Manuel Llamas Fraga opina que el discurso de Javier Milei en el Foro de Davos “pasará a los anales de la historia, porque le cantó las verdades del barquero a toda la élite empresarial”. Además, citó a figuras como el expresidente de EE. UU. Ronald Reagan y la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, para mostrar cómo ambos lograron “derribar el comunismo”, sugiriendo que, de estar Javier Milei en la presidencia de España, “sucedería exactamente lo mismo”. “Argentina, que fue uno de los países más ricos del mundo hace poco más de un siglo, cuando los españoles íbamos en masa a emigrar a Argentina, ahora está recuperando ese brillo gracias a Javier Milei”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Manuel Llamas Fraga es licenciado en Ciencia Política, analista económico de libre mercado y director del Instituto Juan de Mariana. Fue jefe de Gabinete de la Consejería de Hacienda y Función Pública y viceconsejero de Economía de la Comunidad de Madrid.
¿Se podría decir que usted percibió antes la posibilidad de éxito de Javier Milei?
Yo creo que no fui el único. Javier Milei ya reflejaba, antes de llegar a la presidencia, un fenómeno barrial. Se convirtió en un fenómeno mediático y político. Se estaba viendo que tenía grandes posibilidades de alcanzar la presidencia desde bastante antes. Cuando Javier Milei decide hacer el salto a la política, la convicción de sus ideas y la forma de transmitirlas, tan eficaz, tan pasional, con tanto éxito... yo creo que somos muchos los que ya entonces veíamos en Javier Milei la esperanza de que pudiera alcanzar un gran éxito electoral y, finalmente, alcanzar la presidencia.
Max Weber hablaba del carisma, del liderazgo carismático, no del liderazgo institucional de los partidos, el liderazgo carismático, que sería el que en este caso tiene Javier Milei. Si en lugar de Santiago Abascal, España tuviese a Javier Milei, ¿hoy el gobierno español sería como el gobierno libertario?
Sin duda. Soy ferviente defensor de la libertad y creo que la batalla hay que darla en todos los frentes posibles, porque la libertad siempre está bajo amenaza. Los enemigos de la libertad son muchos y son muy poderosos. Hay socialistas por doquier. El estatismo es transversal. En este sentido, todo lo que sea un ataque a la libertad acaba siempre mal. Por eso hay que defenderla y hay que dar la batalla desde el ámbito de los medios de comunicación, desde la academia, desde el intelectualismo, dentro de nuestro ámbito particular y, también, a nivel político. Siempre digo: “No hay políticas liberales, sin políticas liberales”. Es imposible aplicar estas políticas, si los políticos que tienen responsabilidad no entienden, ni confían en las ideas de la libertad.
Hay claros ejemplos, por poner tan solo dos está Ronald Reagan en Estados Unidos, que bajo su presidencia, con el apoyo de Margaret Thatcher en Inglaterra, lograron derribar el comunismo y propiciar una nueva era de crecimiento en sus respectivos países. En Reino Unido, antes de que llegara Thatcher a la presidencia, era una economía en bancarrota. Reino Unido, que fue el gran Imperio Britanico, estaba navegando en un mar de deudas, con una economía estancada y sindicalizada hasta el extremo; y, gracias a su liderazgo, se logró salvar al país y volver a generar una nueva era de crecimiento. En España sucedería exactamente lo mismo. Con un candidato de fuerte convicciones liberales como Javier Milei, sin dudas, este país iría por un camino muy diferente al que estamos ahora, que es un camino de declive político económico e institucional.
Entonces vuelvo con el punto del liderazgo carismático que planteaba Max Weber. O sea, que en España no haya un gobierno liberal-libertario, que no lo haya hoy en Alemania, que no lo haya en Inglaterra, es el resultado de que no existe ese líder carismático, y que lo haya, por ejemplo, en Italia con Meloni, sí. O sea, finalmente, ¿todo se reduce en conseguir un líder carismático que represente las ideas correctas?
En parte sí. Digamos que el papel que desempeñan las personas en todos los ámbitos de la vida es fundamental, también a nivel de empresa. El fundador de una empresa es clave. La figura del empresario es trascendental. El empresario es el gran benefactor social, es el gran generador de riqueza. El empresario es la fuente de riqueza, es el que descubre una oportunidad y, satisfaciendo su interés personal, logra satisfacer los intereses de los demás. Cuando una empresa triunfa, cuando obtiene grandes beneficios, significa que está sirviendo extraordinariamente bien al resto de la sociedad, al resto de la población, ofreciendo bienes y servicios que demanda o que le interesa a la gente.
Pero, ¿cuál es el germen de una empresa? El germen de una empresa es un empresario. Yo soy un ferviente defensor de las ideas. La clave son las ideas. Hay ideas buenas y hay ideas malas, y por lo tanto, esto es fundamental. Pero al mismo tiempo, en el ámbito de la política, también es muy importante quién defiende esas ideas. Dentro de este ámbito, no es lo mismo un político que carezca de convicciones a que tenga las convicciones correctas o las ideas correctas para poder llevar al país a la prosperidad. Y, al mismo tiempo, el talento de ese político de vender y transmitir esas ideas.
No es lo mismo un político liberal que, por muchas buenas ideas que tenga, no logre transmitir, no logre convencer, no logre explicar de forma sencilla lo que, a priori, resulta complejo, especialmente si es en el ámbito económico, que un político que, además de tener las ideas correctas, sepa transmitirlas de forma eficaz, de forma eficiente, de forma exitosa, al conjunto de la población. La política en democracia se sustenta en eso: en transmitir ideas de forma correcta. Por lo tanto, se requiere talento, sin duda.
Esto nos lleva a pensar que, más allá de la importancia que tenga Trump por el tamaño que tiene Estados Unidos, incluso con la diferencia generacional entre Trump y Milei, ¿Milei se va a convertir en la figura más representativa a nivel mundial de la ideología que usted comparte?
Sí, sin ningún género de dudas. Javier Milei se ha convertido en el gran referente de la libertad a nivel mundial. Trump comparte algunos postulados, otros no. Trump, por ejemplo, es más proteccionista. En su primera legislatura incrementó el gasto público. Su administración registró fuertes déficits públicos. Trump comparte algunos de los postulados, pero en el ámbito de la libertad, como gran defensor de la libertad, solo hay que ver los discursos y el protagonismo, y la atención que está recabando Javier Milei en cualquiera de sus intervenciones, especialmente a nivel internacional.
Su discurso en el Foro de Davos pasará a los anales de la historia, porque le cantó las verdades del barquero a toda la élite empresarial y política del mundo. La mayoría de ellos de pensamiento wok, de pensamiento progresista, de pensamiento socialista. Sus discursos a nivel internacional se han convertido en un referente, en un centro de atención. Por lo tanto, sin ningún género de dudas, el referente actual del ámbito de las ideas de la libertad a nivel internacional tiene nombre y apellido: se llama Javier y se apellida Milei.
¿Se imagina, dentro de 8 años, que Javier Milei ya no podría, aún si fuera reelecto, continuar siendo presidente de la Argentina, con Javier Milei con 60 años, dedicándose a ser ese referente mundial, viviendo en Europa, distribuyendo sus ideas, abogando por ellas, para convencer la emergencia de otros líderes carismáticos en otros países? ¿Se imagina ese el futuro de Javier Milei?
Desconozco cuál puede ser el futuro o cuáles son las ideas que tiene el propio Milei a futuro. Yo creo que, ahora mismo, está centrado en el presente. Acaba de cumplir un año de presidencia. Ha logrado grandísimos avances. Está generando un auténtico milagro, una revolución liberal en Argentina, para que Argentina vuelva a ser un país grande y próspero de nuevo
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Argentina, que fue uno de los países más ricos del mundo hace poco más de un siglo, cuando los españoles íbamos en masa a emigrar a Argentina, precisamente porque aquí en España nos moríamos de hambre. Ahora está recuperando ese brillo y, en un año, ha hecho cosas excepcionales. Por lo tanto, entiendo que el centro de su atención estará ahora mismo enfocado en el presente. Dicho lo cual, yo estoy convencido de que su forma de hacer política, su forma de entender la política, su forma de ejercer y practicar la política con la verdad por delante, con la convicción y la pasión por delante, y también con la puesta en marcha del conocimiento de las ideas correctas por delante, contra viento y marea, harán escuela.
Está marcando toda una generación de futuros políticos, de futuros líderes, a nivel nacional e internacional, que se están viendo reflejados en Milei. Está, además, difundiendo como nunca antes había sucedido en la historia moderna las ideas de la libertad, llevando las ideas de la libertad a todos los rincones del mundo. El hecho de que cualquiera de sus entrevistas recabe la atención de millones de telespectadores hace que sus ideas se difundan de forma muy eficaz y de forma masiva. Entrevistas en las que, además, cita autores y libros concretos, a referentes del liberalismo. Por lo tanto, yo estoy convencido de que, después de Milei, vendrán, ojalá, nuevos Milei, con otros nombres, con otras ideas, pero con el mismo espíritu y la misma fuerza en sus respectivos países.