Prorrogan la suspensión de retenciones a los lácteos: ya suman 49 los tambos cerrados este año
Una tardía señal para el campo. El Gobierno decidió prorrogar la suspensión del cobro de retenciones al sector lácteo y derivados. Los tambos en crisis lo reciben como un leve alivio mientras siguen desapareciendo.
Como una bocanada de aire llegó el leve alivio para el sector de la industria lechera, tras el anuncio oficial del Gobierno Nacional que informó que los productos lácteos y sus derivados, estarán exentos del pago de derechos de exportación (DEX) hasta el 30 de junio de 2025. Por consiguiente, durante un año no tendrán que cumplir con el pago de retenciones, lo que se recibe como un tibio “guiño” ante la fuerte crisis que golpea a los tambos argentinos.
La medida que suspende la percepción de retenciones quedó oficializada mediante la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 557/2024 con firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y del ministro de Economía, Luis Caputo. La norma prorrogó la exención establecida por el artículo 1 del Decreto N° 506 de octubre de 2023, manteniendo las alícuotas sobre los lácteos en 0%, desde su entrada en vigencia y durante un año, hasta el 25 de junio de 2025.
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Entre los fundamentos de los considerandos del decreto, el Gobierno argumentó que en los últimos seis meses, a raíz de la reducción al 0 % de la alícuota del Derecho de Exportación, para ciertos productos lácteos y sus derivados “se evidenció un paulatino pero constante crecimiento interanual en los volúmenes de exportación de los productos lácteos”. La norma agregó: “Esto, incluso a pesar de contar con precios promedios de exportación más bajos que meses anteriores, dando cuenta de que aumentó la posibilidad de concreción de operaciones, a mayor resguardo de las fluctuaciones en la cotización internacional”.
Agrega la norma: “Es preciso contextualizar la situación del mercado lácteo, fluctuante ante diversos elementos, entre los que se encuentran las condiciones climáticas que repercuten en sus precios y costos internacionales”.
Por otra parte la prórroga implementada el 8 de mayo pasado, había sido justificada por el Gobierno que afirmó que “la medida brinda previsibilidad y mayor competitividad a todos los eslabones de la cadena láctea y busca incentivar el desarrollo de inversiones orientadas al aumento de la producción de leche y a la mejora de los procesos, tanto a nivel de producción primaria como industrial”.
También remarcaron que “la decisión generará una mayor inserción de los productos lácteos nacionales en el mercado internacional con valor agregado e incrementará el ingreso de divisas a través de la exportación”. También “impactará fuertemente en el desarrollo de la economías de las regiones de las principales provincias productoras de leche”.
De modo que, se busca dar a la industria láctea previsibilidad en los distintos eslabones de la cadena, que comprende la fase de producción e industrialización, para generar desarrollo en las economías regionales, para atraer inversiones y el flujo de divisas. Adicionalmente la norma de prórroga fundamenta tras mejorarse la brecha del tipo de cambio oficial desde fines del año pasado, se pudo lograr un progreso. Se “impulsó y acompañó el referido crecimiento, destacándose un impacto positivo en la mejora en el precio pagado al productor y en la rentabilidad del tambo promedio, que lleva una tendencia positiva en los últimos meses, con valores que no se registraban desde el mes de marzo de 2020″, reza el texto del decreto.
Un punto importante que se dejó aclarado es que no se efectuarán reintegros a las exportaciones para los productos elaborados con leche y sus derivados. El Gobierno puntualizó que contemplándose la amplia variedad de productos dentro de la industria láctea y su variada rentabilidad, implementar este retorno “no solo implicaría una alta erogación para el Estado Nacional en un período de optimización y reducción del gasto público, sino que además alteraría el desarrollo de un mercado lácteo transparente y competitivo”.
La prórroga de suspensión de las retenciones sobre los lácteos llega tal vez un tanto tardía, cuando el sector se encuentra ampliamente afectado. Desde la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) advirtieron un abrupto incremento en la cantidad de tambos que quedan sin actividad en medio de la fuerte crisis del sector lácteo. “Se profundiza la desaparición de tambos en Entre Ríos. Según el relevamiento obtenido en la última vacunación aftosa, hay 624 establecimientos ganaderos que vacunaron en calidad de tambos en la provincia de Entre Ríos”, alertaron en un comunicado.
Esto implica que hay operativos “49 establecimientos menos que en 2023 y 247 menos desde 2015 a la fecha”, señala la entidad. “Estos datos marcan que, al igual que en otros puntos, la provincia de Entre Ríos no logra detener la sangría de tambos, con el agravante que no aparecen políticas claras en esta cadena agroalimentaria”, señalan desde FARER.
Por si fuese poca advertencia, el informe pone énfasis en que “uno de los datos menos alentadores de este relevamiento para la producción, tiene que ver con la evolución de animales productivos que cayó en el orden del 18% con respecto a los últimos datos, ya que se pasó de 84.187 vacas en producción en toda la provincia a 69.405 vacas. Esto resulta en una pérdida de 14.782 vacas y los referidos 49 tambos en toda la provincia”.
Asimismo el relevamiento destaca que “en las anteriores crisis se venían perdiendo tambos, pero los animales se sostenían en los establecimientos que sobrevivían”. Sin embargo “en esta oportunidad, salieron del sistema productivo tambos y vacas en producción en un porcentaje mucho mayor. Otro dato que restó en esta ecuación, es la categoría vaquillona que cayó un 11%, dato menor al de las vacas en producción (- 18%), pero que no garantiza un crecimiento para los próximos años”, precisó el informe.
“La eliminación de las retenciones a las exportaciones de lácteos, las buenas prácticas comerciales en la cadena, fuerte perfil exportador y políticas crediticias para aumentar la producción primaria, son las claves para revertir la tendencia de esta cadena y pasar de una lechería defensiva, en la que los tambos sobreviven con las cenizas de otros productores, a una lechería en crecimiento y una cadena que genere una rápida entrada de divisas al país”, concluyó Norberto Ferrari, ingeniero agrónomo, productor tambero y referente de la Mesa de lechería de la FARER y de Confederaciones Rurales Argentinas.
