Diego Neria Lejarraga, la primera persona trans en ser recibida por un papa, se refirió a su encuentro con Francisco en el Vaticano y afirmó que ese gesto fue salvador para su vida espiritual. “Yo creo que este papa, de todos los que yo he conocido, es el que de verdad se ha acercado a la figura de nuestro líder espiritual, que es Jesús de Nazaret”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Diego Neria Lejarraga nació en Plasencia (Cáceres) en 1966 y es funcionario español. Fue la primera persona trans recibida en audiencia privada por el papa Francisco, tras sufrir discriminaciones, agresiones dentro de su comunidad católica local, incluido un episodio con un sacerdote que lo llamó “hijo del demonio”.
Nos gustaría que nos hiciera una síntesis de cómo fue ese encuentro con el papa y cómo lo revé hoy, en el último día del velatorio del papa Francisco.
Bueno, pues aquello fue algo histórico, como tú has dicho, para la institución. Yo creo que te lo puedo describir como el momento más bonito de mi vida, porque llegué a Roma muy machacado, muy dolido, muy enfadado con la institución.
También decirte que yo, con la institución, sigo teniendo mis más y mis menos, o sea, eso no ha cambiado tanto, ni de broma. El pobre Francisco ha hecho lo que le han dejado hacer. Si por él hubiese sido, yo creo que estaríamos en otro nivel. Pero bueno, conmigo desde luego tuvo un gesto que te podría describir como de salvador de mi vida espiritual.
Me solucionó muchas dudas y me quitó muchísimos miedos que yo tenía y que se habían ido arraigando al paso de los años, porque la institución me hacía sentir excluido, apartado. Era como un apestado. Tenía que entrar en las iglesias escondidas para que no me miraran mal.
Sigo pensando en Francisco. ¿Usted qué cree? ¿Es el Espíritu Santo? ¿Es una persona santa? ¿Por qué es tan diferente a otros prelados? ¿Cuál es su propia explicación de dónde salió este papa?
Yo creo que este papa, de todos los que yo he conocido, es el que de verdad se ha acercado a la figura de nuestro líder espiritual, que es Jesús de Nazaret. Yo creo que el amor que ha ido desperdigando por todo el mundo es el mismo que desperdigó aquel revolucionario como él.
Entonces él ha pisado el suelo que pisamos todos. Él ha querido estar con quien, de verdad, debería estar la Iglesia Católica, y no está: con los desfavorecidos, con los pobres, con los que, en definitiva, ha estado jorobando la vida durante siglos. Entonces, ha llegado, ha abierto las puertas y las ventanas del Vaticano para que entre ahí aire fresco, y para que todo se renueve un poco. Y eso es lo que yo creo que lo ha hecho un líder brutal, a todos los niveles. Que va a ser muy, muy complicado, por no decirte imposible, igualar.
A uno le queda la idea, a lo mejor es un prejuicio, una imagen equivocada de tantos años de Franco, de que la Iglesia española como la más retrógrada, no sé si estoy siendo injusto, pido disculpas con los españoles, pero... ¿hay algo verosímil en esta suposición, en este prejuicio de que, dentro de las iglesias católicas europeas, la española es una de las más conservadoras?
No, no, no. O sea, estás en lo cierto. Tú date cuenta que nosotros., vamos, yo lo he conocido poco porque este señor falleció cuando yo tenía 9 años, pero que ha hecho muchísimo daño el franquismo. O sea, ha sido una histeria colectiva total. Y además, él impartía su propia doctrina, y su propia doctrina era la doctrina de él: "Aquí estoy yo y los míos, y los demás no contáis, nadie."
Cuando yo tenía 9 años, este señor tenía una ley instituida aquí que metía en la cárcel a los homosexuales y les aplicaban una ley que se llamaba de "vagos y maleantes". Eso, con 9 años. Hasta que este señor no se fue, aquí la gente no pudo empezar a respirar y a vivir y a poder ser tú con toda la libertad del mundo. Y, por supuesto, desde el respeto a los demás.
Pero sí, ha sido una dictadura espantosa, de la que todavía quedan ahí, pues, los cachorros de aquella época, de los señores de aquella época. Por aquí los tenemos todavía dando un poquito de guerra. Lo que pasa que, bueno, ya a estas alturas, ya se piensa de otra manera. Pero aquí están todavía.
Diego, le agradecemos mucho su testimonio, le mandamos un saludo fraterno del otro lado del Atlántico y lo despedimos con una canción de Frank Sinatra, que como título me parece que es muy adecuado para esta nota, que es A mi manera, si a usted le parece bien.
¡Me parece perfecto! Estoy encantado con todos vosotros, que sois unos privilegiados. Esa tierra ha parido al mejor hombre que ha dado esta historia. Muchísimas gracias, muchísimas gracias.
MC/ff