La senadora bonaerense, Teresa García, se refirió a los planteos de Javier Milei en Davos y a la movilización que se hará este sábado para repudiar los agravios del presidente contra los homosexuales. “Me parece que está intentando crear un sentido común muy peligroso”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Teresa García es senadora por la Provincia de Buenos Aires. En el 2009 fue gobernadora, por un día, en la transición entre María Eugenia Vidal y Axel Kicillof. Posteriormente ejerció como ministra de Gobierno los primeros dos años de la gestión de Kicillof.
Independientemente de todas las críticas que merecen los dichos del presidente, déjeme hacer un análisis político junto con usted. ¿Le entró otra vez una bala, como cuando atacó a la universidad pública y a la educación gratuita? ¿Cree que con estos dichos, el presidente cruza un Rubicón y esto se podría convertir en un búmeran?
Si, absolutamente. Yo creo que, tanto con la marcha universitaria en aquel momento, como con Macri con el dos por uno, esto genera una reacción muy adversa en la sociedad, más allá de la identificación política. Ya ha habido una marcha esta semana, habrá una el sábado que viene, donde no van a participar solamente las personas afectadas, sino que va a participar mucha gente que siente que los avances que hemos tenido a lo largo de los años, están en pleno retroceso por la decisión de este gobierno.
En otro momento yo le hubiera dicho que es una provocación. Sin embargo, cuando ya el ministro de Justicia, Cúneo Libarona, tiene las expresiones que tiene respecto de quitar la figura del femicidio, ya es más castaño oscuro que otra cosa. Me parece que la marcha, tiene que ser enorme. Tiene que hacerle sentir que cruzó el Rubicón, como usted dice, porque hay cosas que son casi anécdotas en las palabras de Milei, pero hay otras que no.
Y esto realmente pone gravemente en riesgo la conquista de derechos que hemos tenido a lo largo de los años. En América Latina hay solamente dos países que no tienen considerado el femicidio. Yo no sé, la verdad, a qué sociedad nos quiere llevar. Me parece que está intentando crear un sentido común muy peligroso.
Con su propia experiencia, ¿cree que este error político es el resultado de lo que se denomina “Hubris”? Es decir, creerse que está en una situación casi de impunidad absoluta y que eso lo lleva a cometer errores que cometieron otros presidentes en la misma situación, aunque fueran de otro grado.
Sí, creo que aquí es mucho más grave, más exagerado, no es el único tema sensible con el que se mete. Y no quiero decir algo que parezca un golpe bajo, pero cuando se le quita el medicamento a los enfermos de cáncer de los programas de cáncer nacionales, realmente estas actitudes, estas ideas, estos postulados que tiene este gobierno van poniendo en riesgo el conjunto de la sociedad.
Algunos por el faltante de la ayuda del Estado y otros por estas postulaciones, como la que acaba de hacer respecto del feminismo, respecto de las opciones sexuales. Creo que es un retraso fenomenal y me parece que fue mucho más grave que lo que hicieron otros presidentes.
Déjeme llevarla entonces ahora a la política de la provincia de Buenos Aires. ¿Participará usted del acto que encabeza esta semana Axel Kicillof en Villa Gesell para enviar un nuevo gesto de distensión en la interna con el gobierno?
No, no voy a participar, porque esto responde a un sector del peronismo de la provincia de Buenos Aires, no a la totalidad. Si este acto hubiera estado organizado por el Partido Justicialista de la provincia o la integración de los sectores, sí hubiera participado. Pero al ser de una parcialidad, no. Y además, los postulados que plantea este acto me parecen incorrectos.
Hay interpretación periodística en esto, no es que no la haya, pero es una muestra más del desacople con Cristina. El acto no está tan centrado en la crítica al gobierno de Milei o en los padecimientos que sufre la provincia, sino que está más ligado a la interna del peronismo. Y no me parece correcto participar.
Respecto del presupuesto, que ya ha sido aprobado y ahora que Cristina pidió que sea aprobado, ¿cuál es su reflexión? ¿Por qué cree usted que no se aprobó hasta ahora?
Mire, el presupuesto ingresó por la Cámara de Diputados junto con la ley fiscal impositiva, la ley de impuestos, y el endeudamiento. Hubo dos semanas de negociación muy intensas. La primera semana se cayó la sesión en el Senado porque íbamos a funcionar con espejo en Diputados y, como no se votaba endeudamiento, el gobernador prefirió no sesionar. Tomamos otra semana más de negociación y ocurrió lo mismo.
Tenemos una oposición muy parada, confrontando, diciendo que no van a aprobar el endeudamiento hasta que no se cumpla con determinadas condiciones. El gobernador aflojó un poco, con el fondo para los intendentes. Pero había otras exigencias, como era la ocupación de cargos en la Corte, en la Procuración, etcétera.
No pareció pertinente acceder a esos reclamos, mezclados con el endeudamiento que necesita la provincia. Así que finalmente se cayó la sesión en Diputados a las siete y media de la tarde, pese al esfuerzo que hizo el Gobierno, porque mandó a Agustina Vila, a Pablo López y a Katopodis a intentar negociar 15 o 20 minutos antes y no se logró.
Para el 7 de enero estaba convocada una reunión entre las dos cámaras y todos los bloques opositores más el bloque oficialista y funcionarios de gobierno. Finalmente se optó por no hacer esa reunión. Así que ahora estamos esperando los primeros días de febrero para ver cómo reflotamos el diálogo.
Porque Cristina fue clara: hay que votar el presupuesto. Efectivamente, presupuesto y fiscal impositiva estaban en condiciones de votarse, el problema era el endeudamiento.
Y entiendo que cuando Cristina dice "hay que votar el presupuesto", dice que hay que votar el endeudamiento también.
No. Cristina habla de presupuesto y fiscal impositiva. En el tema del endeudamiento quien tiene tiene número propio y acción es la oposición. Viendo que el presupuesto y la fiscal impositiva se podían volver a discutir, es que Cristina dice eso. El endeudamiento depende de las manos de la oposición que tiene mayoría en ambas cámaras.
Alejandro Gomel (AG): Estamos terminando enero y empiezan a cortarse los tiempos, que son los tiempos electorales. Qué pasa con la posibilidad de adelantar las elecciones en la provincia de Buenos Aires?¿Significaría una ruptura, en el mismo sentido que el acto que se hará mañana en Villa Gesell?
El Gobernador es el que tiene la atribución para determinar el cronograma electoral de la provincia. Sobre la única cosa que no tiene atribución, porque es una la ley de la provincia, es sobre la suspensión o eliminación de las PASO. Eso lo determina el gobierno nacional con su votación en las cámaras, y después lo tendrá que adaptar la provincia, vía legislatura, lo resultante de la Cámara de Diputados de la Nación.
Respecto al resto de las fechas, el gobernador tiene la atribución para adelantarlas o fijar su propio cronograma. En principio, lo que yo creo, y se lo digo a ustedes porque se lo planteé el gobernador, en el mes de noviembre, diciembre, a mí me parece un error desacoplar la elección de la provincia de la elección nacional. Porque creo que para enfrentar al gobierno de Milei lo mejor que nos puede pasar es que el peronismo esté ordenado en una fuerza nacional.
Porque esta no sea una elección provincial, yo no veo posible que una provincia le gane al embate nacional de Milei. Esto yo lo charlé con él, le dije mi opinión, obviamente él está en su derecho de reflexionar respecto de esto. A mí me parece inconveniente, porque basta para eso ver el ejemplo del año pasado: teníamos 15 gobernaciones en todo el país, y luego de que los gobernadores fueran desacoplando la elección nacional de la provincial, nos quedamos con cuatro provincias. Entonces, para muestra basta un botón. A mí me parece que el peronismo tiene que ser una fuerza nacional.
¿Adelantar las elecciones en la provincia, sería un gesto de ruptura hacia dentro del peronismo de la provincia?
No, no creo, porque además hay otro problema. La elección, si se lleva a cabo de manera adelantada en la provincia de Buenos Aires, va por cuenta absoluta del ejecutivo de la provincia. O sea, quien va a cuidar la elección no puede ser la policía bonaerense y el comando no creo que lo mande el gobierno nacional.
La impresión de las boletas, el ordenamiento de los fiscales, la distribución de las urnas en todas las escuelas... calcule usted que la provincia de Buenos Aires va a tener casi 43 mil mesas de votación de nativos y 4.200 mesas de votación de extranjeros. O sea, es la elección más grande de todo el país, y en el caso de que el gobernador desdoble, va a tener que correr por cuenta de la provincia.
Pero yo no creo que esto signifique la ruptura. A mi gusto, en mi opinión absolutamente personal, creo que es una decisión equivocada.
Elizabeth Pleger (EP): Hace un rato conversábamos con Pablo Semán sobre lo que se denomina “agenda woke” y él hacía un planteo muy crítico, respecto de la reacción de la oposición política en Argentina. Por ejemplo, Cristina Kirchner no se expresó sobre los dichos del presidente Milei. Es mucho más relevante lo que están expresando los movimientos que se movilizaron el sábado que lo que está haciendo la oposición ¿Qué le pasa a la oposición? ¿Está muy preocupada por las elecciones?
No, mire, yo creo que hay cosas a las que hay que darle tiempo. Yo siempre recuerdo la decisión de la Corte del dos por uno, que no hizo falta ni siquiera convocar a los partidos políticos. La gente salió masivamente a la calle. Es lo mismo que la marcha universitaria. Yo creo que durante esta semana va a empezar a haber expresiones mucho más fuertes de la oposición, porque se han ido agregando posturas muy duras del gobierno nacional, como la de Guillermo Francos.
Hay convocada una marcha para este sábado y yo estoy absolutamente segura de que vamos a participar todas las fuerzas políticas. Algunos nos hemos expresado, o por los medios, o por lo que fuera, pero es verdad. A veces pareciera que la dirigencia política tendría que anticiparse a estas posturas. Bueno, si no ocurre, lo que hay que esperar es esta semana, que fue tan convulsiva con este tema, porque yo creo que va a empezar a suceder.
Perdón que la interrumpa, pero ¿es llamativo que la voz más crítica haya sido la de Jorge Macri, que no es una figura política vinculada a toda la agenda de la igualdad?
No, no, pero él está en una batalla personal con Milei. Hay una una batalla política bajo la baldosa, y esto lo sabemos todos, que es el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Y me parece que, bueno, son parte de las reacciones políticas en función de la defensa de los intereses propios.
Yo estoy convencida de que esta semana va a ocurrir, que va a haber muchas expresiones políticas. Algunas las he leído muy sueltas, y me parece que lo que va a ser más contundente es la masiva marcha del sábado. Que me parece que es la única cosa que puede hacer recular, digamos, las decisiones del gobierno, como ha sucedido en otras oportunidades.
Al principio pensé que era solamente una provocación, cuando escuché las barbaridades de Davos. Pensé que era una provocación más. Luego, con las opiniones de Francos, incluso la ausencia de opinión de Patricia Bullrich… ayer estaba leyendo el discurso cuando se votó la ley, que era un discurso de lo más abrasador sobre el tema del femicidio, y hoy está en silencio.
Yo creo que ha generado, al principio, una idea de provocación, y ahora me parece que ya hay una percepción de que esto quiere ir en serio. No por eso creo que la reacción tiene que ser de toda la sociedad y con la dirigencia política el día sábado.
MC