MODO FONTEVECCHIA
ENFRENTAMIENTO DIPLOMÁTICO

Pablo Touzon: "Vox no tiene nada de los libertarios"

El periodista analizó el avance de la nueva derecha y comparó las expresiones particulares que adopta en cada país. “Se presentan como la única chance de defender los valores occidentales ante una izquierda woke y anti occidentalista”, afirmó.

Pablo Touzon
Pablo Touzon | Cedoc

Pablo Touzon analizó la agenda internacional de Milei y aseguró que, para él, ser presidente de la Argentina no es "su fin en sí", sino una excusa para llegar al ámbito internacional. “Habría que ver que hubiera hecho Menem con Twitter, pero en principio yo pensaría que hubiese sido mucho menos agresivo que Milei”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Pablo Touzon es periodista, politólogo, analista y fundador de la revista digital Panamá. Es autor de "La Grieta desnuda: el macrismo y su época", y también del libro "¿Qué hacemos con Menem? Los 90 veinte años después". 

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¿Ves en Javier Milei un deseo de ser un rockstar internacional? ¿No hay un goce entre esos políticos, del estilo de Menem, entre el traditio de fama a votos, votos a fama?

Creo que sí. En el caso de Menem, creo que era un poco distinto. Él tenía esa especie de fascinación con la parte del fútbol, del básquet, los famosos, pero el núcleo estructural de su actividad era la política. Era un tipo apasionado por lo que hacía y por el mundo al que pertenecía, que era el de la política, al cual nunca se cansaba de elogiar. Hablaba de "nosotros, los que estamos en el mundo de la política", como cuando hablaba de Alfonsín o de otro colega dentro de ese universo. Sobre todo, creo que a Menem en el segundo mandato le agarró un perfil más ideológico

Pero yo creo que, en parte por su voluntad más pragmática, las reformas del menemismo eran un poco más sobrias en términos de la expresión ideológica hacia afuera, e incluso hacia adentro también. Existía, pero lo hacía más la sociedad que el Estado.  

Yo creo que en Milei hay una parte que es la fama, claramente, del formato que hoy encuentra vía redes sociales. Tiene un montón de cosas que no existían en la época de Menem. Habría que ver que hubiera hecho Menem con Twitter, pero, en principio, yo pensaría que hubiese sido mucho menos agresivo que Milei, no era su estilo.

Pero también en Milei hay una especie de guevarismo de derecha. Hay una idea de internacionalismo de lo que él propone, en donde la Argentina parece ser una excusa donde anida circunstancialmente el proyecto ideológico, porque podría estar en otros lados. 

El Che Guevara renunció al Ministerio de Producción en Cuba para lanzar su gesta global en África, en Bolivia y demás. En el caso de Milei, se lo lleva puesto junto, es como una especie de re-jerarquización a la baja del cargo de presidente. Es como si el cargo de presidente fuese una especie de excusa para la fama, pero también yo le concedo una sincera brutal de batalla ideológica, que parece entusiasmarlo muchísimo más que la gestión, los "prosaicos" de los asuntos argentinos.

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Vengo sosteniendo como conjetura, desde su discurso en Davos, que la presidencia para Milei es una especie de vidriera para ser un referente mundial de las ideas de extrema derecha. Por lo tanto, no le habla a la audiencia argentina, sino a esa audiencia de ultraderecha global que, aunque no sea la mayoritaria, si se suma, es mucho más que toda la Argentina junta. 

Si, absolutamente. Yo creo que el riesgo de Milei ese, porque él, en la medida en que se desenganche demasiado de la lógica que lo trajo al poder, que es básicamente la crisis de la clase política argentina y de la economía, corre riesgos. Hasta ahora son los primeros meses, el sistema político no se recompuso, no creó nada nuevo tampoco, ni una alternativa a La Libertad Avanza. Es como si fuese una situación totalmente excepcional. No sé cuánto se van a perdonar este tipo de cuestiones si pasa el tiempo y la economía no crece.

Yo creo que él puede tomar algo circunstancial como algo eterno, como suele hacer la gente que es más fanática, que entiende que los demás tienen el mismo fanatismo por las cosas que el que tienen ellos.

Es para considerarlo en un aspecto de autopercepción de revolucionario que tiene él. Muchas veces los revolucionarios lo piensan así, como en las viejas internacionales. Hoy hay una internacional de derecha pero no hay de izquierda, ¿no? Yo pensaba el otro día, si tuviese que ir un dirigente de izquierda a un acto análogo al que hizo Vox en Madrid, ¿cuál sería?, ¿dónde quedaría? La vieja internacional en el siglo XX, el Comintern, tenía un interés, sobre todo con Stalin, en la estatalidad de la Unión Soviética, pero también era como una lógica más lejana, la revolución queda en Alemania, pero también puede quedar en Cuba o donde sea, porque en definitiva hay una especie de red internacional roja, una lucha global, ¿no? 

La característica paradojal de estos nacionalismos, de estos ultraderechistas, es que tienen eso también. Eso arrancó ya cuando Milei invitó a Orbán, a Abascal, a todos los que él considera parte de su mapa ideológico, con el rol paradojal que tiene Zelenski, porque la cuestión ucraniana y la cuestión rusa dividen esas derechas.

Eso es como más raro, porque hay una parte que es pro rusa, que consume toda esa especie de ideología panrusa y pasada de una especie nueva internacional anti norteamericana, y otra parte que defiende la parte occidentalista de Zelenski. Pero, en todo caso, él todo el tiempo quiere insertarse en eso. Él quiere ser uno más de eso.

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En esa internacional de derecha hay una especie de contradicción intrínseca, porque la búsqueda de la dictadura del proletariado era universalista, en este caso, las derechas son nacionalistas...

Pero son anticomunistas. Se enfrentan a lo que ellos consideran que es hoy el comunismo, que es rarísimo, porque hoy hay un mundo más capitalista que nunca, cuando se habla del comunismo. ¿Pero qué los une? como en las internacionales negras de la fascista del 30? Los une el anticomunismo.

Después, un enemigo común. Uno diría, ¿qué junta a reivindicadores de Primo de Rivera, como Abascal, casi corporativistas? ¿Qué tienen de libertarios Abascal o Vox en esa clave con Milei? Lo que los junta es el enemigo común, cuando suele pasar en política. Un enemigo común que casi te diría, sería más cultural, lo que ellos describen como la ideología woke, pasando por el estatismo político, en el caso de los europeos, la ideología antimigratoria.

Es como una especie de ensalada que no tiene ninguna claridad, no tiene coincidencia ideológica, en realidad tampoco lo tuvieron en los 30, pero claramente era más nítido. Es eso lo que los junta. Incluso mismo dentro de las contradicciones que tiene LLA, Villarruel podría ser identificada con una ideología más clásica de un nacionalismo militar, junto a un Milei abrazando la bandera del Estados Unidos e Israel. Digamos que es raro esa ensalada, pero se justifica en el caso su batalla con el kirchnerismo, y en el mundo también por esta especie de idea de luchar contra lo que ellos describen como "el nuevo comunismo". Es raro, porque este comunismo no tiene nada de eso, pero bueno, así lo definen.

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Alejandro Gomel: Es interesante la comparación, porque aquí se compara lo que tiene que ver con Vox con los libertarios y se suele señalar que no tiene que ver nada su política con lo que está haciendo Javier Milei aquí.

Sí, bueno, sí uno incluso se pone fino, si empieza a comparar cosas que metemos juntas, desde el Brexit, Trump, el proteccionismo de Trump, la primera etapa, no. ¿ Porque ahora, aparentemente, lo que se comenta es que la segunda etapa de Trump tiene mucho más vinculación con lo que podrían ser los mayoristas con Trayson y un discurso más regañando, como que la idea sería que el nuevo Trump sería más libertario, ¿no? 

Más que el proteccionista que fue en su mandato número uno pero, en términos económicos, casi diría que es muy diferente a Milei. O sea en esto que estamos sumando tampoco hay tanto hilo común. 

Yo creo que hay un tema ahí, pero yo creo que ahí nos vamos, le temo un poco, pero me parece que las izquierdas se han hecho tan deconstructoras y tan anti occidentalistas, cuando vemos un poco en los campus de los Estados Unidos. A veces estas nuevas derechas explotan diciendo, la única chance que te queda de defender los valores occidentales somos nosotros. 

Porque el resto es deconstrucción, no te queda otra más que venir por esta puerta, si vos pensás que hay alguna cosa del mundo occidental que necesitan ser mantenidas en un contexto de acentos chinos, de rusos, entonces es con nosotros, presentan un mapa así

Yo creo que esto también es increíble, porque en realidad la derecha que se ve amenazado, o que dicen ser amenazada por el modernismo de la ideología woke, el nuevo comunismo y demás, en realidad, lo que está avanzando hoy es mucho más la derecha, que esa filosofía, ¿no? 

Hoy prácticamente es difícil encontrar un presidente, o encontrar un partido que pueda defender, como son las cuarenta ideas, que no esté en crisis en occidente, o sea, hay un problema al revés. Pero bueno, siempre la amenaza con el boca a mano, la idea de que hay un mundo que está por caer, y que hay una ciudad de la que hay que defender. 

El caso argentino es distinto, porque también por ser un país periférico, y esa es la parte más, se quiere más snob de Milei. Porque la Argentina tiene problemas, y no son los mismos problemas que tiene España, o Italia, o Francia, o incluso Estados Unidos, tiene problemas de otro orden, no siempre fue así, siempre es como la famosa contradicción centro-periférica. 

No es lo mismo la expresión de una derecha o una izquierda en los países llamados centrales que acá, entonces esa parte donde se desacopla la agenda de Milei, de la agenda nacional, es la parte que hoy por hoy no se le factura, pero que después es problemático para el futuro. Porque es la parte donde decide hacer que la Argentina sea una excusa para un experimento ideológico y no un fin en sí mismo.

MB FM