El economista Rodolfo Santángelo destacó la importancia de estabilizar el tipo de cambio a largo plazo para evitar crisis recurrentes. El economista subrayó que Argentina debe aspirar a un modelo donde las variaciones del dólar no alteren la economía. “Si algún día el tipo de cambio en serio tiene que subir, la magia o el arte es lograr que no pase nada, como sucede en Brasil o Chile”, reflexionó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Rodolfo Santángelo es economista y fundador de la consultora que lleva su nombre junto con Melconian. Se desempeñó en el Centro de Estudios Monetarios y Bancarios y en la Gerencia de Programación Monetaria en el Área de Estudios Externos del Banco Central de la República Argentina.
Comentábamos acá con Elisabeth Peger hace un rato esta discusión respecto de si iban a bajar las tasas el Banco Central, de alguna manera en coordinación con haber bajado la devaluación prevista del dólar del 2% al 1% mensual, y el tuit de Cristina Kirchner diciendo que “arrugaron” ¿Hay una contradicción en bajar la tasa de devaluación a la mitad y mantener el mismo porcentaje de tasa de interés?
Bueno, habrá que ver cómo sigue en el tiempo, digamos. El crawling peg empieza en febrero, ¿no? Todavía faltan 15 días.
La contradicción, o la tensión, está en que se ha preferido primero bajar el crawling peg antes de que tengamos una razonable certeza de que la inflación está más cerca del 2% o del 3%. Todavía estamos ahí en un lugar intermedio. Yo hubiera preferido esperar más a que baje la inflación para devaluar menos que el camino que se está eligiendo.
Incluso es bastante abrupto, porque es del 2% al 1%. Yo, si mal no recuerdo, lo tendría que revisar, pero parece que en el presupuesto que se envía al Congreso la devaluación estaba prevista en 18% anual. 18% es como 1,5 % mensual, ¿no? Entonces, ahí creo que hay como una ansiedad en que la inflación baje.
No tengo tan claro que esté tan ligado a la tasa de devaluación. Cuando vos mirás lo que está pasando, está claro que hay un aumento mucho mayor de los servicios que de los bienes. Ejemplo: 2024, la inflación general fue 118%, creo que es el número, y servicios 160%, mientras que bienes 80 %. Hay una enorme diferencia entre servicios y bienes.
Los servicios están menos afectados por el tipo de cambio y la tasa de interés. Entonces, dentro de lo que te estoy diciendo, si bajás la tasa de interés, es negativa contra la inflación y positiva contra la tasa de devaluación, tenés eso… no es un triángulo equilátero. No es un triángulo de tasa de interés, tasa de devaluación y tasa de inflación donde los tres lados son iguales. Es medio raro y, bueno, se están tensionando las variables a ver si vamos a ir todo al “1-1-1” (uno de devaluación, uno de inflación y uno de tasa de interés), no ahora, sino más adelante, o va a quedar el atraso cambiario y la tasa de interés negativa.
Rodolfo, ahí está el punto. El presupuesto planteaba 1,5% de tasa de devaluación mensual (18 % anual) y, evidentemente, al bajarla al 1% a partir del primero de febrero, están planteando una baja de la tasa de devaluación mucho más abrupta de la que tenían pensada hace un mes y medio, cuando mandaron el presupuesto. No hace falta ser muy prejuicioso o paranoico para decir que, evidentemente, es un cambio de visión del propio equipo económico, que ven que la inflación no baja todo lo que querrían y quieren forzar aún más la baja de la inflación, apostando todavía a un menor porcentaje de devaluación. ¿Hay otra interpretación posible?
Pareciera que es esa ansiedad en acelerar la baja de la tasa de inflación. Repito, cuando miramos los precios, están subiendo más los servicios que los bienes, y no solamente los servicios públicos (luz, gas, lo que corresponde que suba), sino también los servicios privados. Con lo cual, no sé cuánto se va a lograr en la convergencia. Algún día había que bajar la tasa de devaluación. Me parece que se hizo antes de tiempo.
¿Esto no puede tener otra interpretación? ¿El no bajar las tasas ahora, acorde al anuncio de baja del crawling peg, puede deberse al temor de que se desarmen las carteras y que quienes estaban apostando a la tasa de interés, en la medida en que esta baje y supongan que el dólar podría aumentar en algún momento, hagan un pase nuevamente a dólares?
Puede ser, pero yo creo que va a bajar la tasa de interés. Me parece que ahí están un poco jugando con los tiempos. De repente dejan para febrero la baja de tasas porque el crawling peg comienza en febrero.
Igual, sí creo que, más allá de si baja ahora o baja en febrero, el tema es saber si ese triángulo (tasa de interés, tipo de cambio, tasa de devaluación), al que podríamos meter también tarifas públicas y transformarlo en un cuadrilátero, lo vamos a tener más equilibrado.
Voy a aprovecharte para una pregunta con la que tengo cierto grado de obsesión. Se la hice ya esta semana a Lacunza y a Santangelo. Yo escucho cosas parecidas a la segunda fase de la convertibilidad. Por un lado, atraso cambiario; por otro, que los precios están altos, aumentan más los servicios que los bienes… Lo mismo pasó en la convertibilidad, porque no son transables los servicios. O sea, no podés importar servicios. Entonces, claramente, los servicios aumentan el doble que los bienes, porque los bienes tienen la competencia de precio internacional. Cavallo decía que “lo que tiene que bajar son los precios, no tiene que aumentar el dólar”. Bueno, que bajen los precios es recesión. El propio Lacunza decía: “Sí, en cinco años, con mucha recesión, vas a lograr que los precios bajen y no corregir el dólar”. Y citó a Milton Friedman, que decía algo así como: “En lugar de cambiar todos los precios, cambiemos un solo precio: el dólar”. Tenemos los salarios en dólares más bajos de Sudamérica y los precios más altos de Sudamérica. Algo ahí no me cierra…
A ver, tocaste demasiados temas y muchos temas al mismo tiempo. Yo creo que, a la larga, como mencionaste la convertibilidad, la convertibilidad duró diez años, esto lo vamos a pensar en cinco o en diez años.
Pero se escuchan las mismas cosas que en la convertibilidad a los diez años, no al primer año…
Por eso tenemos que elegir bien los tiempos. Lo que la convertibilidad nunca logró es que cuando el tipo de cambio tenga que subir, pueda subir de manera ordenada. Yo te voy a decir una cosa: si el tipo de cambio está mal, los precios no van a bajar. O sea, que la solución vía caída de precios no va a venir nunca.
Si algún día el tipo de cambio en serio tiene que subir, bueno, la magia o el arte, o el desafío, es lograr que suba como pasa en Brasil, como pasa en Chile, como pasa en tantos lugares. Que algún día el tipo de cambio suba y no pase nada, que la economía no se altere. Hoy, en Argentina, eso es imposible. O sea, hoy, si el tipo de cambio sube, tenemos una perturbación. Sobre todo hablo del dólar oficial. Del dólar libre lo dejo para otra pregunta. Pero si un dólar oficial que vale mil y pico hoy lo tocás de manera brusca, es una perturbación. Si Argentina va a estar diez años pensando que si tocás el tipo de cambio oficial tenemos un lío, estamos jorobados.
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Chile, por ejemplo, es un ejemplo que me encanta. Tiene una economía ordenada hace 30 o 40 años, y el tipo de cambio está altísimo, porque la oferta y la demanda lo han puesto alto. Y, sin embargo, la tasa de inflación, más allá de la salida de la pandemia, no es un tema. Bueno, ese es el objetivo al que Argentina debe aspirar. No hoy, que no lo puede lograr, pero sí en un plazo que no sabemos si son tres, cinco, siete, nueve o diez años.
El problema que se presenta es si, cuando la realidad te pide subir el tipo de cambio, todavía no estás preparado, ahí está jorobado. Entonces, lo de este año me preocupa menos. Yo no hubiera bajado la tasa de devaluación del 2% al 1%, hubiera esperado. Pero creo que estamos contando decimales. O sea, el atraso del tipo de cambio no va a ser mucho peor porque en vez de devaluar 2 devaluaste 1. Todavía no estamos tan sensibles para esas cosas.
¿Cuál es el punto? Este año Argentina tiene que lograr una inflación del 20 y pico y que la economía se reactive. Los precios no van a bajar. Cuando hablo de los precios, me refiero a los agregados. Puede bajar alguna cosa puntual.
Que los servicios estén subiendo más que los bienes tiene dos explicaciones. Primero, veníamos de una situación inversa: con bienes caros y servicios baratos, y entonces un primer round fue una normalización.
Hoy está pasando lo que vos decís: uno tiene competencia importada y el otro no. Ahí tenés otro tema. Abrir la economía con un tipo de cambio bajo es una cosa complicada. Ha sido una cosa complicada en Argentina. El gran desafío en el que se está metiendo Argentina a mediano plazo es cómo hacer para que algún día el tipo de cambio suba y el resto de la economía no se perturbe. Hoy parece imposible, pero hay que lograrlo.
¿Pero no está ahí todo unido? ¿No está ahí el talón de Aquiles de todo esto?
El talón de Aquiles de la economía argentina es que, al no tener moneda y estar recién construyendo la moneda… Es como esos árboles que tienen un tutor. Entonces, no tenés tutor para la moneda. Si no tenés tutor, la moneda no crece. Pero algún día le tenés que sacar el tutor.
Algo, Rodolfo, del sentido común, indica que en la época de la convertibilidad, obviamente, había déficit fiscal, en esta no, pero en la época de la convertibilidad, si vos actualizás el promedio de los sueldos con la inflación norteamericana, son cuatro veces los actuales. O sea, algo me hace pensar que, con los sueldos más bajos de Sudamérica y precios más altos de Sudamérica, hay que revisar ese número tan alto que estás mencionando.
A ver, son varios temas. Primero, a nivel de sueldos, tenemos que hacer tres diferencias: sector privado, sector público, sector informal.
Yo creo que Argentina, donde claramente está muy atrasado, es en los sectores más informales. Ahí, Argentina ha sustituido el desempleo de antes con salarios muy bajos, que van a ir subiendo al compás de que la economía crezca. Si la economía crece, los salarios van a subir. Si la economía no crece, los salarios no van a subir.
Los salarios del sector público, donde creo que esa relación ahí sí debe estar clara, porque los salarios del sector público se han hecho pelota, tiene que ver, obviamente, con la necesidad de equilibrar las cuentas fiscales y con el hecho de que tenemos el doble de empleados en el sector público que antes. Entonces, casi la cuenta matemática: el doble de empleados públicos van a ganar la mitad, porque el sector público tiene una restricción presupuestaria.
En el sector privado vas a tener también casos diferentes, tenés de todo en el sector privado. Yo te diría que no están tan bajos los salarios. Y ahí el problema es que el costo laboral en dólares empieza a ponerse más alto. Y yo te agregaría, ya que hiciste la comparación con la convertibilidad: hoy tenemos el tipo de cambio todavía por encima de la convertibilidad. El problema es que la convertibilidad convivió, hasta 1999 con el Plan Real en Brasil, un tipo de cambio donde nosotros lo teníamos atrasado, pero los brasileños lo tenían más atrasado que nosotros. Entonces, eso nos ayudaba. Cuando el tipo de cambio en Brasil subió, tuvimos el problema. Hoy estamos conviviendo ya de entrada con el tipo de cambio en Brasil alto, con el tipo de cambio en Chile alto y, encima, con los precios internacionales del agro bajos.
Entonces, el problema del tipo de cambio yo no lo pondría como una gravedad total, pero con lo que pasa en Brasil y con lo que pasa en el campo, tenés una tensión muy grave. Yo te diría hoy: la competencia con los brasileños y la rentabilidad del agro, dado este nivel de retenciones y este nivel de precios internacionales, es un problema. Y agrego, como último comentario: más vale que llueva.
FM