Un pronóstico de la CEPAL estima que la economía Argentina será la única de la región que sufrirá una caída en 2024. Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, explicó que es probable que el ajuste fiscal “termine cayendo” porque el Gobierno ya hizo grandes recortes en áreas, como la obra pública o jubilaciones, y para sostener los números del ajuste, el Ejecutivo deberá avanzar con otros recortes, como el de subsidios. Por otra parte, afirmó que para que la economía repunte en 2025, “el aporte de los ingresos va a tener que ser mucho más importante”. “Desde el punto de vista fiscal, es vital que el año que viene el cuadro de ingresos sea distinto”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Nadin Argañaraz es doctor en Economía y presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
Alejandro Gomel: Se está hablando de un ajuste fiscal mayor del que habla el Gobierno. ¿Por qué existe esta diferencia de un punto?
No conozco lo que está diciendo el Gobierno ni he visto un análisis. Según nuestros cálculos, el Gobierno en 7 meses ha hecho un ajuste fiscal de 2,7 puntos del Producto Bruto Interno. Si el Gobierno sostuviera el mismo ajuste a lo largo del año llegaría al 5,3% del PBI, lo cual da un superávit fiscal de casi un punto del PBI, y eso no va a suceder obviamente.
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No creo posible que se mantenga el mismo ajuste de la primera parte del año, pero es muy posible que el gasto termine cayendo alrededor de 5 puntos del PBI en todo el año. Eso es lo que nosotros medimos como ajuste fiscal, aunque no conozco los números que maneja el Gobierno.
Elizabeth Peger: Para seguir en el marco de los recortes, el Gobierno está decidido a avanzar en la eliminación de subsidios y hay una decisión de llegar a fin de año con la eliminación total o casi total de los subsidios energéticos. Si no se llega a la expectativa de recortar un punto del PBI, ¿a cuánto se podría acercar?
Por cómo se fue dando la ejecución del presupuesto fiscal, es factible que el año termine con esa caída del gasto del 5% del PBI. Esa es una caída muy significativa que no se ha dado en la Argentina y que ha tenido la contracara de la gran caída de la actividad económica.
El tema es que el Gobierno ya no tiene margen en ciertas cuestiones. Por ejemplo, las transferencias no automáticas a provincias están en un 80% abajo del año pasado, por lo que el Gobierno ya no tiene margen para seguir reduciendo y en muchos casos las ha eliminado. La obra pública está cayendo un 70%, y creo que ahí tampoco hay mucho margen para seguir aumentando esa intensidad. Creo que la intensidad va a empezar a disminuir en estas partidas de mayor caída.
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Dada la actualización por inflación que se viene haciendo desde hace unos meses, el gasto en jubilaciones va a ir teniendo una caída menor a la de los primeros meses. En ese sentido, para sostener una caída del gasto, el Gobierno tendría que avanzar con subsidios, por ejemplo.
Hemos venido manifestando que, en los primeros meses del año, esta caída del gasto público que ha sido del 31%, la tercera parte significa un recorte en las jubilaciones. Eso debería ir cambiando mes a mes y ahí hay que ver qué otros gastos van a reducir el para mantener esa caída global, o no.
EP: En ese marco, está la sostenibilidad del vínculo con las provincias y la discusión que tiene que ver con coparticipación y traslado de subsidios. Lo estamos viendo con lo que tiene que ver con el tema del transporte en Ciudad y en la provincia de Buenos Aires.
Totalmente, y ahora se viene la discusión por el presupuesto, que entiendo que el Gobierno debe enviar antes del 15 de septiembre. Ahí va a haber una discusión política importante y va a haber que discutir no solo cuestiones de envío de fondos a las provincias, sino también cuestiones tributarias.
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El Gobierno ha manifestado que vence el impuesto PAIS y que al año que viene no va a estar. Según nuestros cálculos, aún después de la reducción que empieza el lunes, el impuesto PAIS recaudaría unos 4 mil millones de dólares en 2025. El Gobierno va a tener que buscar una alternativa para recaudar ese dinero.
EP: Hay un recorte del gasto y un equilibrio fiscal importante, pero por otro lado hay un escenario de recesión que también significa una pérdida de ingresos para el Estado.
Es vital que el año que viene la actividad económica tenga un nivel distinto, o que al menos tome una tendencia determinada. Como dije, muchos gastos van a haber sido recortados y no van a tener margen para seguir recortando. Creo que el año que viene los ingresos son los que tienen que empezar a aportar parte de ese superávit fiscal que el Gobierno viene sosteniendo si también lo desea en 2025.
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El aporte de los ingresos va a tener que ser mucho más importante de lo que es ahora, porque hasta el momento, los ingresos vienen cayendo un 5% real. El ajuste de gastos que se está haciendo permitió eliminar el déficit, financiar la caída de ingresos y generó superávit: la caída del gasto es tan significativa porque está soportando estas tres cuestiones.
EP: ¿Ves algún brote verde en la actividad? ¿Ya tocamos piso?
Se ha tocado piso en materia de actividad económica en varios sectores en el segundo trimestre. Los indicadores de julio están marcando un aumento desestacionalizado respecto a junio y el crédito de julio creció por tercer mes consecutivo. Hay indicios de que en ciertos sectores dejó de caer la actividad económica y comenzó a levantar.
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Según nuestras proyecciones, es altamente probable que la economía termine cayendo un 3,8% y en el 2025 debería venir una reactivación que hoy por hoy estamos ubicando en el orden del 3,2%. Esa es la expectativa que uno puede tener en función de cómo está la economía.
AG: ¿Se puede recuperar casi toda la caída de este año el año que viene?
Si fuera así no porque caeríamos un 3,8% y subiríamos un 3,2%, un poco menos. El tema es si la economía empezó a tomar una tendencia positiva después de haber caído de manera importante.
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Esto dependerá del RIGI y de que las grandes inversiones que se han anunciado se empiecen a concretar y a generar dinamismo de construcción en algunas jurisdicciones y que eso dinamice aún más esta expectativa de la actividad.
Desde el punto de vista fiscal, es vital que el año que viene el cuadro de ingresos sea distinto, no solo para Nación sino también para las provincias, que este año han tenido la caída de las transferencias no automáticas y de las automáticas a raíz de la menor recaudación de impuestos coparticipados.
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