El exbajista de Riff Victor Bereciartúa, mejor conocido como “Vitico”, festejó su cumpleaños 76 junto a sus fanáticos en Makena Cantina Club, escenario icónico del rock nacional, donde brindó un show con su actual formación Vitico y Los Leones. Con más de medio siglo de carrera, El Canciller no se cansa y demuestra que la edad no es un límite para un rockstar. Al respecto, dice sentirse “muy bien” y estar “convencido” de que tiene 30 años, lo cual es respaldado por su energía al tocar en vivo.
La cita estaba pactada para las 22 en el club nocturno ubicado en Palermo, que vio pasar en su tarima a leyendas como Skay Beilinson, Charly García y Fito Páez. Sin embargo, desde una hora antes ya se veía gente esperando en la puerta. Si bien el público estaba compuesto por generaciones variadas, todos tenían algo en común: un código de vestimenta tácito, reconocible por las camperas de cuero y las remeras con logos de bandas nacionales emblemáticas del género. Como no podía ser de otra manera, abundaban las del conjunto creado por Pappo, así como las de Viticus (grupo anterior del protagonista de la velada) y Los Leones.
Murió Willy Quiroga uno de los fundadores de Vox Dei
El silencio y leve frío de la noche contrastaban con lo que se vivía dentro del establecimiento. Una vez atravesadas las puertas, los invitados eran recibidos por el ruido de la música y la calidez proveniente de las luces del escenario. En la previa al evento principal, los presentes "entraban en calor" al escuchar a través de los parlantes a formaciones como The Allman Brothers Band, AC/DC, Led Zeppelin y Black Sabbath, un adelanto del estilo de rock que se tocaría esa noche.
Mientras tanto, en el backstage, Vitico, Alejandro Soto (batería) y los hermanos Demon y Pollo Pistarelli (guitarras) preparaban el setlist que presentarían en unos momentos. En la vorágine de la ultimación de los detalles, el equipo técnico entraba y salía del área. En tanto, El Canciller, con camisa abierta y esperando unas pizzas que comería al finalizar la entrevista con este medio, mantenía una serenidad que dejaba entrever la experiencia de tantos años arriba de un escenario.
Llevás más de medio siglo haciendo música. No cualquiera llega tan lejos ni se mantiene tanto tiempo haciendo lo mismo...
Bueno, tengo la suerte de estar con Los Leones, que hacen que me mantenga mucho mejor.
¿Cómo se sigue motivado a esta altura de la vida para seguir dedicándose a la música? Sobre todo al rock, que es un género donde se requiere mucha energía.
No sé, pero a mí nunca se me fueron las ganas ni de tocar ni de tantas otras cosas. Estoy convencido de que tengo 30 años y está bien. No necesito nada salvo a ellos (señalando a sus compañeros, quienes asienten y se ríen, para luego continuar escribiendo la lista de temas).
Como dije antes, tenés una larga trayectoria y viviste los cambios del rock con las décadas. ¿Se volvió a esa "milanesa ablandada" antes de Riff que mencionó Pappo?
"Habían ablandado mucho la milanesa"... Era cierto, era cierto. Para mí, el rock de verdad empieza con Riff. Sin desmerecer a los de antes, pero no era rock lo que hacían.
En mi opinión ahora no hubo reposición, pero no solamente acá, sino que en el norte tampoco, porque no hay nuevas bandas de rock. Todo lo dirige el sistema. Les conviene más traer un DJ de Finlandia que viene con el novio, la novia o los dos, que una banda de rock.
El rock ya pasó su mejor momento, lo cual no quiere decir que no va a existir más, pero estás hablando con uno de los últimos exponentes del rock en serio. Son épocas y modas, pero estoy muy contento de seguir haciendo lo que me gusta. Todo tiene su mejor momento y después queda ubicado. Por suerte hay mucha gente a la que le gusta lo que hacemos.
Algo que dijiste también, a raíz de la publicación de tus memorias, es que Riff "había tenido los huevos" de ir contra todo lo que estaba establecido. ¿Sentís que hoy en día al rock le falta esa actitud?
Yo tengo esos huevos, nosotros [Los Leones] los tenemos (ríe). El resto no sé, yo no juzgo a nadie.
Otra de las experiencias que contás es el tiempo que estuviste viviendo afuera. ¿Cómo te marcó eso tanto a nivel personal como a nivel artístico?
Me hizo muy bien. Aprendí cómo se hacen las cosas en realidad en el rock, cómo se hacen los shows, cómo se suena perfecto, a respetar los horarios... Me costó un poco el inglés (ríe), pero después me acostumbré y anduvo todo muy bien.
Siguiendo con tus orígenes del rock, vos relatás que te decían "Cajetilla" porque tu familia tenía recursos económicos que te habían preparado para trabajar y estudiar, así como que trabajaste en la Caja de Subsidios Familiares para Empleados de Comercio durante tu época en Riff. Algunos marcaron una ironía con la imagen que se tiene del rock, proveniente de clases quizás más bajas.
Relacionar al rock con las clases sociales es una estupidez. Además, para mí las clases no existen. Podés ser la mejor persona o el mejor exponente del rock siendo de clase baja o alta. Yo no diferencio a la gente por clases, sino por cómo es: buena o mala persona. Las clases no tienen nada que ver con el rock. Se puede ser de cualquier clase y hacer las cosas mucho mejor uno de clase baja que otro de clase alta. Esas separaciones para mí nunca existieron.
La definición del rock y la motivación para comenzar de cero
Riff tuvo un éxito innegable. Muchos podrían quedarse con eso y no moverse de ese lugar, pero estás con otros proyectos, con gente más joven que vos incluso cuando tocabas en Viticus. ¿Cómo se siente arrancar de cero cuando ya tuviste la gloria? ¿Se sigue con la misma garra?
Lo más divertido es cuando te estás haciendo de abajo porque tocás más seguido. Aparte tengo la suerte de estar con ellos, que son gente de primerísima: Los leones y Alejandro Soto. De otra forma no estaría acá.
La gloria se gana cada vez que tocás bien, ni siquiera depende de la gente. Y en este momento la gloria es la de Racing (ríe) [N. de la R: por su reciente consagración en la Copa Sudamericana].
¿Cómo definirías el rock?
Es una forma de ser y de no estar en la estructura del sistema. Yo sigo sin estar en la estructura del sistema. Desde que salió, ayudó mucho a liberar a las sociedades sexualmente y de que no se fuera tan careta, nada más. No cambió al mundo, pero hizo muy buena música y entusiasmo.
¿Qué se necesita para hacer rock?
Tener ganas y nacer con eso.
Uno de los comentarios de un fanático en una de tus publicaciones era "AC/DC y Riff formaron mi ADN musical". ¿Qué se siente saber que marcaste, y seguís marcando, generaciones con tus distintos proyectos, ya sea Riff, Viticus o Los Leones?
Se siente muy bien. Así es como se siente: muy bien. También es parte de esa motivación para seguir, por supuesto.
¿Justamente por eso festejás tu cumpleaños con la gente en este lugar emblemático? Es una manera de devolverle el gesto a tus fanáticos.
Sí, es una especie de festejo entre todos. También tocamos el sábado en Marcos Paz. Estamos muy activos.
Los obstáculos y las enseñanzas de la vida
En una entrevista mencionás que tu vida es una "carrera de obstáculos". ¿Sigue siendo así?
Si fue una carrera de obstáculos, los pasé todos. Para todo siempre surgen inconvenientes y solo hay que tener huevos, afrontar los inconvenientes, pasarlos y seguir adelante. Esto no es solamente para mí, es para todos, ¿ok? Y se trata de mejorar cada día, de ser mejor persona y hacer mejor lo que es eso.
Después de una trayectoria tan larga, ¿tenés algo pendiente?
No (reflexiona). Seguir con este proyecto. Ahora estamos con los temas nuevos, eso es lo que está pendiente, pero los estamos haciendo.
¿Algún adelanto para la gente?
Salen en el 2025. Esos temas les van a gustar mucho (sonríe).
—¿Qué enseñanza te llevás a esta altura de la vida?
Vale mucho más alguien gracioso y que toque bien para hacer una banda que un virtuoso. No hacen falta los virtuosos en el rock, tipos que toquen muy bien y que generalmente sean unos pelotudos. Con que toquen bien y sean graciosos, ya está.
Pogos, clásicos del rock nacional y tributo a Pappo: la fiesta de Vitico y Los Leones en Makena
Cerca de las 23:30, la estrella de la noche apareció con su formación al ritmo de "Rayo luminoso", de Riff. Ya desde el primer acorde la gente se acercó lo más posible al escenario para corear el estribillo del tema. Tampoco se hicieron esperar los pogos, que se intensificaron con el pasar de la noche.
En medio de un juego de luces que alternaba entre el azul y rojo, acompañando la intensidad de los himnos del rock nacional, otras de las pistas de Riff que Vitico y Los Leones interpretaron fueron "Macadam 3... 2... 1... 0", "Necesitamos más acción", "La espada sagrada", "Ex-terminador", "En la ciudad del gran río" y "Que sea rock", quizá una de las más icónicas y aclamadas de la velada.
"¿La estamos pasando bien Makena? Gracias por venir al festejo de mi cumpleaños", expresó El Canciller luego de la primera tanda. En respuesta, el público comenzó a entonar la canción del feliz cumpleaños. Después de ese regalo por parte de la gente, Vitico presentó un obsequio para sus seguidores. "Si me dan cinco minutos, vuelvo con una sorpresa", fue el enigmático adelanto, antes de abandonar el escenario.
Tal como prometió, unos momentos después reapareció. Sin embargo, no estaba acompañado por Los Leones, sino por los miembros de Viticus: Nicolás Bereciartúa (su hijo, en guitarra), Jerónimo Sica (batería) y Gastón Videla (guitarra). "Voy a tener el orgullo y el gusto de hacer un tema de Viticus con Viticus", fue el pie que el rockstar le dio a "La autopista", que fue seguida de "Sube a Mi Voiture", de Pappo.
Ya con su formación actual de vuelta en escena, fue el turno de "No obstante lo cual" y "No detenga su motor". Continuando el tributo a quien fue su compañero en el pasado, tocó "Ruedas de metal". "Esta que vamos a hacer ahora, se la dedico especialmente a Pappo. Quiero que la cantemos todos", comentó al inicio, ante lo que el público comenzó a corear: "Y dale Pappo, dale, dale Pappo".
En la última tanda, la energía era incluso mayor que al inicio, con pogos todavía más grandes y círculos de baile, mientras que algunos agitaban sus remeras como banderas. En medio de esa vorágine, los músicos interpretaron "Sucio y desprolijo", para coronar la noche con "Susy Cadillac". De esa manera, Vitico y Los Leones dieron cierre a una velada donde se vivió "el rock de verdad", como diría El Canciller.
cp