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MODO FONTEVECCHIA
ANÁLISIS DEL DISCRUSO

Pablo Alabarces: "Trump y Milei me dan miedo"

El sociólogo Pablo Alabarces declaró que Javier Milei aplica una "amenaza autoritaria" y que el segundo mandato de Donald Trump va a ser "inevitablemente peor" porque conoce con más agudeza los mecanismos del Estado.

Pablo Alabarces
Pablo Alabarces | Captura de video

Luego de las elecciones presidenciales en Estados Unidos que convirtieron a Donald Trump en el 47° presidente, el intelectual Pablo Alabarces afirmó que, como el peronismo, el Partido Demócrata fracasó en poder resolver el deterioro económico de los sectores medios. Además, mostró preocupación por cómo el líder republicano difunde mentiras y por cómo el presidente argentino asegura que el periodismo es “prescindible”. “Lo que es indudable es que Trump miente al igual que Milei”, agregó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3). 

Pablo Alabarces es escritor, sociólogo y licenciado en Letras. Además, es coordinador del grupo de trabajo, deporte y sociedad del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Anteriormente estuvo a cargo de la secretaría de Investigación de Posgrado de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Sus investigaciones incluyen estudios sobre música popular, culturas juveniles y culturas futbolísticas. 

Donald Trump volvió a ser elegido presidente de los Estados Unidos y publicaste en X que te sentís como “un judi en la Berlín de 1933”. ¿Cómo pensás luchar contra ese mundo en el que te sentís extranjero?

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
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¿Cómo pienso luchar contra eso? No tengo la menor idea. Te diría que la profesión nos exige entender lo que está pasando, pero me cuesta entenderlo. Creo que lo estoy entendiendo con la ayuda de mucha lectura. 

En la noche de ayer encontré un comentario en un newsletter del New York Times de un colega que dice algo con mucha precisión. Hablando de una autocrítica de las élites liberales demócratas, explicó que no sabemos entender el mundo de la clase trabajadora ni de las clases populares. 

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Eso va en la línea de lo que viene señalando hace tiempo mi amigo y colega Pablo Semán. Lo que nos pasó a los argentinos es algo similar a lo que ha pasado con Trump, con Meloni, con Orbán, con Bolsonaro y otros.

El crecimiento de las ultraderechas pareciera tener que ver con una mayor capacidad de sintonía y comprensión con el mundo popular. Al mismo tiempo, pareciera que las élites progresistas no tenemos esa capacidad de conexión y de sintonía. La primera respuesta a la pregunta de cómo pienso luchar contra esto es entender mejor lo que está pasando. 

Entonces tu medicina es el estudio…

Sí, es la medicina que tengo a mano, y después hay otras dos. Una es el debate público, como esta entrevista. Creo en el debate público y creo que los intelectuales tenemos que aprovechar todas las posibilidades para debatir.

Trump y Milei
Donald Trump y Javier Milei | El sociólogo afirmó que luego de las PASO, “apareció en el aire una amenaza autoritaria” 

La otra medicina que tengo a mano son mis clases. Yo voy, doy clases, y como dirían los farabutes que nos gobiernan, adoctrino. Adoctrinar significa que le planteo a mis alumnos pensar, razonar y juntar conocimiento mediante datos, y no desde la opinión, para poder hacer una crítica. Todo eso es lo que tengo a mano porque no soy un militante político. Quizás devenga en militante con los próximos tiempos, pero no lo tengo planeado. 

Lo que quise decir en X es que esta situación me da miedo. Desde las PASO del año pasado apareció en el aire una amenaza autoritaria. Muchos de nosotros hemos verificado esa amenaza autoritaria, como con las acusaciones de las que hemos sido objeto los profesores universitarios. 

Cuando te encontrás con que la respuesta a un simple posteo en una red social es una amenaza que promete la muerte, da miedo. Trump y Milei me dan miedo.

No entendemos el grado de malestar de las clases populares. Podríamos sacar la conjetura de que en los últimos 30 años, ha empeorado en el mundo la distribución de la renta. Dos tercios de todo el PBI norteamericano se concentra en el 10% de los norteamericanos. ¿Podríamos decir que es la madre de todos los problemas? 

Deberíamos citar la frase de la campaña de Bill Clinton: “Es la economía, estúpido”. Podríamos volvernos más drásticamente marxistas y recordar que a pesar de la enorme superestructura ideológica en la que se mueve el mundo de los discursos, sigue habiendo algo que se llama la base económica. 

Marcas un punto importante es que la distribución de la renta no ha hecho más que empeorar la concentración de la riqueza. Ahora bien, existe la responsabilidad de las élites progresistas, en la que estoy incorporado. Es una élite porque, aún con todas las contradicciones, mi nivel de ingresos sigue estando dentro del primer decil. Igualmente, el deterioro de los salarios está haciendo todo para dejarme fuera de ese lugar de privilegio. 

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A los demócratas les ha ocurrido algo similar a lo que le ocurrió al kirchnerismo. La idea de que las ganancias de derechos podían compensar una experiencia concreta de deterioro de la vida cotidiana en términos estrictamente económicos. 

Eso significa la caída de los ingresos y el aumento de la inflación, que para los estándares norteamericanos la inflación fue desmesurada, aunque a nosotros nos parezca envidiable. Por otro lado, el nivel de precarización del empleo en los Estados Unidos es tan alto como el de Argentina. 

Partido demócrata
Pablo Alabarces afirmó que, como el peronismo, la élite política demócrata fracasó y ganó un outsider. 

Cuando te encontrás con esa suma de condiciones económicas reales, estructurales y objetivas, eso se transforma en una experiencia y un procesamiento. El procesamiento de esa experiencia es “con Trump estábamos mejor”. A uno le resulta intolerable eso, sin embargo, la experiencia popular norteamericana es esa. 

Acá no hay un “con Trump estábamos mejor”. Acá hay un fracaso más estrepitoso de nuestras élites dirigentes. Además, en el caso argentino aparece otro dato que es el fracaso de todas las élites políticas. En 40 años de democracia se pasó de la promesa “se come, se cura y se educa” a “ni se come, ni se cura, ni se educa”. Ahí es que aparece la figura del outsider. 

Trump es un outsider insider. Es un juego más perverso porque es un outsider que surge de las entrañas del Partido Republicano. En el caso de Milei, él es claramente un outsider que viene de afuera y le dice a los del sistema que fracasaron porque son una casta.

Por otro lado, estas ideas producen una política económica que ya se ha verificado que no tiende a revertir la mala distribución de la renta y que, por el contrario, la agudiza. Falta tiempo hasta que esto se traduzca en una experiencia cotidiana que permita decir que este tipo también nos está haciendo mal. Para que se verifique esa experiencia, también se necesita de un liderazgo político e intelectual que explique qué está sucediendo. 

Claudio Mardones: Una semana antes de las elecciones, Steve Bannon, que fue asesor principal de la campaña de Trump en su primera elección y uno de los arquitectos de las fake news, fue liberado por la justicia de los Estados Unidos. Ahora aparece Elon Musk como una figura que reemplaza a Bannon. ¿Cómo ve este nuevo escenario?

Habría que agregar un elemento más ominoso, que es en lo que insiste la opinión liberal como los columnistas del NYT, y es que la segunda presidencia de Trump va a ser inevitablemente peor porque conoce con más agudeza los mecanismos a través de los cuales puede generar políticas más eficaces. 

En la primera presidencia, algunos funcionarios republicanos de carrera decían “esto no se puede hacer”. Ahora Trump va a llenar su administración con funcionarios republicanos que le digan que sí lo puede hacer, aunque no se deba. Esta cuestión es muy problemática. 

Trump ya ha hecho esto de manera explícita mediante amenazas, como meter preso a un fiscal o autoindultarse. Para los que hablaban de la hegemonía kirchnerista Trump maneja el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial. 

La era Milei: el nuevo periodismo militante 

Sobre la mentira y la verdad, en el debate fue muy divertido ver cómo los periodistas hacían fact checking. Se comprobó que el uso y abuso de la mentira a lo largo de la campaña por parte de Trump superó lo imaginable. Un ejemplo menor fue el de la famosa ingesta de animales domésticos por parte de haitianos. 

No hay una sola denuncia respecto de un inmigrante haitiano que se comió un perro, sin embargo, Trump construye sobre eso lo que va a ser una política de deportación masiva. El electorado acepta eso como verdad o como hipérbole.

Esto no significa que volvamos a la vieja idea de la manipulación mediática porque, entre otras cosas, desaparecen los grandes medios. La única gran cadena trumpista es FOX, pero FOX es solo una parte del sistema mediático. 

La comunicación hoy circula en medios mucho más complejos, desde el celular y entre burbujas de interés. Eso imposibilita decir que Trump ganó por sus mentiras o a pesar de ellas. Lo que es indudable es que Trump miente al igual que Milei.

Elizabeth Peger: Lo que ha perdido valor es la verdad. No importa la verdad, entonces cualquiera puede decir cualquier cosa.

Sí. Estos son nuevos formatos de comunicación y de interpretación moral de lo real.

EP: Y de relacionamiento entre las personas. Desde la pandemia a esta parte, ha cambiado la relación entre las personas. 

“La cuarentena más larga del mundo” es un dicho falso. Sin embargo, hay una experiencia que permite que alguien diga eso y suene como verdadero. De la misma manera, hay una experiencia con la migración que lleva a que alguien diga que los migrantes haitianos se comen los perros en Springfield y alguien lo crea.

La relación con el concepto mismo de verdad se ha transformado de una manera muy brutal. En parte esto es una herencia posmoderna porque en un momento comenzamos a aplicar un relativismo radical según el cual todo depende del punto de vista. 

Las tendencias en la que se expresa el síntoma modifican, pero el ser humano es una constante. Podríamos decir que sin posmodernidad en la modernidad, Hitler había impuesto aquello de “miente, miente y algo quedará”. La base fundamental para que se haga verosímil algo es el deseo de quien escucha que eso sea verosímil.

Los periodistas construyeron su profesión en base a una relación con la verdad. Yo, como científico, me paro frente a mis alumnos y les digo que voy a leer la realidad y voy a producir una interpretación basada en datos. 

Cada nueva tecnología es usada para el mal al principio. Luego, se le ponen los límites. 

Internet traía consigo una promesa de horizontalidad anarquista y la idea de que todas las voces iban a circular por igualdad en una espacio que nadie podía controlar. Ahí aparecieron las rebeliones como la primavera árabe. 

A punta de insultos, Milei detonó por los aires el sistema de partidos y generó un vacío de candidatos 

La presencia de Elon Musk a la derecha del padre en la Casa Blanca demuestra que esa promesa era falsa. Lo que apareció como una promesa de horizontalidad democrática en la comunicación es exactamente todo lo contrario.

Sí, pero quienes conocemos del tema dijimos desde el principio que eso era una ilusión. Eso confirma la regla de que toda tecnología es aprovechada inicialmente por quienes son más listos para encontrar una herramienta de beneficio propio hasta que se le colocan límites. Ya le vamos a encontrar la vuelta para usarla para el bien…

Me conmueve tu optimismo. Comparto tu argumento, pero recuerdo que has sido objeto de ataques basados en la idea mileista de que la comunicación son las redes y que, por lo tanto, podemos prescindir del periodismo. 

Los periodistas, y yo, profesor de un departamento de comunicación hace 36 años, escucho eso y sé que no es así. Hay una relación del periodismo con la verdad que no es la misma que la del usuario de redes sociales con la verdad.  

El Estado nacional no puede proponer como discurso oficial que hay que acabar con el periodismo porque el verdadero periodismo lo hace el Gordo Dan.

Sin importar la tecnología que exista, va a ser necesario que haya personas que se dediquen a explicar lo que pasa y qué significa. Guarda el pasaporte.

Por suerte mi pasaporte está en uso porque voy a ir a México a ver qué pasa ahí. También voy a trabajar en Princeton para ver la bestia desde adentro.

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