Desde el Vaticano, el padre Claudio Caruso se refirió al rol de las mujeres dentro de la Iglesia Católica y a las pocas posibilidades de que el Pontífice visite el país. “La Argentina va a entrar en una dialéctica de munición pesada entre los aspirantes a ocupar cargos en el poder legislativo, en la que el papa nunca se metió”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Claudio Caruso es sacerdote y periodista. Fue párroco del obispado de Zárate Campana, actualmente es presidente de Crónica Blanca Latina, una sociedad civil que se dedica a difundir las enseñanzas sociales de la iglesia.
Este lunes, el papa Francisco nombró por primera vez en la historia a una mujer, Sor Raffaela Petrini, como presidente de la gobernación del Estado vaticano. Escuché anoche su mensaje grabado y me gustaría que comparta su palabra con la audiencia.
Tenemos un cierto vacío en cuanto a la información sobre el papa Francisco en Argentina, un vacío de los temas importantes, de los temas que el Papa habla y vive. Y tenemos una súper producción de temas que tienen mucho que ver con la política, que dividen, con muchas fake news. Por eso me pareció que era oportuno hablar de este tema. Porque en 2 mil años de gobierno de la Iglesia, nunca un papa habló de la dignidad de las mujeres. Siempre lo dijo, pero nunca lo hizo.
Es impresionante lo que habló Juan Pablo Segundo sobre la dignidad de las mujeres. Pero son tan dignas que entonces pueden ocupar cargos de responsabilidad en el Vaticano. Y lo ha hecho Francisco en estos últimos días, con dos religiosas.
Una es Simona Brambilla. Las congregaciones vaticanas, explico un poco a la audiencia, son como ministerios. Por ejemplo existe el ministerio del clero, el ministerio de los obispos, el ministerio de los laicos y el ministerio de los religiosos y religiosas.
Ese dicasterio para la vida consagrada reúne a todos los varones religiosos y mujeres. Y los hechos señalan que son seis veces más las mujeres que los varones. Los hechos señalaban que siempre fue un cardenal, un varón, el que lo presidió. Hasta que Francisco hizo, dijo y realmente revolucionó todo, nombrando a esta religiosa italiana, Simona Brambila.
Y el otro gran caso es algo un poquito más impresionante. Vos sabés que la Ciudad del Vaticano es un pequeño Estado, pero muy relevante, muy importante. En ese pequeño Estado, el Papa es el supremo legislador, el Papa es la autoridad máxima, pero el Papa delega, en digamos una especie de alcalde, un gobernador, el Governatorato de la Ciudad del Vaticano. Y otra vez nos sorprende nombrándola, esta vez, por primera vez, a una alcaldesa, Raffaela Petrini, de 56 años.
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Personalmente, Jorge, ambos tenemos un gran cariño hacia Francisco, pero ese cariño no nos impide ser objetivos. Y la verdad es que ningún papa había hecho esto. Y sigue una línea de muchas mujeres. Emilce Cuda, en la Pontificia Comisión para América Latina, Nathalie Becquart, secretaría del Sínodo de Obispos. Y una gran cantidad de mujeres, cerca de 30, 40 mujeres, según recuerdo, ocupan cargos de responsabilidad. Esto, sin ningún juicio de valor, antes no lo habíamos visto.
Padre, recientemente asumió su segunda presidencia Trump en los Estados Unidos. Hay toda una tendencia conservadora, ultraconservadora, de supremacía masculina. ¿Cómo se pueden tomar estos dos nombramientos en este contexto de regresión ideológica mundial? Y lo relaciono también en el tema de los inmigrantes y lo que dijo el Papa ayer respecto de los planes de Trump. La pregunta es si el tema de esta visibilidad, dar mayor importancia a la mujer dentro del Vaticano, también es una respuesta de orden ideológico, y no solamente un acto de justicia de género.
No, yo diría que el Papa no se mueve en ese sentido. El Papa lo tenía bien claro, que antes o después iba a actuar concretamente a favor de la dignidad de la mujer. Y con respecto a los planes del presidente Trump, yo no sé qué va a realizar y qué no va a realizar.
El domingo a la noche, un periodista italiano le preguntó sobre el supuesto plan, o no tan supuesto, porque tiene antecedentes, del presidente Trump, de expulsión a los inmigrantes. Y el Papa dijo: “De suceder eso, sería anticristiano”. Pero me parece, por lo menos nosotros no lo hacemos, hablar del futurible. Claro que es un futurible que tiene antecedentes.
Yo he estado en Estados Unidos en época de la primera presidencia de Trump, y he tenido el honor de conocer curas norteamericanos que verdaderamente sacaban la cara y el pellejo porque les querían deportar los feligreses mexicanos que tenían en su parroquia. Y la Iglesia en esto no puede vacilar. Fuera de estos cambios ideológicos que los conocemos todos, y vos y yo, gracias a Dios, no estamos sometidos a esos vaivenes. La Iglesia siempre tiene que tener una posición contraria a la injusticia y de cercanía a Jesús.
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El papa Francisco ya utilizó esta palabra en el año 2016 y dijo que no sería cristiano, lo que incluye no solamente a los fieles de la Iglesia Católica, sino también a la mayoría de los fieles de las Iglesias descendientes del protestantismo, que son la mayoría de los estadounidenses.
Si, ampliemos un poquito. No solo que, de hacerse, no sería cristiano, sino que no sería humano. Acá nos movemos a niveles de humanidad. El papa es un líder espiritual no solo de los creyentes. De hecho, seguramente para mucha gente que te escucha, la creencia pasa por otro lado, pero al papa se lo respeta, se lo valora y se lo considera en estas cosas importantes.
¿Hay alguna posibilidad de que el papa Francisco pueda llegar a viajar a la Argentina este año?
Volvemos a lo futurible y nos movemos en un terreno incierto, pero lo cierto es que al papa le cuesta el invierno. Ahora estamos en invierno en Roma y vamos a salir de esta estación entre abril y mayo. Y en esa época, la Argentina va a entrar en una dialéctica de munición pesada entre los aspirantes a ocupar cargos en el poder legislativo, en la que el papa nunca se metió, no solo con la Argentina, sino con ningún país.
Imagínate si el Papa tuviese que hablar del sistema de economía neoliberal salvaje. No puede decir una palabra, porque va a decir lo que piensa. Si el Papa tuviese que hablar sobre el ataque a los profesionales de los medios de comunicación, ¿se va a callar? No se va a callar, no puede callarse.
Y como en esa época no va a estar bueno que hable, porque yo creo nos que vamos alejando de la posibilidad de una visita del Papa, por su salud y por la dinámica electoral que nos toca a los argentinos. Pero fuera de que no venga el papa, hay un montón de cristianos coherentes que tenemos que defender los valores de siempre.
MC
