Tras siete meses de internación, Jorge Lanata falleció a los 64 años, dejando un legado pocas veces visto en el periodismo nacional. El especialista en medios de comunicación, Martín Becerra, se refirió a su trayectoria y consideró que se trata de una figura verdaderamente extraordinaria. “Durante los últimos 35 años, todo el sistema de medios argentinos orbitó en torno a su figura, a las polémicas que instalaba, a los encuadres opinativos que realizaba” manifestó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Martín Becerra es especialista en medios de comunicación e industrias culturales. Además ejerce como profesor de la Universidad Nacional de Quilmes y de la Universidad de Buenos Aires como investigador principal del CONICET del 30 de diciembre de 2024.
Estaba leyendo tu nota en Tiempo Argentino “Las edades de Lanata: de estandarte del progresismo a gran operador del Grupo Clarín”. Y yo hacía una reflexión. En realidad, lo que Lanata hizo post-grupo Clarín, que incluye la radio Mitre también, es la misma cosa que hacía antes, nada más que el que cambió fue el grupo Clarín, porque Lanata seguía haciendo las mismas notas. Las hizo en el diario Perfil, las hacía también en la Revista Noticias, todas sobre Lázaro Báez, todo eso se hacía antes, nada más que Clarín lo empezó a hacer a partir de la Ley de Medios. Mi pregunta, un poco provocadora, es si quien cambió fue Lanata o fue Clarín.
No, creo que los dos han cambiado. Efectivamente, el grupo Clarín cambió su orientación editorial a partir de la presidencia de Cristina Fernández, sobre todo a partir de la llamada crisis del campo de marzo de 2008 en adelante. Ahí hay claramente una ruptura de relaciones que habían sido hasta ese momento excelentes entre el grupo Clarín y el kirchnerismo, particularmente con el gobierno previo de Néstor Kirchner.
Y creo que también cambió Lanata. Porque Lanata hasta ese momento tenía una trayectoria con un estilo que continuó siendo inmutable, que es de transgresión, de polémica, filoso y teatral. Pero cuando se incorpora el diario Clarín… Creo que el grupo es una especie de maquiladora que va alisando las características más originales de sus empleados, sean brillantes y notorios o sean empleados más anónimos, también esto ocurrió con el propio Lanata.
Pienso en la diferencia que uno puede encontrar entre las columnas que él escribía siendo director de Página/12 a comienzos de la década del 90 o a fines de los 80. Si uno las compara con las columnas más logradas, a mi juicio, que escribía los domingos en el diario Clarín, y ahí uno tiene efectivamente un balance, una degradación en la profundidad estilística, sobre todo, y también en el chequeo de datos.
De todas formas, coincido en que Lanata tiene una línea de continuidad, en esta columna que publiqué en el diario Tiempo Argentino sobre la trayectoria de Lanata, yo exploro un poco más las continuidades que tiene, más que las rupturas. O sea, coincido con la idea de que el Lanata, irreverente, joven, que increpa a Mariano Grondona en los estudios de ATC o Canal 7 a principios de la década del 90, es el mismo Lanata que encontramos en Lanata sin filtro de Radio Mitre en 2023.
Para nada me propongo discutir eso, sino que al contrario, creo que lo interesante es ver la unidad de esa trayectoria. Y también creo que es una figura verdaderamente extraordinaria Lanata. Durante los últimos 35 años, todo el sistema de medios argentinos orbitó en torno a su figura, a las polémicas que instalaba, a los encuadres opinativos que realizaba. Y creo que es muy interesante ver esa trayectoria a la luz de cómo fue evolucionando o involucionando, eso depende del análisis, el sistema de medios argentinos.
Lanata fue también un enorme titulador, una persona con una gran capacidad de síntesis, en un momento en el que el periodismo fue caminando hacia, y sigue caminando hacia la brevedad, la espontaneidad, la falta de profundidad. Yo diría en ese sentido, y sin ánimo de comparar, el estilo Lanata, aunque soy consciente de que colaboró en Perfil, es bastante antitético de las entrevistas que realizadas por vos, Jorge, en Perfil. Quiero decir, en aras de profundizar temas, la entrevista en profundidad no escatima espacio. Yo diría que Lanata en eso fue, y no es una crítica, al contrario, es un reconocimiento, de su magnífica capacidad de síntesis.
Yo creo que él no era un analista. Un clásico periodista que le gustaba más la investigación y lo contundente. Justo la persona que instaló la palabra “grieta” es la que en el momento de su muerte se encuentra también siendo prisionero de ella y se encuentra con Clarín y Nación elogiando al Lanata de los últimos cinco años de Cristina Kirchner. Se olvida de los casi cinco años, cuatro años y medio largos de Néstor Kirchner. Y por el otro lado, a Página 12 y al kirchnerismo, diciendo se vendió a Clarín, cuando en realidad, como yo te decía, el que cambió fue Clarín.
Es cierto que él es un personaje extraordinario en cuanto a su capacidad de síntesis y al mismo tiempo su capacidad de impacto. Recuerdo tapas de Perfil hechas por él como la bolsa con dinero de la ministra de Economía en el baño. O la denuncia del ministro De Vido con todo su negocio, con después quien traía las valijas en el caso de Venezuela.
Me gustaría poner en contexto, cómo es que no son los temas los que cambian, sino que algo cambia en la sociedad que hace que esos mismos temas pasen a tener otra relevancia. Yo creo que Macri tiene claro que él es presidente por dos cosas. Por todo lo que hizo Lanata en Canal 13 en su programa de los domingos y por el asesinato o el fallecimiento del fiscal Nisman.
Ahora, la pregunta es si es que eso lo hizo Clarín, si eso lo hizo Lanata, o más bien Clarín y Lanata fueron hechos por una sociedad que estaba más predispuesta, que estaba cansada de Cristina.
Te pongo el ejemplo del caso Nisman. El acuerdo con Irán lo publicó Pepe Eliaschev, también en la tapa de Perfil, cuatro años antes. Y el fiscal Nisman se rió de Pepe y dijo que era una barbaridad. Me pregunto, ¿por qué si estas mismas denuncias en determinado momento pasan a tener importancia?
Cuanto la sociedad, mientras la economía va bien, tolera cualquier cosa y quiere creer cualquier cosa. En cuanto a eso, finalmente puede ser una metáfora de lo que nos está pasando hoy, por lo menos en una parte de la sociedad.
Creo que en esta reflexión que haces, hay dos o tres ejes muy interesantes. El que creo más relevante es este de si es la sociedad la que marca el ritmo y las condiciones de escucha de determinados temas y más bien se ensordece o le da la espalda a esos mismos temas en otros momentos. Mi respuesta es afirmativa, no solamente en los casos que mencionás, sino en general. Es difícil encontrar regularidades y leyes en la opinión pública porque eso es muy contextual. Pero esta es una ley que incluso excede a las fronteras argentinas, al tiempo histórico, temas que aparecen en la superficie por denuncias periodísticas o de algún líder de opinión o políticos y que no causan ningún impacto en un determinado momento bajo otras circunstancias que esta misma sociedad tres, cuatro o cinco años después considera que es aberrante y que es el eje que la moviliza a tomar algunas decisiones que puedan ser electorales o de otra índole.
También es verdad que, y esto lo sabemos todos comenzando por ustedes que trabajan en periodismo y en medios de comunicación, que el impacto que tiene la tematización de una cuestión pública por parte de un grupo que tiene una enorme cantidad de medios como Clarín es diferente de la que ese mismo tema puede tener en un grupo de medios más pequeño.
Sin duda. Pero Clarín lo podría haber hecho antes, Todos esos medios siguen estando, Clarín podría haber hecho eso cinco años antes y sin embargo lo hizo en un momento en que probablemente cinco años antes la sociedad no quería escucharlo, digo para no contar una historia de buenos y malos.
Por supuesto, a mí no me interesa, por supuesto no uso esas categorías de ninguna manera para analizar ni la trayectoria de Lanata en particular ni la de Clarín en general. Lo que sí creo es que Clarín se mueve o se movía con el amperímetro o la temperatura de la opinión pública, en el sentido de que le interesaba conservar su amplio mercado de lectores, de televidentes, de radioescuchas, etcétera.
Por otro lado, como actor político de primer orden, su asiento en la Asociación de Empresarios Argentinos… Se maneja con esa doble faz, ni bueno ni malo, es parte del poder real de la Argentina y tiene también apuestas e intervenciones sobre la realidad, más allá de contarla. O sea, no es sólo el reflejo de la realidad, sino que es un actor que produce realidad.
Pero déjame tomar otro de los ejes que estaba en tu reflexión que es si Lanata cambió o Clarín cambió. Yo te decía, los dos cambiaron, y un ejemplo cabal de que Lanata también cambió, asimilándose al grupo Clarín. Yo diría que el grupo Clarín neutralizó parte de su ADN más transgresor, tiene que ver con su ADN iconoclasta. Es decir, el Lanata joven era un Lanata bastante irreverente, yo diría incluso con muchas de las banderas del progresismo, del que él renegaba pero que explotaba y capitalizaba en los numerosos medios que fundó y que hizo exitosos.
En cambio, desde mi punto de vista, el Lanata incorporado a partir de 2012 al grupo Clarín es un Lanata que resigna una parte de su irreverencia. Porque sigue siendo muy irreverente con, en el caso de Cristina Fernández, el poder político, pero ya no es irreverente con el poder político cuando está Macri en el poder político.
Y por otro lado, el Lanata, previo a su incorporación al Grupo Clarín, era un Lanata que denunciaba la concentración del Grupo Clarín. Al igual que Perfil, al igual que Julio Ramos, al igual que muchos otros que eran afectados por esa concentración. De hecho, Lanata exhibía mapas de concentración de medios donde aparecía, porque era una descripción de la realidad, la inmensa cantidad de medios que acumulaba el Grupo Clarín, pero lo exhibía en programas de televisión como Después de Hora o Día D. Bueno, eso desaparece cuando él se incorpora al Grupo Clarín. Quiero decir, hay una parte importante de la realidad y del poder real que él ya deja de denunciar o tematizar. Me parece que, sin ponerlo en buenos y malos, es poco representativo de esta evolución de trayectoria no verlo.
El último mensaje que Jorge Lanata grabó para PERFIL en el día del periodista
Estaba pensando, obviamente en toda relación hay un intercambio. Las empresas tienen culturas y las empresas, las redacciones también, y tienen estilos. Es como la cama de Procusto, no cabe ninguna duda. Quiero decir, eso pasa en Clarín, pasa en La Nación, pasa en Perfil también. O sea, hay un marco.
Pero me quedé pensando en los seis meses de Lanata con Milei. Es lógico que una empresa del tamaño de Clarín tenga que seguir a su audiencia. O sea, que sea tan grande que tenga que seguir el humor de la sociedad, independientemente de que crea que la sociedad está correcta o incorrecta. Mientras que el lujo que se pueden dar a aquellos que tengan audiencias más pequeñas es que siempre pueden mantener esa audiencia que a lo mejor está en la oposición en determinado momento.
Mi sensación es que Lanata siempre fue crítico, siempre. Y que el mejor ejemplo que tenemos es en los apenas cuatro o cinco meses que compartió con Milei, cuando se ofende, cuando le dicen sobrado y le hace juicio. Ahí Clarín no estaba haciendo nada contra Milei. Es una decisión propia de Lanata en los medios de Clarín. No fue Clarín. Nadie puede decir que Clarín hizo eso. Eso fue Lanata puro. No encontrás ahí en el final de ese hombre, en los últimos días de su vida, que él era absolutamente consciente de su cercana finitud, esa rebeldía de los veinte años, cuando le discutió a Grondona. ¿No encontrás en ese Lanata que se ofende con Milei la esencia, aunque sea vieja y cansada, de aquel de veintipico?
Sí, con Milei sí, pero no fue así cuando gobernó Mauricio Macri. Pero sí, Milei por supuesto lleva el enfrentamiento con periodistas, con medios, a un nivel, a un nivel para mí inédito. Si, Lanata reacciona fuertemente. En una entrevista que le da a Jorge Rial, cerca del Balotaje pasado o probablemente ya con Milei elegido, él asume algunos insultos que vertió contra la expresidenta Cristina Fernández y dice: “me extralimité”. Hay una revisión del Lanata final, si se quiere, y por supuesto un Lanata muy crítico con Milei y solidarizándose también con Perfil, con esto de periodistas ensobrados, con vos mismo.
Y me parece que ahí también hay un juego para analizar del grupo Clarín. Yo no creo que Lanata haya sido un títere de Clarín. Lo que digo es que Clarín impone reglas, es ingenuo no creer eso. Pero el comportamiento editorial de Clarín con Milei, no es completamente oficialista, ni siquiera diría es furiosamente oficialista, a pesar de que tiene animadores de la noche, de TN, que son muy oficialistas, le hacen entrevistas constantemente al presidente, que le tiran centros y no repreguntan. De hecho, basta ver la programación diurna de TN para darte cuenta de que hay noticias que son muy críticas y de opiniones que también son críticas. Yo creo que en el Lanata final, la cuestión de domesticación empieza a hacerle ruido también a él mismo. Porque hay una revisión, pero eso probablemente tenga que ver con el final de su vida, con una reflexión más introspectiva, eso no lo sabemos. También es cierto que el grupo Clarín habilita espacios críticos con Milei, que cuando fue hiper oficialista con Macri no lo hizo.
Yo tuve esa conversación con Lanata hace muy poquito. Yo creo que si se lo preguntara hoy, él te diría: “mirá, Menem tenía poder, la dictadura tenía poder, Kirchner tenía poder, parece ahora Milei tenerlo”, pero De la Rúa, Macri, Alberto Fernández, no parecen haber tenido ese poder. Resulta lógico, o por lo menos esperable, una reacción mucho más virulenta contra aquellos que realmente en el ejercicio de la presidencia tienen todo el poder, a los presidentes más débiles. A Macri a veces se lo ve muy fuerte, porque es rico, pero desde el punto de vista político fue un presidente bien débil.
No hasta fin de 2017. Macri asume a fin de 2015, y diría a los dos primeros años de Macri.
Es muy interesante esto que decís, porque yo creo que en la percepción de Milei como parte del poder, o como un gobierno muy fuerte, es una percepción que está muy a tono con la que había sobre Macri en los dos primeros años de su gobierno, que también se suponía que era muy fuerte. Todas las leyes que Macriplanteaba y los decretos que firmaba, los DNU, que no eran respondidos por el Congreso. Fue un presidente que en los dos primeros años aparentaba tener mucha fortaleza y, por supuesto, a todos los factores del poder real, del poder económico alineados con él y con una sumisión de otros poderes, como podríamos decir el sindicalismo, etcétera.
Ahora, hoy a Milei lo vemos así, yo pienso que es un espejismo. Hay que dejar que la historia corra. Por supuesto, cuando la historia corre hay heridas que quedan sin sanar. Pero a mí me parece que esa percepción de que Macri no fue un presidente fuerte la tenemos porque conocemos los últimos dos años. Pero si nos parásemos en los dos primeros, no sé si diríamos que Macri no era fuerte. Y recordemos que Lanata aceptó a Macri en su última boda. Yo no sé si el perfil del Lanata crítico admite un contraste con todas las presidencias que hubo. Por otro lado, Kirchner fue fuerte recién a partir del fin de 2005, antes no era fuerte. O sea, nosotros percibimos que fue una presidencia fuerte porque conocemos el tramo final de Kirchner.
Víctor Hugo Morales despidió a Jorge Lanata y aprovechó para criticar a Clarín
En 2003 o 2004, Lanata se queda sin televisión por pedido de Néstor Kirchner. Y todos los medios estaban alineados, incluyendo Clarín, La Nación. El Gordo se queda sin televisión por pedido de Néstor Kirchner, y ese no era en el 2005, tenía todos los medios, casi te diría, me parece más todavía que Macri, por lo menos quedó C5N con Macri. En el caso de Néstor Kirchner, todos.
No, todos no, La Nación no era oficialista. La Nación publica denuncias de corrupción durante el gobierno de Néstor Kirchner, que Clarín oculta, y que luego Clarín amplifica y descubre, o sea, es como si fueran nuevas, tres años, con Cristina Kirchner presidenta.
A lo que voy es, a esta percepción de un presidente fuerte…Néstor Kirchner asume, no habiendo sido la primera minoría, o sea, salió primero Carlos Menem en la elección de 2003, y asume condiciones de debilidad. Probablemente el alineamiento de todos los medios con el gobierno de Kirchner, que ya venía como alineamiento con el gobierno de Duhalde, se deba, entre otros factores, a la famosa Ley de protección de bienes culturales, denunciada por Lilita Carrió como ley Clarín. Y justamente porque denunció a muchos otros grupos también, que justamente tramita el Congreso a instancias de Duhalde para evitar la quiebra de muchas empresas periodísticas argentinas. Pero que finalmente promulga Kirchner, porque esa ley se aprueba en junio de 2003, siendo ya Kirchner el presidente.
Exactamente. Venía de la época de Duhalde en una situación de mucha fragilidad en los medios, mucha fragilidad. Tu visión de La Nación, daría para conversar personalmente, pero como vos decís, todos los medios veníamos de una situación muy frágil y Néstor Kirchner prácticamente los tuvo todos a su merced. Por eso Jorge Lanata siguió sin trabajo. ¿Por qué un tipo como Lanata, que tenía el éxito, el rating que tuvo siempre, llega Néstor Kirchner y no puede trabajar en ningún canal de televisión? Claramente, hubo un acuerdo de todos aquellos que tenían medios audiovisuales, por pedido de Néstor Kirchner, para no darle lugar a Jorge Lanata. Y eso pasó en el año 2004, no en el año 2009 luego del conflicto con el campo.
Si ese ejemplo fuera válido para argumentar que la presidencia de Néstor Kirchner fue fuerte, entonces tenemos un ejemplo casi en espejo para argumentar por qué Macri también lo fue.
Es bueno lo que vos decís, con respecto a los medios tenés razón.
Porque claro, se queda sin posibilidad de trabajar en medios de comunicación con Macri, con el famoso "tenemos que mandar 500 argentinos en un cohete a la luna". Eso es de Macri. Si la fortaleza del gobierno la medimos porque sacó a una persona influyente, con mayor o menor rating, pero bueno, una persona muy influyente del sistema de medios. Bueno, los dos lo hicieron, ¿no?
Lo cierto es que las consecuencias se ven en el futuro. Uno lo que quiero decir es que claramente Menem llevó adelante las transformaciones que se proponía, el kirchnerismo llevó adelante las transformaciones que se proponía y Macri no pudo llevar adelante nada. Digamos, la historia se escribe al final.
O sea, parecía que tenía poder, como vos decís, creo que era una cuestión de clase, ¿no? Desde mi perspectiva se sobreestimaba siempre el poder por la cuestión de clase, pero finalmente el poder se demostró ineficaz, para decirlo de alguna manera. Mientras que el que construyó Menem, el que construyó el kirchnerismo, para los fines que perseguía fue eficaz.
Si, efectivamente.
MC