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MODO FONTEVECCHIA
Ciberpatrullaje

Martín Becerra: "El Gobierno va a patrullar todo el universo digital, es gravísimo"

El investigador y especialista en medios de comunicación criticó el anuncio del Ministerio de Seguridad de que comenzará a utilizar inteligencia artificial para prevenir delitos: "anula la presunción de inocencia que está garantizada en nuestra Constitución".

Martín Becerra
Martín Becerra | Valentina Bustos

Martín Becerra afirma que Javier Milei busca catalogar a los medios como parte de la casta, hacer corresponsables a los periodistas de la situación del país y disciplinar “a toda aquella voz que presente preguntas o críticas a la labor del presidente”. Además, el investigador y especialista en medios de comunicación detalló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) que las grandes plataformas digitales controlan, censurar y hacer visibles determinadas cuentas: “son editores de la conversación pública y privada”.

Martín Becerra es especialista en medios de comunicación e industrias culturales. Es profesor en la Universidad Nacional de Quilmes y en la Universidad de Buenos Aires, investigador del Conicet y columnista en distintos medios de comunicación.

¿Qué relación hay entre los gastos reservados en la SIDE, el ministerio de Seguridad aplicando inteligencia artificial, el modus operandi de las llamadas "granjas de trolls" que tiene el Gobierno y el ataque a opositores y periodistas?

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Lo que tienen en común es la opacidad, es decir, la falta de transparencia. La asignación de fondos reservados del presidente Javier Milei a la SIDE es, por definición, indubitable, al igual que la tecnología de inteligencia artificial de esta nueva unidad que acaba de crear Patricia Bullrich y que fue publicada en el Boletín oficial. 

Es opaco porque los criterios para entrenar a la inteligencia artificial no están descritos, además los propósitos de esta unidad de inteligencia artificial son de una ambigüedad que lo harían sonreír a Borges. Para que tengamos una idea, la resolución publicada dice que van a patrullar las redes sociales, las aplicaciones y los sitios de internet, es decir, todo el universo digital. Por supuesto, no hay Estado en el mundo, ni siquiera el chino o el estadounidense, con las capacidades y las calificaciones para patrullar internet en su totalidad. Quisieron hacerlo, pero no pudieron. 

Por otro lado, el boletín dice que esta nueva unidad va a predecir futuros delitos, algo que es gravísimo porque anula la presunción de inocencia que está garantizada en nuestra Constitución, y viola las comunicaciones privadas y personales de 46 millones de argentinos. 

Además, está esta granja de trolls que es una patota digital que instala fake news y amplifica las agresiones del presidente y la de alguno de sus principales colaboradores hacia opositores y periodistas que informan, en algunos casos, apenas presentan ligeros matices respecto de la línea oficial. Hay una "competencia" en el sentido de "qué organismo es competente en materia de control vigilancia y monitoreo en redes digitales" que, hoy por hoy, son un territorio fundamental para la labor del presidente y para la conversación pública.

¿Creés que, independientemente del matiz o la crítica que se le haga al presidente, hay una intención de colocar al periodismo como opositor y como parte de "la casta"? 

Ese es un objetivo explícito y ni siquiera es muy original. Milei copia la receta de Donald Trump. Basta con mirar la entrevista a la que se prestó Trump ante la Asociación  de Periodistas Negros. Milei confunde a medios y periodistas como parte de la casta y busca hacerlos corresponsables del estado actual de las cosas. Además, tiene un objetivo subsiguiente que es disciplinamiento a toda aquella voz que presente preguntas o críticas a la labor del presidente. 

En ese sentido, hay una paradoja que no veo muy desarrollada en el debate público y es el hecho de que buena parte de las agresiones que desarrolla el presidente y su entorno cuenta con la anuencia y la reproducción de muchos periodistas y medios de comunicación importantísimos en audiencia. Por ejemplo, una persona que es víctima, entre otras, del hostigamiento oficial es María O' Donnell. Ella no sólo es agredida directamente por el presidente, algo que es gravísimo, sino que también es agredida por, entre comillas, colegas que aplauden al presidente y amplifican el acoso.

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Pablo Corso: ¿Cómo creés que puede funcionar este anuncio de prevención de futuros delitos, algo que ya vimos en la ficción Minority Report? Por otro lado, si no controla el Estado, ¿quién debe controlar?

Predecir comportamientos futuros, sentenciando que estos comportamientos van a ser delictivos, está reñido con los principios constitucionales de presunción de inocencia, de privacidad e de inviolabilidad de comunicaciones. Es legalmente complicado, pero aún si no lo fuera, es complicado en términos de convivencia democrática y es imposible que se haga bien. Si el pretexto es que el Estado tiene que ampliar sus capacidades represivas para contener el delito, no lo va a hacer con herramientas de inteligencia artificial que predicen comportamientos futuros

Tal como citaste en Minority Report, las bases de entrenamiento de la inteligencia artificial tienen sesgos de origen que conducen a conclusiones que están en el orden de la probabilidad. Pero el hecho de que sea más probable que un vecino de algún barrio en particular cometa algún delito o sea víctima no es algo comprobable. 

Yo escribí una nota que citaba un antecedente interesantísimo, en 2018 el ex gobernador de Salta, Juan Manuel Utubey, presentó una herramienta de inteligencia artificial para predecir embarazos adolescentes. Eso terminó siendo un escándalo porque las bases de datos falibles e inaudibles que tiene el Estado condujeron a un sesgo de clase manifiesto que era contradictorio con los principios constitucionales

Por otro lado, respecto a la pregunta de quién controla, creo que el Estado debe controlar. Pero hoy también controlan las grandes plataformas digitales que pueden censurar o hacer visibles determinadas cuentas. Son editores de conversación pública y privada

El Estado debería controlar, pero sujeto a criterios democráticos y no a una presunción de culpabilidad en base a una turbia definición de inteligencia artificial como la que dio la ministra Bullrich. Se debería controlar acorde a nuestros principios constitucionales, es decir, la inviolabilidad de la comunicación, la presunción de inocencia, e impedir que las herramientas de inteligencia artificial puedan meterse en temas de seguridad o de migración.

ADP FM