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MODO FONTEVECCHIA
EXPECTATIVAS ECONÓMICAS

Lucas Romero: "Si la gente no ve que sus ingresos se recuperan, no va a ver con simpatía al Gobierno”

El economista y consultor sostuvo que "la gente percibe que la situación económica no es una que invite al optimismo", lo que afecta la imagen del Presidente. "No se está logrando lo que la gente quiere: que se recupere su salario", expresó.

Lucas Romero
Lucas Romero | Captura de video

Luego de que se conociera que la inflación de julio fue del 4%, según datos del INDEC, Lucas Romero explicó que aunque el índice es bajo, el rubro de servicios como “vivienda, agua o electricidad” acumula una inflación “del 161%" en el año. Advirtió que Javier Milei no está logrando “persuadir al público argentino de que está resolviendo los problemas” y que las denuncias por violencia de género contra Alberto Fernández no desviaron la atención de la situación económica, como el Gobierno esperaba. “Es difícil no pensar que a Milei le va a ir como le vaya a la economía”, agregó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1). 

 Lucas Romero es licenciado en Ciencias Políticas y director de Synopsis Consultores.

Alejandro Gomel: Ayer se conocieron los datos de la inflación de julio. ¿Una cosa es lo que dice el INDEC y otra lo que se percibe?

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Sí, yo creo que ese es el riesgo que enfrenta Milei. El dato indica una desaceleración de la inflación, y eso puede ser un indicador de que efectivamente el programa económico está logrando éxito en materia de desinflación. El problema es que el Gobierno tiene que administrar las expectativas de la gente: la gente tiene que entender que el Gobierno está logrando resolver los problemas económicos. 

La inflación de julio fue de 4%, el índice más bajo en la era Milei

La desaceleración de la inflación se entiende en un contexto macro de la economía, pero a lo mejor no se percibe con tanta nitidez por parte de la gente porque hay algunos elementos de la economía cotidiana que todavía siguen arrojando números preocupantes como, por ejemplo, el consumo. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó recientemente que el consumo de alimentos y bebidas registró una caída del 21% en el primer semestre. El dato del IPC arroja el 4%, y al mismo tiempo, una inflación acumulada del 87%

Ahora, uno empieza a hacer un doble clic en ese número y encuentra que en rubros como vivienda, agua o electricidad, que son gastos que el ciudadano no puede evitar. Este rubro acumula una inflación del 161% en el año, casi duplicando la inflación general acumulada. Uno supone que si aumenta el costo de las prendas de vestir, deja de comprar, o si aumenta el costo de salir a comer afuera uno puede dejar de hacerlo, pero uno no puede suspender el uso de los servicios. Esto puede explicar la caída del consumo. 

El gobierno eliminó las regulaciones que ponían tope a las tarifas de telefonía, cable e internet

Si la gente no ve que sus ingresos se recuperan, no van a ver con simpatía al Gobierno. En última instancia, no se está logrando lo que la gente quiere: que se recupere su salario

A.G: ¿Lo que pasa con el bolsillo tiene su correlato político?

Le doy un anticipo de nuestro registro de agosto, que presentaremos esta tarde a nuestros clientes. Estamos viendo que la imagen del Gobierno sigue cayendo. Por tercer mes consecutivo tenemos un deterioro de la composición de imagen del Presidente.

Uno podría suponer que en este desafío de tener que ordenar la economía antes de que se desordene la política, pareciéramos estar en un momento de tensión. La reactivación de la economía no está siendo lo vigorosa que se esperaba y la imagen del Presidente empieza a mostrar signos de deterioro.

Una familia necesitó $900.648 para no ser pobre en julio, según el INDEC

Vamos a vivir esta tensión hasta que el Gobierno convenza efectivamente a la gente de que las soluciones económicas están presentadas en la escena, que el orden económico alcanzado es uno sustentable y sostenible en el tiempo, y que la gente sienta no solo que bajó la inflación, sino que se ha recuperado su salario, se ha recuperado su capacidad de consumo y, en última instancia, ha mejorado su calidad de vida. 

Elizabeth Peger: ¿El deterioro de la imagen se justifica con que la gente no está viendo en su bolsillo los síntomas de una recuperación?

Tengo dos interpretaciones que tienen que ver con cosas que han pasado en la realidad política, que es un poco más compleja que solo mirar números económicos. Una tiene que ver con que la gente percibe que la situación económica no es una que invite al optimismo, sobre todo cuando miro las preocupaciones ciudadanas. 

En el estudio de agosto que mencioné, tenemos al desempleo liderando las preocupaciones y casi llegando al 40% de las menciones. Este nivel de preocupación por el desempleo es uno que ni siquiera vimos durante la pandemia, y no tenemos registro en los últimos 8 años de un nivel similar. Con lo cual, creo que hay una percepción pública de que algo en la economía no está funcionando para que la gente tema perder el empleo.

Agrego una variable quizás más política: Milei ganó la elección el año pasado en la instancia de segunda vuelta, que es una instancia que ofrece dos alternativas. Ese apoyo que recibió se puede entender como un apoyo a su propuesta política, y también como un rechazo a la alternativa. En algún punto, Milei ha estado queriendo promover esta idea de que se interprete que la realidad es blanca y negra. Lo hemos visto tener en los últimos días cuestionamientos hacia el centrismo: necesita reproducir esa escena de la segunda vuelta y que la realidad se vea en blanca y negra. 

Encuesta: preocupación entre los votantes de Milei por el uso excesivo que el Presidente le da Twitter

Tuvimos en este último mes la novedad de que algunos actores políticos, como Mauricio Macri, empezaron a señalar algunos grises. Él asumió la presidencia del PRO con ciertos cuestionamientos hacia el Gobierno, cuestionando la capacidad de Milei de implementar sus ideas, su entorno y su equipo. Si miro datos del estudio de agosto, veo datos que indican que esa diferenciación con Macri está produciendo costos en la imagen del Presidente. Parcialmente porque algún segmento de los votantes de Patricia Bullrich empieza a tomar cierta distancia. No es gratis para Milei la diferenciación de Macri y esto puede acarrear algún costo en términos de imagen, adicionalmente al factor económico.

Estamos mirando indicadores de intención de voto, aunque más como un indicador de opinión pública que como uno electoral porque la elección todavía está lejos, y analizamos que el Gobierno perdió intención de voto como consecuencia de que votantes de Bullrich dejan de anunciar que su intención de voto es La Libertad Avanza. 

Claudio Mardones: Se habla en el entorno de Macri que Milei había perdido 4 o 5 puntos de intención de votos por un corrimiento del núcleo de votantes del PRO. En este contexto, ¿la investigación judicial de Alberto Fernández ralentiza el deterioro del Presidente?

La hipótesis era que esto iba a alimentar el descrédito hacia la dirigencia política en general y hacia el peronismo en particular y, probablemente, sirva como explicación para la demanda de cambio de la gente en 2023. En algún punto, el pasado es la fuente inagotable de legitimidad para Milei. El pasado desprestigiado y cuestionado funcionó como fuente de alimentación para la demanda de cambio en las elecciones.

Javier Milei no ahorra criticas contra Alberto Fernández, Fabiola Yañez y periodistas

En los registros del estudio, que comenzó cuando emergía este hecho en la conversación pública, está implícito el impacto. Esperábamos poder ver algún tipo de recuperación en las señales de descomposición de la imagen de Milei, lo que alimenta la hipótesis de que el escándalo no lo está ayudando en términos de imagen.

El posteo de Milei sobre Dyla, el perro del ex presidente
Para el economista Lucas Romero, el Presidente “decidió involucrarse directamente” en la investigación contra Alberto Fernández porque “el escándalo no lo está ayudando en términos de imagen”. 

 

Ayer, Milei dio un discurso en el Council de las Américas y en dos ocasiones cuestionó que de afuera la ven, pero los argentino no la ven. Evidentemente, él está viendo que no está logrando persuadir al público argentino de que está resolviendo los problemas. Quizás por eso decidió involucrarse directamente, como cuando hoy le preguntó al expresidente si tenía la intención de darle a Dylan

Dicho todo esto, creo que aún sosteniendo las hipótesis del Fabiola Gate, es difícil no pensar que a Milei le va a ir como le vaya a la economía. Como siempre, o quizás como nunca, la dinámica económica es y va a ser un condicionante determinante de la dinámica política. Creo que los argentinos están esperando que Milei resuelva los problemas económicos, más allá de las cosas que se conozcan de un actor que es un pasivo tóxico del peronismo. En todo caso, será un problema del peronismo, pero el escándalo de Alberto no parecería ser un alivio para Milei. 

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