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MODO FONTEVECCHIA
Análisis económico

Martín Guzmán señaló que Kicillof y Cristina Kirchner tienen diferencias en lo económico

El exministro de Economía analizó las implicancias del nuevo acuerdo con el FMI y aseguró que el gobernador bonaerense tiene que demostrar "qué es lo que plantea en el campo económico" en el escenario electoral.

Martín Guzmán, exministro de Economía
Martín Guzmán, exministro de Economía | NA

El exministro de economía Martín Guzmán sostuvo que el gobierno de Javier Milei solicitó el préstamo al Fondo Monetario Internacional para utilizarlo como un “salvavidas” en el año electoral y “usar esos dólares para vender en el mercado cambiario”. Además, aseguró que durante el gobierno de Alberto Fernández fracasó “el experimento político del Frente de Todos” y dijo que Axel Kicillof debe mostrarle al electorado que su visión económica puede ser diferente a la de Cristina Kirchner. “Es una tarea fundamental para el peronismo poder alcanzar la racionalidad en el campo macroeconómico”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Martín Guzmán fue ministro de Economía de la Nación desde diciembre de 2019 hasta junio de 2022, durante la presidencia de Alberto Fernández. Es economista por la Universidad Nacional de La Plata, doctor en Economía por la Universidad de Brown en Estados Unidos. Su tesis de doctorado se tituló “Entendiendo las causas y los efectos de las crisis financieras”. Cursó estudios posdoctorales en la Universidad de Columbia bajo la dirección del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, con quien copresidió la iniciativa para el diálogo político en la escuela de negocios de la universidad. Además, es IPD. Guzmán dirige el programa de gestión y reestructuración de deuda soberana en esa universidad.

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¿En este momento estás en la Argentina o estás en Estados Unidos?

En este momento estoy en Estados Unidos. Tenía actividades en la Universidad de Columbia, donde soy profesor.

Antes de entrar en el tema argentino, ¿cómo se vive en la Universidad de Columbia, la más atacada por el presidente Trump, esta idea de que van y toman a una alumna con visa de estudiante y lo deportan, y que llaman a la Universidad de Columbia como si fuera el centro del marxismo cultural?

Ha sido todo un impacto en la universidad. Es algo totalmente nuevo y hay un tema más general con las instituciones educativas en Estados Unidos, que son un pilar del desarrollo del país. Así que está toda la comunidad muy en alerta y buscando cómo reaccionar y salir de esta situación. Es el tema.

¿Cómo hiere el humor, el ánimo, la sensibilidad? ¿Es el primer viaje con Trump presidente o ya estuviste allí con Trump presidente?

No, yo estuve porque soy profesor en la universidad, entonces enseño y viajo mucho. Paso más tiempo en Argentina, pero estoy mucho en Estados Unidos, y en particular en Columbia. La universidad viene teniendo un cambio en sus formas y en su vida desde la situación del conflicto entre Israel y Palestina. A fines de 2023, el campus se cerró. Yo nunca lo había visto en muchos años en la universidad. Para entrar al campus tenés que ser miembro de la universidad.

Este año, lo que pasó es que directamente la vida académica se ve afectada porque hubo un congelamiento de los grants federales, que son clave para los fondos de investigación para muchísima gente. Entonces, si no tenés fondos para investigar, no podés cumplir tu función. Es un fenómeno que es más general en las instituciones educativas en Estados Unidos.

Mucha gente se pregunta qué va a significar esto para la competitividad de Estados Unidos en relación a China, sobre todo, y en relación a Europa. Está el temor de que haya gente que directamente elija mudarse del continente, como grandes profesores o profesoras con enormes credenciales que aportan mucho a lo que es la generación de conocimiento en el país. Es un fenómeno muy importante, de los más importantes que hay aquí, al mismo tiempo que pasan muchas cosas. Hoy el tema de las tarifas también está en el centro de la escena, o el tema de la política para los inmigrantes. Son muchas cosas que están pasando en poco tiempo.

Y respecto de las tarifas, que es un punto en el cual además tenés conocimiento específico, ¿qué crees que va a producir? ¿Va a aumentar la inflación? ¿Va a haber recesión? ¿Cómo va a afectar a Estados Unidos y al comercio mundial?

Creo que lo que el gobierno busca es poder recuperar trabajos que se perdieron en las últimas décadas en el proceso de desindustrialización de parte del país. Pero es muy difícil recuperar esos trabajos porque ni siquiera los hacen personas hoy. Los hacen robots u otra tecnología. Puede que haya alguna relocalización de fábricas de empresas que enfrenten aranceles más altos para exportar a Estados Unidos, pero es probable que el impacto sea menor.

Además, no es una política tarifaria que esté hecha de una forma fina para recuperar trabajos en un campo en particular. En principio es una política general y después lo que el gobierno de Estados Unidos trata de hacer es negociar uno por uno, aprovechando que es más poderoso que el resto. Pero lo más probable es que tenga un impacto en la inflación en el corto plazo. Va a haber un impacto en los precios, y eso se va a sentir. Puede inclusive que haya un impacto en el precio de los alimentos, que es clave para parte de la población. Lo que vemos también en todos los pronósticos es que se están revisando a la baja las proyecciones de actividad económica. Vamos a ver qué pasa, pero va a ser muy difícil que Estados Unidos pueda recuperar trabajos que se perdieron las últimas décadas a partir de esta política.

Vamos entonces al tema del Fondo Monetario Internacional, donde vos tenés una experticia y fuiste también agente representando a Argentina en las negociaciones con el fondo. Hemos entrevistado a exdirectores del Fondo Monetario Internacional y a muchos economistas en Argentina, y habría dos elementos centrales. ¿Siempre es malo ir al Fondo Monetario Internacional? ¿Fue un error por parte del gobierno de Alberto Fernández y de vos como ministro de Economía no haber tomado en 2020 la cantidad remanente del crédito original de Mauricio Macri?

Primero, el Fondo Monetario Internacional es una institución a la que vas cuando te está yendo mal. La idea sería que te pueda ir mejor con ese financiamiento, pero la evidencia es que eso no ocurre nunca y eso tiene que ver mucho con cómo funciona el Fondo Monetario Internacional. No es que el Fondo funciona como una institución que te da apoyo para hacer algo como un Plan Marshall, un plan de reconstrucción de tu estructura económica, que puedas tener crédito a plazos muy largos, con tasas muy bajas, que te dé tiempo. No funciona así.

Caputo FMI
Luis Caputo y Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional.

Generalmente lo que ocurre es que los programas con el Fondo Monetario Internacional tienden a ser contractivos para la actividad. El caso de Argentina es un caso muy particular porque lo que se está buscando es un programa que no genera ningún tipo de apoyo presupuestario. No es que el Gobierno quiera en este momento salir a invertir en obras públicas. Lo dijo el propio Presidente.

Lo que busca básicamente es tener más reservas. Esto ya lo vivimos en el año 2018, cuando se recibió el préstamo más grande en la historia del FMI y se gastó todo en financiar una salida de capitales que estaban apurados por salir porque ya habían ganado con la especulación en la Argentina, con lo que llaman la bicicleta financiera. También para pagar deuda que ya era insostenible, que después tuvo que ser reestructurada.

Estamos viviendo algo similar a lo que ya vivimos hace muy poco tiempo. Y la realidad es que a ningún país que está con el FMI le va bien. Milei lo dijo en algún momento, y yo creo que tiene razón. Cuando un país va al Fondo, lo que eso muestra es el fracaso de un gobierno, y esto es lo que le ha pasado a este Gobierno.

El éxito de la política de este Gobierno hubiese sido un despegue de la inversión en toda la economía real, en particular en los sectores que tienen capacidad de generar divisas, pero eso no ocurrió. La energía le va muy bien, eso sí, pero es un tema que viene ya de años porque se ha invertido mucho en infraestructura, pero no ha ocurrido de forma general en la economía, para nada.

Entonces, durante 15 meses se ganó fortuna invirtiendo en activos financieros de modo especulativo, y la economía real está ahí, muy machucada, y hoy no hay dólares para hacer frente a las presiones que el Gobierno enfrenta en lo cambiario. Entonces, desesperadamente buscan un acuerdo con el fondo para poder usar esos dólares para vender en el mercado cambiario y así poder tener mejores perspectivas en las elecciones. Pero esa deuda es la deuda que después le queda al pueblo argentino y nos va a costar mucho.

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¿Fue un error no haber tomado el crédito remanente que quedaba con el Fondo Monetario para completar los 54 mil millones de dólares?

En absoluto, yo creo que fue un total acierto. Primero, el crédito no era barato. En ese momento, la tasa de interés incluía la totalidad de los sobrecargos. Después eso bajó por la pelea que dimos durante 4 años. Además, hoy Argentina tendría aún más deuda con el Fondo. Lamentablemente, hacia allí estamos yendo nuevamente.

Por otra parte, tener en ese momento que estar sujeto a las condicionalidades que se imponían en el programa que había acordado el gobierno de Macri hubiese sido desastroso en el contexto de pandemia, cuando la gente no podía salir a la calle, donde la actividad económica caía, la recaudación caía. Pero de forma general, no hay que tomar deuda con el FMI. Cero. Lo ideal para Argentina sería tener cero deuda con el FMI.

Igual, no nos olvidemos que el fondo dejó de desembolsar antes de que asuma Alberto Fernández. Dejó de desembolsar cuando Macri perdió la elección primaria. Entonces, más allá de que Fernández dijo que no iba a tomar deuda con el FMI, si hubiera querido tomarla, tampoco hubiese podido, porque el Fondo no se la hubiese desembolsado.

Hubiese habido toda una situación compleja de idas y vueltas costosas, que hubiesen generado incertidumbre, como está pasando ahora, para que al final el Fondo no desembolse nada si uno no se apega a un programa que era el de Macri, que ya había fracasado. Así que no tenía ningún sentido ir por ese lado, y estuvo muy bien lo que hizo el presidente Fernández en ese momento.

¿Y no fracasaste vos también?

No, yo no diría eso en absoluto. Nosotros teníamos una economía en el año 2021 que estaba mejorando: bajaba el desempleo, bajaba la desigualdad, bajaba la pobreza. La pobreza bajó 6 puntos en 2021, el producto creció 10,4%, la tasa de desempleo bajó del 13% al 7%, se generaron cientos de miles de puestos de trabajo en la Argentina y pudimos manejar una pandemia sin crédito. En la Argentina se había rifado el crédito en tan solo 2 años.

Mientras mis colegas ministros de Uruguay, Brasil, Paraguay, y Chile tenían acceso al crédito para manejar la pandemia, nosotros no lo tuvimos, y a pesar de eso, no hubo un estallido en la Argentina. Se pudo contener una situación extremadamente compleja con mucho menos instrumentos que el resto y poner a la Argentina en la senda de la recuperación.

Yo creo que lo que fracasó fue el experimento político del Frente de Todos, que no estuvo preparado para poder darle continuidad a un programa que signifique una continuación en la mejora y hoy la Argentina estaría en otro lugar.

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Si vos hubieras seguido siendo ministro de Economía y no Sergio Massa, ¿con qué situación imaginás que se iba a llegar en diciembre de 2023?

Si yo hubiera seguido siendo ministro de Economía con la situación política de ese momento, no había nada que hacer, era totalmente imposible. Si hubiera podido tener la posibilidad de darle continuidad al programa económico, la inflación hubiese sido mucho más baja de lo que terminó siendo. No hubiese sido menor en 2022 con respecto a 2021, hubiese sido un poco más alta, pero hubiéramos tenido condiciones de reducción del déficit fiscal y de la emisión monetaria que hubieran permitido bajar la inflación gradualmente en el año siguiente, en 2023. La inflación en 2019, el último año de Juntos por el Cambio, fue de 53,8%.

El único instrumento de financiamiento que se tenía en la pandemia era la emisión monetaria. Entonces, obviamente, iba a llevar más tiempo bajar la inflación. Para eso era clave bajar el déficit. Venía ocurriendo, y había que al mismo tiempo hacerlo de una forma que no destruyera la capacidad productiva del país. Se venía invirtiendo en obra pública, mejorando la inversión en desarrollo tecnológico y científico. Eso era clave, y eso venía funcionando. Eso es todo lo que se terminó dando vuelta en la situación que hoy vivimos.

Sí creo que la Argentina hubiese seguido reduciendo la pobreza gradualmente, hubiese seguido bajando la desigualdad de los ingresos, hubiese seguido generando empleo. La inflación iba a ponerse en una senda descendente cuando pudiésemos alcanzar un punto de eliminar de la emisión monetaria, que era hacia donde se iba. Como se sabe, eso no se pudo hacer. Hubo toda una discusión sobre el tema fiscal que era clave. Como había sido tan alto el déficit fiscal en el contexto de la pandemia, y antes de la pandemia había sido muy alto por los intereses de la deuda insostenible del gobierno de Macri, no se le pudo dar continuidad y pasó lo que terminó pasando: la inflación terminó siendo 211% en un año, en 2023, y terminó ganando Milei.

Vos le dijiste que Milei fracasó. Yo te pregunté si fracasaste y respondiste que no, que quien fracasó fue el sistema político de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, ¿es así?

Sí, diría que lo que no funcionó es el experimento del Frente de Todos, que obviamente tiene en Cristina su principal exponente, pero que es mucho más amplio que eso. Es una tarea fundamental para el peronismo poder alcanzar la racionalidad en el campo macroeconómico. Hay que entender que existen restricciones, que no se puede hacer cualquier cosa. Si eso se alcanza, vamos a estar en otra plataforma para ofrecerle al país algo que sí funcione y no esto que es un desastre, lo de Milei.

Así como decís que Cristina no entiende que no se puede hacer cualquier cosa, que no hay restricciones, ¿Kicillof sí lo entiende?

Yo creo que el tema de Kicillof va a ser mostrar cuál es su visión hoy en lo económico. Creo que políticamente ha actuado de una forma diferente, eso es muy interesante. Hoy es gobernador de la provincia de Buenos Aires, no maneja la macroeconomía argentina, pero bueno, vamos a ver qué nos dice en el plano económico y en qué se diferencia de Cristina.

¿Se diferencia? ¿Kicillof sí tiene conciencia de las restricciones y de que se necesita una macroeconomía nada que no se puede hacer cualquier cosa, como no la tiene Cristina?

Interactué con él cuando él era gobernador, que lo es todavía, como ministro. La verdad que como gobernador me pareció que era consciente de que había restricciones de presupuesto. No tuve interacción con él cuando él era ministro de Economía, pero fue ministro de Economía de Cristina. Habría que ver, en un contexto en el que él no tenga ese nivel de dependencia, qué es lo que plantea en el campo económico. En la provincia de Buenos Aires, con restricciones muy duras, ha estado haciendo un manejo racional de los recursos, lo cual a mí me sugiere que sí puede haber diferencias. Todavía no se hacen tan claras desde el discurso, pero creo que es lo que va a tener que mostrar en los tiempos por venir de cara al electorado, que es dónde están esas diferencias.

Martín Guzmán
Alberto Fernández y Martín Guzmán

Elizabeth Peger: El Gobierno ha anunciado que el acuerdo con el Fondo se va a destrabar, supuestamente, antes del 21 de abril. Especulan que va a ser de 20 mil millones, con un desembolso de 8 mil millones de dólares iniciales. Pero en los últimos días ha habido ruido en el mercado. ¿Se puede tranquilizar el escenario en las próximas semanas?

Lo que estamos es una pérdida de reservas todos los días, prácticamente, y las reservas netas están negativas. Es algo que nunca pasó mientras yo era ministro de Economía y es algo a lo que la Argentina se está acostumbrando, que es un problema. Lo que está sucediendo es que se venden los depósitos de la gente. Es entendible que el gobierno esté desesperado por tener nuevo endeudamiento con el FMI para poder seguir vendiendo reservas y que sea la deuda del FMI lo que se vende. Pero esto es un problemón para la Argentina. En cuanto al punto de si el acuerdo con el FMI calmaría los mercados, si se ve que hay más dólares, se va a ver que el Gobierno tiene más capacidad de intervenir.

EP: ¿Qué esquema cambiario crees que puede contener el acuerdo y cuál puede ser su impacto? En esta ruta, vamos a vender también los 8 mil millones que pueda dar el préstamo.

Ese es el tema. Supongamos que se hace esta flotación entre bandas que se ha venido discutiendo, que es poner un piso y un techo, el tipo de cambio flota entre ese piso y ese techo. Si el dólar alcanza un piso, salís a comprar dólares, o sea, el Banco Central saldría a comprarte. Si el dólar alcanza un techo, ahí tenés que salir a vender dólares para que no siga subiendo la cotización del dólar. Para acumular reservas, más de lo que te presta el FMI, tendrías que poner el piso muy alto para salir a comprar dólares. Pero eso el Gobierno lo haría porque significaría una devaluación muy grande.

Para no vender reservas, al menos para no salir a reventar la deuda del Fondo, tenés que poner el techo lo suficientemente alto si liberalizás dentro de la banda. Primero, porque las utilidades de las empresas multinacionales están atrapadas y van a empezar a salir. No hay un gerente financiero que no la vaya a sacar y sería una irresponsabilidad total profesional no hacerlo. Esto funciona así.

Además, el Gobierno no estaría interviniendo como hace ahora para contener el contado por liquidación. Así que el tipo de cambio tendría que ser más alto si hubiese una banda que lo que hoy es el contado por liquidación, salvo que pongan el techo de la banda muy bajo. Entonces, si no lo ponen muy bajo, el tipo de cambio sube, y ahí es una devaluación y tiene impacto en los precios. Eso el Gobierno no lo quiere. Por lo tanto, no le queda que poner el techo de la banda muy bajo o seguir con exactamente el mismo esquema. Pero eso significa que te vas a gastar todo lo del fondo.

Yo me pregunto si alguien cree que el Gobierno no se va a gastar entre 8.000 y 15.000 millones. Si se gastan la plata de los depositantes, ¿no se van a gastar la plata de la deuda con el FMI? Es obvio que sí se la van a gastar. Es obvio que sí se la van a gastar y después vamos a tener un problema más grande que el que tenemos ahora de deuda.

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EP: ¿Va a ganar tiempo de alguna manera?

Es un salvavidas para el año electoral, pero después es un salvavidas de plomo para la Argentina. Ganas tiempo ahora a un costo enorme y no le explicas bien a la gente lo que vas a hacer, aunque esta vez Caputo sí dijo que quiere la plata de libre disponibilidad. La quiere usar como se le antoje.

Puede ser que haya bandas sin que se permita que las empresas giren utilidades. Es decir, con una salida restrictiva del cepo, en cuyo caso, no necesitaría pagar 8 mil millones de dólares de dividendos. Si salieran de un solo día, obviamente se gastaría toda la plata del Fondo en un solo día, pero podrían plantearse que haya bandas sin la existencia de que se puedan remitir utilidades. ¿No imaginas un proceso de desarme del cepo así, con restricciones, que permita que la banda sea del 5% más?

Si devalúas el 5% es otro escenario inflacionario, pero lo que decís es lo que uno cree que es lo más probable que se haga. Que se hagan pequeños cambios en el régimen cambiario que estén lejísimos de significar salir del cepo y se vendan con un montón de humo, diciendo que prácticamente es la salida del cepo, cuando no es así.

¿Qué te pasa cuando un economista tan reputado como Arriazu continuamente plantea que este dólar libre va a tender a este dólar de equilibrio porque la Argentina hoy tiene un flujo, no un stock, distinto al que tenía en el pasado, a partir de la potenciación de las exportaciones que permite la energía y las futuras que permitirá la minería? ¿Qué le decís a un economista como él cuando sostiene que finalmente el dólar hasta podría valer menos en una situación de equilibrio?

Creo que es posible, pero si hacemos las cosas bien. Yo creo que la Argentina tiene recursos humanos, recursos de capital, recursos físicos, recursos naturales también, que pueden ser bien aprovechados siendo industrializados. Por ejemplo, que el gas se use para producir mucho más fertilizante en la Argentina, que agrega valor a partir de lograr que el precio del gas sea más bajo, que es un insumo muy importante también para la producción de electricidad. Es posible, pero no es la dirección en la que estamos yendo. Lamentablemente, esa es la realidad. Estamos yendo en la dirección de tomar más deuda con el FMI. Eso termina significando un tipo de cambio real más alto, no más bajo.

Si uno supone que las exportaciones van a aumentar en 2026, tanto por aumento de las exportaciones de energía como por aumento de las exportaciones de otro tipo, y que en la medida que vayas desarmando progresivamente el cepo, vengan las inversiones del RIGI, ¿no sería lógico comprar un puente de 15 mil millones de dólares para no tener que devaluar mucho y que después el tipo de cambio baje y no haya esa devaluación hoy, que podría no ser necesaria dentro de uno o dos años, sin destruir una parte del sistema económico argentino?

No hay dos oportunidades de shocks de confianza en un gobierno. Hay solo una al principio. Vienen los cambios y ahí podés decir que va a venir la lluvia de inversiones. Eso ya no pasó. No es que ahora están viniendo las inversiones de afuera. Lo que ocurrió fue mucho carry trade, mucha bicicleta financiera. No es que tuvimos un influjo de inversión externa directa. Por eso termina yendo el gobierno del FMI. No funcionó. ¿Por qué ahora? ¿Cuál es el nuevo impulso?

Porque levanta el cepo. Es una hipótesis. No vinieron porque todos estaban esperando que se levantara el cepo. Si se levantara el cepo, ¿vendrían las inversiones del RIGI o vos crees que tampoco vendrían?

Si se levanta el cepo de una va a haber es un salto en el tipo de cambio que va a tener un impacto inflacionario. Eso es lo que el Gobierno más quiere evitar porque es el principal activo político que tiene de cara a la elección. Entonces, no lo veo como un resultado posible. Si la Argentina estuviese preparada con otro esquema, estaríamos hablando de otro escenario político, con mucho más orden.

Este es un Gobierno que hasta alude al Congreso para no tener que pasar por el Senado para el acuerdo con el FMI. Estamos a ese nivel, generando incertidumbre jurídica futura sobre la legitimidad del acuerdo con el fondo. Si tuviéramos otro escenario político, se podría levantar el cepo de una forma que tenga un impacto positivo más rápido en la economía. No es lo que veo en estas condiciones. Entonces, sobre lo que decías de mi colega, es posible, pero no veo las condiciones para eso hoy.

Alejandro Gomel: En otra circunstancia política, ¿sería nuevamente ministro de Economía de la Argentina o es una experiencia que usted dice "no, ya está"?

No, por supuesto que estaría en la posición que más pueda servir al país. Mi pasión más grande en mi vida es el país, es la Argentina. Todos los temas de trabajo los elijo en función de lo que significan para el futuro de Argentina. Es una pregunta fácil porque voy a hacer lo que sea por el país en el futuro.

TV/ff

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