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MODO FONTEVECCHIA
PARO Y MOVILIZACIÓN

Rector de la Universidad Nacional de Rosario: "El sistema universitario es lo único extraordinario que tiene el país"

Franco Bartolacci asegura que tras la histórica marcha universitaria de abril se logró un aumento en el presupuesto para el funcionamiento, pero todavía no se actualizaron los salarios: “La situación salarial de los trabajadores universitarios es la más crítica de los últimos 40 años”.

Franco Bartolacci
Franco Bartolacci | Instagram @f.bartolacci

Franco Bartolacci afirma que todos los meses los salarios universitarios pierden contra la inflación: “El desfase desde diciembre es del 45%”. Además, el rector de la Universidad Nacional de Rosario aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1), que no hay ningún país del mundo que tenga un sistema que permita que cada joven, según su deseo y vocación, pueda acceder a formación de excelencia sin ningún tipo de restricción: “Eso no es parte del problema de la nación, es parte del haber y tenemos que potenciarlo porque es una de las posibles salidas al laberinto que tenemos”. 

Franco Bartolacci es licenciado en Ciencia Política con orientación en análisis político, docente y rector de la Universidad Nacional de Rosario. Fue decano de la Facultad de Ciencia Política de la UNR.

¿Cuál es la situación que está viviendo la comunidad universitaria?

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Nosotros venimos advirtiendo desde principio de año cuáles eran las dificultades que venía teniendo el sistema universitario público nacional porque no queríamos llegar a esta situación.

En el primer semestre, luego de la manifestación del mes de abril y de las gestiones que se hicieron en la Diputados y ante las autoridades nacionales, logramos revertir el problema que teníamos en gastos de funcionamiento que son los recursos que envía el Estado mes a mes para poder funcionar. Tuvimos un incremento del 270% en gastos que no estaban actualizados desde octubre del 2022. 

Esos gastos de funcionamiento son una parte ínfima del presupuesto total, el resto implica el pago de salarios, es lo que queda pendiente de resolución y lo que nos ocupa y preocupa hoy. La situación salarial de los trabajadores docentes y no docentes de todas las universidades es la más crítica de los últimos 40 años.

Cerca del 50% del personal de las universidades está percibiendo un salario que está por debajo de la línea de pobreza, y hay un desfase entre los incrementos que se han otorgado por la inflación que hubo de noviembre a julio de este año que fueron alrededor de un 45%. 

Estamos preocupados y queremos tener un segundo semestre con normalidad en el desarrollo de nuestras actividades, porque los estudiantes y sus familias hacen un gran esfuerzo para concurrir a la universidad, y en las escuelas medias hay un vínculo con los chicos aún más relevante. Lo que necesitamos es que se reconozca el problema y una respuesta que permita recomponer el salario de los trabajadores acorde al proceso inflacionario.

Hoy es un día muy importante, porque hace pocos minutos la Cámara de Diputados acaba de aprobar la actualización del presupuesto en el gasto de funcionamiento. Es muy importante que esto sea aprobado por el Congreso, porque eso da previsibilidad y no lo deja librado a la arbitrariedad de las autoridades de turno. El proyecto aprobado también contiene un artículo específico vinculado a la actualización de los salarios. Esperamos que el Senado pueda convertirlo en ley porque, de esa manera, podríamos solucionar un problema que es muy grave que nos preocupa mucho y que hoy pone en jaque el funcionamiento del sistema universitario de todo el país.

Elizabeth Peger: ¿Hoy está garantizado el inicio y el desarrollo del segundo cuatrimestre en las universidades públicas?

De hecho comenzamos el segundo semestre con un paro definido por las entidades gremiales docentes y no docentes. La situación es muy crítica, hubo una reunión de la paritaria nacional el viernes de la semana pasada, algo que fue muy importante, porque no venía sucediendo, y es el ámbito para encontrar una síntesis. El problema es que el Gobierno no dio una respuesta. La decisión fue un aumento del 3% en agosto y 2% en septiembre que es algo muy por debajo de lo que vienen planteando las entidades gremiales

De no resolverse el problema, vamos a tener un semestre con enormes dificultades. Venimos perdiendo mes a mes con la inflación y también perdemos de forma acumulada desde diciembre. El desfase es del 45% y debería aparecer alguna propuesta que, además de contener la relación del incremento que se establece respecto a la inflación del mes, permita empezar a recomponer la pérdida del poder adquisitivo. 

Hay docentes que hoy están cobrando $200.000, y claramente nadie puede vivir con esa plata. Eso trae problemas adicionales porque mucha gente tiene que buscar otro trabajo para poder vivir lo que resiente la energía que dedican y deteriora, no sólo al trabajador, sino a la institución en su conjunto. También hay problemas para las obras sociales universitarias porque se sostienen con el aporte de los ingresos y los ingresos no crecen a la par de los que crecen los precios de los insumos y las prestaciones.

La imagen de la marcha universitaria fue muy fuerte y pareció que el Gobierno había comprendido el mensaje. ¿Eso quedó en la nada?

La situación no se destrabó, ni tampoco se percibe que vaya a destrabarse en el corto plazo. Hay un problema de base que tiene que ver con cómo se conceptualiza a la universidad pública y qué jerarquía se le da. Las sociedades suelen ser más inteligentes que sus dirigencias y la sociedad argentina manifestó cuál es el lugar que la universidad pública tiene que tener. Se empezaron a dar respuestas por la contundencia de la movilización, pero no hay una convicción respecto a la necesidad de invertir recursos en algo que es de las pocas cosas extraordinarias que tiene el país

Es una herramienta de movilidad social ascendente fenomenal. Yo soy nieto de abuelos analfabetos, hijo de padres inmigrantes y no podría ser profesional si no fuera por la universidad pública. Hay miles de historias como la mía que se escribieron y que se siguen escribiendo. No hay ningún país del mundo que tenga un sistema que permita que cada joven, según su deseo y vocación, pueda acceder a formación de excelencia sin ningún tipo de restricción. Eso no es parte del problema de la nación, es parte del haber y tenemos que potenciarlo porque es una de las posibles salidas al laberinto que tenemos. Esto es lo que deberían entender las autoridades nacionales y no porque lo digan los rectores, sino porque lo dijo la sociedad argentina de manera contundente.

El CIN cuestionó los dichos de Capital Humano: “La situación salarial en el sistema universitario es extremadamente crítica”

Pablo Corso: ¿Cómo se vive la situación dentro de las aulas?

Los estudiantes han acompañado mucho a lo largo de este año. La movilización de abril fue tan extraordinaria por la participación masiva de estudiantes universitarios. La situación es muy difícil para ellos porque se pierden clases y exámenes. Ellos hacen un enorme esfuerzo en un contexto económico difícil. Las universidades también reciben a estudiantes de todas partes del país, por lo que el esfuerzo es de toda la familia

Nosotros tenemos una idea de mantenernos juntos como comunidad universitaria, defendiendo nuestros recursos para el normal funcionamiento. Somos conscientes de la situación delicada de la economía que tiene el país y el esfuerzo que hacen todos los sectores sociales, lo que pedimos es lo mínimo indispensable para garantizar el mejor funcionamiento para los estudiantes y para la nación. Estamos todos detrás de la misma idea.

¿Cuál es su perspectiva respecto al debate por la declaración de la educación como servicio esencial?

Es muy difícil discutir como se están discutiendo las cosas hoy en día porque los debates se simplifican mucho. Nosotros reivindicamos la educación en todos sus niveles, el acceso a la educación como un derecho y también reconocemos el derecho la comunidad y a los trabajadores de la educación de realizar medidas de fuerza cuando ven afectados sus salarios de manera contundente, tal como está pasando este año. Estos escenarios nos ponen en condiciones muy difíciles porque todos tenemos dificultades y las decisiones que pueden tomar algunos pueden lesionar derechos que tienen otros. 

Si hay algo que está haciendo el sistema universitario es trabajar con las comunidades para poder compatibilizar esas necesidades y encontrar caminos de construcción colectiva, que es lo único que nos va a permitir revertir esta situación. Hay que decir con mucha firmeza que no hay universidad si no tenemos recursos para pagar el agua, la luz y el gas, como así también que no hay universidad si no hay salarios dignos para los trabajadores de la educación

Un titular exclusivo de máxima categoría hoy cobra menos que un trabajador inicial bancario. No digo que está mal que el bancario cobre lo que cobra, pero es insólito que alguien que tiene responsabilidad de formar a los futuros profesionales del país cobre lo que está cobrando. Hay materias donde los docentes cobran un cuarto de lo que cobran sus propios estudiantes que ya empiezan a trabajar de lo que están estudiando. Esa distorsión hay que recomponerla y la manera que tienen los docentes y los trabajadores nos docentes es manifestarse con medidas de fuerza que pongan en evidencia la problemática. Creo que han sido muy razonables y vamos a seguir trabajando para que sigan así hasta fin de año.

ADP FM