momento histórico existen contradicciones principales y secundarias; es clave entenderlo para lograr la mayor unidad posible y detener una peligrosa destrucción de nuestras bases materiales. 

La auténtica política es el ejercicio que propicia la unidad y la integración de lo diverso en función de un proyecto de Nación inclusivo. Es necesario romper el cerco polarizador que nos atrapa, volver a dialogar para encontrar, entre todos los nacionales, una salida a esta crisis superlativa. Difíciles momentos vendrán si no lo logramos.


* Consultor de riesgo geopolítico, Lic. Cs. Químicas FCEN UBA, Consultor Análisis Geopolítico, ex profesor de Escuela Superior de Guerra (ESG), ex miembro de Centro de Estudios Estratégicos de Ejército FFAA, ex socio Empresas de Comercio Internacional, ex consultor internacional en Transferencia Tecnológica