El ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, analizó el desarrollo de la marcha LGBTQ+ que se realizó el sábado en la Ciudad de Buenos Aires y donde no se aplicó el protocolo impulsado por Patricia Bullrich. “Celebro que la gente se pudo expresar y que nosotros ejercimos el rol de contralor de la seguridad”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Waldo Wolff es el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Anteriormente, fue secretario de Asuntos Públicos de la Ciudad en 2022, diputado nacional en 2015 por Juntos Por el Cambio. Además, fue dirigente de la Sociedad Hebraica Argentina, vicepresidente y presidente de la Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos y vicepresidente de la DAIA.
Me gustaría primero un análisis suyo sobre el aumento de la inseguridad. Hablábamos recién con su par de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, quien nos reconocía que, a pesar de que habían bajado los homicidios, los delitos punibles habían aumentado un 7% en la provincia de Buenos Aires. Y decía que no solamente en la provincia de Buenos Aires, sino en el resto del país en proporciones similares.
¿En qué medida es responsabilidad de lo que pueden hacer las fuerzas de seguridad? ¿Y hasta qué punto es esperable si es que hay alguna relación entre una crisis económica y el aumento de los delitos?
En primer lugar, es bueno saber que se reconoce que hay un aumento de la inseguridad en el conurbano, porque hasta ahora me venían diciendo desde la provincia de Buenos Aires que era una instalación periodística, mediática, electoral mía.
Y la verdad es que, desde el mes de agosto, empecé a denunciar un incremento de los ataques a policías de la ciudad, que viven en la provincia de Buenos Aires. Y esto es importante explicarlo. La información respecto de lo que le pasa a los policías, no la damos porque sean atacados por su condición de policías.
Sino porque en este mundo de encuestas, de datos, de cifras, que muchas veces son difíciles de cotejar y cualquiera tiene una cifra al azar para instalar un tema es un dato relevante. La cantidad de policías que yo tengo, la población de policías de la ciudad que viven en la provincia, es la misma: alrededor de 20.000.
Y cada vez que uno de estos agentes tiene un enfrentamiento a mano armada ellos tienen la obligación de denunciarlo a su superior y en la jurisdicción local. O sea, que yo me entero en tiempo real de lo que pasa cada noche y cada día respecto del personal nuestro en todas partes. Como la mayoría vive en la provincia es un número innegable.
Esos 20.000 policías, en el año 2023, tuvieron 98 enfrentamientos a mano armada en la provincia de Buenos Aires cuando entran o salen de su casa para venir a trabajar a la ciudad. En el año 2024, tuvieron 176. O sea, en el año 2023, un ataque cada tres días; en el año 2024, un ataque cada dos días; y en lo que va del 2025, hoy que llevamos 35 días, ya tenemos 38 ataques. O sea, más de uno por día.
Es innegable que los ataques a mano armada en el conurbano aumentaron. Ahora, si quiere discutimos si es una cuestión social, si se resuelve desde un solo lugar, desde dos lugares, desde tres lugares... Ahora, que aumentaron los hechos, a mí que no me lo cuente nadie, porque en lo que va de mi gestión, que cumplo 14 meses, el viernes estuve en seis entierros de policías de la ciudad en la provincia de Buenos Aires que sufrieron ataques.
¿Es normal que un ministro de una ciudad como la de Buenos Aires tenga que ir a seis entierros de policías? Bueno, evidentemente hay una pequeña guerra en el conurbano, y lo dicen las cifras, no lo digo yo. Y qué bueno que Alonso lo reconozca.
Estos datos, en un punto parecen lógicos. Si usted tiene que el Producto Bruto cae un 3%, aumenta el desempleo, tiene una crisis económica, lógicamente, hay una relación. Por supuesto que no lo explica totalmente, porque no es el único elemento. De hecho, hay países más pobres con menos delito y países más ricos con más delito. Pero, obviamente, el aumento de la pobreza es un factor.
Yo respeto su lógica, la de Alonso, y me reservo la mía, no porque le escape al análisis, sino porque yo soy ministro de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Esto es una discusión que tiene que dar el Congreso, que tiene que dar el periodismo, que tienen que dar los intelectuales, que tienen que dar los actores sociales, que tienen que dar los diputados.
La verdad es que como ministro de Seguridad no tiene sentido que yo haga de analista socioeconómico respecto de si a mis policías los tirotean porque hay devaluación o ver si a mí me parece que ese también es un factor, por el cual aumenta o no se resuelve desde la provincia de Buenos Aires la inseguridad. Porque la verdad que no es tarea mía.
Yo tengo que sentarme con él a ver cómo tengo más retenes en los puentes que cruzan la General Paz, que tiene 24 km de largo. La Ciudad de Buenos Aires no está separada por la provincia de Buenos Aires, ni por un océano ni por una cordillera.
Recién el propio ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires recién nos decía que estaba a favor de la baja de la edad de imputabilidad y reclamaba también un cambio en la justicia.
Nosotros no debemos ser relatores de la realidad cuando estamos en el poder ejecutivo. Usted describió un poco mi trayectoria, yo fui 8 años diputado, y usted me llamaba y yo le hablaba de toda una serie de cuestiones. Nosotros tenemos que llevar soluciones.
Por eso, desde la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de gobierno, Jorge Macri, el 1° de marzo del año pasado, ya llevó el pedido de la votación de la Ley de Reiterancia, que en nuestro caso solamente implica el 20% de los delitos penales, porque no tenemos transferido todo a la Ciudad de Buenos Aires.
Yo lo invito a Alonso, a que Axel Kicillof lleve ahora, 1° de marzo, a la provincia de Buenos Aires un pedido para que se trate reiterar en la provincia de Buenos Aires. Digo, nosotros no podemos discutir esto. Además, me acabo de enterar y celebro que Alonso esté a favor de la baja de la edad de imputabilidad, porque hasta ahora yo al kirchnerismo lo había escuchado decir que no.
Entonces, me pregunta a mí si la única solución es la baja de la edad de imputabilidad. Por supuesto que no. Hay que bajar la imputabilidad, hay que analizar las familias que educan en el delito a sus hijos, y hacerles una quita de patria potestad a aquellos que, siendo inimputables hasta los 16 años, los sacan a robar.
Y a nosotros nos pasa. Por ejemplo, si un menor de 15 años rompe un auto, roba un teléfono, lo llevamos detenido, el fiscal lo manda al centro de menores, por ejemplo, y viene el mismo padre que al otro día lo saca a robar nuevamente.
Entonces, el Estado tiene que quitarle la patria potestad, después de hacer un análisis jurídico-ambiental de la familia y ponerlo en algún lugar que lo rehabiliten en serio, no que le enseñen a robar, donde pueda tener educación en valores y demás.
Pero las propuestas las tenemos que hacer nosotros, no ser relatores de la realidad. Así que bienvenido que Alonso me acabe de enterar que está de acuerdo con la baja de imputabilidad. Que lo lleve al Congreso, yo lo acompaño, fui diputado, se lo firmo, lo llevamos rápidamente, como hicimos con el tema de Reiterancia en la Ciudad de Buenos a instancias de Jorge Macri y todo mi espacio. Yo estoy plenamente de acuerdo también.
Claudio Mardones (CM): Cómo quedó su relación con el ex secretario de Seguridad porteño, Diego Kravetz, luego de que pasara a ser el número dos de Secretaría de Inteligencia del Estado y de que se conociera un video en el que se lo ve golpeando a un menor de edad. ¿Cuándo se enteró usted de la salida de Kravetz? ¿Y cómo quedó su relación con quien fue un funcionario tan importante de su ministerio?
Me enteré el mismo día que se fue y la relación quedó en buenos términos. Tenemos conversaciones operativas respecto del lugar que él ocupa y del que ocupo yo. La verdad es que no hay incumbencia de la SIDE con nuestro espacio salvo por alguna orden judicial, así que quedó en términos operativos vigente. Así que bueno, ahí le contesté las dos preguntas, me entere igual que usted.
CM: El Ministro Alonso, dijo que en una reunión que había tenido con usted les habían provisto información de inteligencia vinculada a cómo funcionaban distintas redes delictivas que tenían epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, pero que se movían en la provincia de Buenos Aires. ¿Queda alguna hoja de ruta al respecto o cómo va a seguir la relación entre las dos jurisdicciones después de todo lo que ha pasado?
Bueno, finalmente, a pedido también del jefe de Gobierno, Jorge Macri, que llamó al gobernador Kicillof, se hizo una mesa de trabajo. La primera reunión fue el viernes pasado, entre cuadros técnicos. No estuvimos ni Alonso ni yo, y se llevaron propuestas.
Ellos trajeron algunas propuestas, nosotros también y se va a seguir trabajando en el tema. Lo importante es que hay una mesa. Ellos nos acercaron una visión de ellos. La verdad es que, como le dije antes, la Ciudad de Buenos Aires no está separada de la provincia de Buenos Aires por una cordillera, y hay interacción entre ambas localidades.
Ahora, decir que hay un aspecto voluminoso de bandas que están en la Ciudad y operan en la provincia, no se condice con la cantidad de detenidos de la provincia que nosotros tenemos en la ciudad, ni se condice con lo que está pasando en los partidos linderos de la provincia y las comunas linderas nuestras.
La verdad es que el ingreso de la provincia a la ciudad lo dicen los números: todos los días entran 3 millones y medio de personas. Así que bienvenido lo que tengan para traernos, porque como le dije antes, nosotros no somos relatores de lo que ocurre. Tenemos que solucionar. Y cuando nos asaltan, no nos pregunta ni de qué partido somos, ni de qué jurisdicción somos, ni de qué nivel social somos. Así que una apuesta nuestra, la de tener esa mesa, y esperamos que se profundice esa relación.
Me hicieron escuchar una parte de la entrevista que usted tuvo con Romina Manguel, sobre el exitoso operativo de seguridad durante la marcha que se realizó el sábado pasado, no siguiendo los protocolos de Patricia Bullrich. Quiero felicitarlo porque se percibe la capacidad de poder dar una contención de una manera segura, sin generar disturbios. Me gustaría que nos contara cómo se llevó adelante, cómo se logró hacerlo de esa manera y cómo a veces es necesario no hacer el protocolo de Patricia Bullrich y permitir que la gente corte las calles.
Bueno, mire, nosotros hicimos el mismo protocolo que siempre. Es analizar la marcha y adecuar, dentro de la ley por supuesto, las acciones en función de las características de la marcha. No son todas las marchas iguales. No son iguales cuando aparecen encapuchados con palos y con piedras, de cuando vienen una serie de organizaciones definidas públicamente y nos dicen que van a hacer una marcha.
Le doy el ejemplo: cuando el 24 de marzo piden marchar desde la ex ESMA hasta Plaza de Mayo, nosotros les hacemos un cronograma, le avisamos al vecino que durante unas horas va a estar cortada Avenida Libertador, la Avenida Bullrich, la Avenida Santa Fe, la Avenida Diagonal Norte. Lo mismo hicimos cuando se manifestaron los estudiantes, les permitimos un cronograma y lo mismo hicimos ahora.
Nosotros analizamos el pedido que hicieron una cantidad de organizaciones que querían hacer esta marcha del sábado 1 de febrero, y les dijimos que cruzaran la 9 de Julio. Pusimos un cordón en la 9 de Julio con gente de lo que nosotros llamamos brigadas, el chaleco celeste de la Comunal. Comunal son comisarías que tienen más contacto con el vecino, con la orden de que tengan una predisposición, que de por sí la tienen, amigable, por la característica de esta fuerza.
A los que son de Urbano, de Infantería, los que están con sus escudos, los que están con sus bastones, no los pusimos a la vista. Los pusimos en apresto, o sea, corridos, por si había incidentes, pero de alguna manera proponiendo que no los hubiera. No es que nosotros no teníamos gente presente por si los hubiera. Así que esa fue la idea y la verdad que se cumplió.
Pero tal cual lo hacemos siempre, nosotros no teníamos un protocolo distinto. Hicimos lo que siempre hacemos. Por ahí fue más notorio este fin de semana, y lo más importante, celebro, son las dos cosas: que la gente se pudo expresar y que nosotros ejercimos el rol de contralor de la seguridad.
La calle se corta cuando nosotros permitimos que se corte, porque así funciona siempre. Cuando nos piden hacer una maratón, cuando nos piden pasear una virgen, cuando hacemos el mundial de asado, nosotros decidimos que durante un tiempo prudencial, para desagotar una cantidad de gente, sí se puede hacer. Y celebro que se hayan podido cumplir esas dos cosas: la posibilidad de expresarse y el control y el orden tal cual lo establecimos desde el primer día de nuestra gestión.
MC