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MODO FONTEVECCHIA
ANÁLISIS POLÍTICO

Lucas Romero: "El Presidente pareciera no estar ayudándose a sí mismo"

El analista político sostuvo que el discurso confrontativo de Javier Milei lo asemeja al kirchnerismo, lo que aleja a ciertos sectores del electorado. "El Gobierno viene teniendo un proceso de desgaste, tanto en apoyo a su gestión como en la evaluación de la figura de Milei", manifestó.

Lucas Romero
Lucas Romero | youtube

Lucas Romero criticó la idea de tolerar modos agresivos solo por enfrentar al kirchnerismo, señalando que puede tratarse de una estrategia contraproducente, ya que muchos de los apoyos a Milei fueron para evitar prácticas descalificativas que tenía la gestión kirchnerista. Por otra parte, indicó que la reaparición de Cristina Kirchner favorece la retención de votos de Javier Milei y deja ver una debilidad de la exmandataria, ya que pareciera buscar mantenerse relevante en el marco de no poder liderar una oferta electoral ganadora. “Milei pretende que las personas lo vean como el nuevo líder, y tiene todas las de ganar”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Lucas Romero es el director de Synopsis Consultora y analista político.

Alejandro Gomel: Hay una visión de que al Gobierno, en la última semana, le viene saliendo las cosas bien. En el Congreso, con el número de la inflación, etc. ¿Es tan así o en la vida real la economía no está arrancando? 

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Pongámosle un marco general a la reflexión sobre la coyuntura, porque lo que tenemos en la escena es un Gobierno que está intentando hacer algo muy difícil en condiciones políticas muy poco propicias para estar. Eso nos hace interpretar, por ejemplo, que la resistencia frente a la insistencia de una ley, que no es más que conseguir un tercio de una de las dos Cámaras, sea leído como un triunfo, cuando en realidad es un síntoma bastante elocuente de las condiciones de dignidad política bajo las cuales este Gobierno está intentando hacer esto tan difícil, que es ordenar esta economía argentina.

Eso nos lleva a plantearnos cómo hace el Gobierno para resolver esa condición poco propicia desde el punto de vista político. Y ahí hay múltiples aspectos para analizar. No solo la debilidad objetiva del Gobierno, que tiene sus márgenes decisionales restringidos, o sea que no puede tomar decisiones con plena autonomía, las puede tomar en el ámbito de sus propias facultades como titular del Poder Ejecutivo, pero no puede sacar leyes del Congreso. En todo caso, lo que hemos visto del Gobierno en los últimos meses es tratar de evitar que el Congreso le saque leyes no deseadas.

Además, nos lleva a analizar un poquito en qué medida la inexperiencia de este Gobierno y de Milei está contribuyendo positiva o negativamente a sus probabilidades de éxito, y en qué medida la falta de equipos para gestionar la cosa pública está contribuyendo negativa o positivamente al éxito del Gobierno. Hay múltiples planos de analizar esto, me gusta destacar tres. En función de lo que Milei está haciendo o intentando hacer, lo primero es lo que quiere hacer, después está lo que necesita hacer para hacer eso que quiere hacer, y después, finalmente, si se hace correctamente lo que hay que hacer para hacer lo que él quiere hacer. Son tres planos muy distintos.

El primero se lo voy a dejar a los economistas, porque son ellos los que saben identificar si el diagnóstico y el tratamiento elegido por este Gobierno son los correctos para esta patología, para solucionar los problemas económicos. Yo me quedo para analizar lo segundo, que tiene más que ver con cómo el Gobierno está intentando resolver ese desafío, y ahí aparece expresado todo esto que mencionaba: cierta inexperiencia, falta de equipos, cierta impericia, y por momentos ver un presidente que pareciera no estar ayudándose a sí mismo para maximizar su probabilidad de éxito. Esta idea o este razonamiento, que ha permeado muy intensamente en estos últimos días, de que tenemos que tolerarle ciertos modos al Presidente porque en frente está el kirchnerismo. Ese sería el razonamiento global, que tenemos que kirchnerizarnos para poder imponernos al kirchnerismo.

No sé en qué medida eso contribuye o no al éxito del Presidente, sobre todo porque el Presidente recogió, en segunda vuelta, y es lo que lo transformó en presidente, un apoyo de un sector social que precisamente es refractario a esas prácticas, que sistemáticamente le había señalado al kirchnerismo de apelar a fake news, apelar al maltrato y la agresión, de polarizar, de desestimar el rol del periodismo, de desestimar el rol de ciertas instituciones como la Justicia o, en este caso, el Poder Legislativo. Me parece que, en la práctica, hay muchas cosas que más que contribuir al éxito del Presidente, parecieran hacer lo contrario.

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Elizabeth Peger: En ese sentido, la reaparición de Cristina en la escena política con esta pretensión de conducir el peronismo, un espacio que nunca quiso conducir, y la posibilidad de que sea candidata, ¿no termina siendo funcional a ese discurso que de Milei en el sentido de mostrar o unificar a todo el antikirchnerismo? Porque convalida que el kirchnerismo sigue estando presente...

Sí, es absolutamente funcional y retribuida. El deseo de Cristina de protagonizar la escena es retribuido por el propio Milei. Milei le regala el centro de la escena opositora, señalándola y conversando con ella.

Hay algunos aspectos muy interesantes que hemos estado recogiendo, sobre todo de la conversación pública digital, que se ha transformado en un ámbito muy interesante y muy propicio para reflejar la conversación pública. Hacíamos una investigación en la consultora, porque nos parecía sintomático que haya aparecido con mucha fuerza el concepto de “kuka”, sobre todo en la narrativa del oficialismo. Es un término que, si uno lo analiza a lo largo del año, durante los primeros cinco o seis meses tenía un nivel de menciones bajo en la conversación pública digital, y en los últimos meses se ha triplicado el nivel de menciones. Desde el oficialismo se ha incorporado el término “kuka” como una herramienta para la discusión pública digital, y eso creo que contribuye a esta idea de polarizar con el enemigo ideal.

El enemigo ideal porque, si uno tuviera que identificar un actor del campo opositor que ayuda a Milei a ahuyentar apoyos hacia él, seguramente vamos a coincidir en que es Cristina Kirchner. Es la figura que mejor cumple esa función de aglomerarle a Milei esos apoyos que él juntó en la segunda vuelta.

AG: El enemigo favorito...

Claro. No tanto por apoyo a Milei, sino porque buena parte de los votantes querían evitar un triunfo del kirchnerismo

Quien le junta mejor ese núcleo de votantes es Cristina Kirchner. Su protagonismo ayuda a que Milei pueda retener un segmento de electorado que venía, y viene, empezando a dudar mucho respecto de si Milei está resolviendo o no. Lo venimos registrando en nuestros indicadores de opinión pública. El Gobierno viene teniendo un proceso de desgaste, tanto en apoyo a su gestión como en la evaluación de la figura de Milei. Desde junio para acá nosotros venimos viendo una ratificación de ese proceso de deterioro. 

Me parece que hay ahí un intento de apelar a esa polarización con Cristina, para que Cristina los ayude a contener los apoyos. Y a Cristina esto le viene muy bien, porque la pone a ella en el centro de la escena, y creo que la empuja a una situación que habitualmente ella no deseaba, que era la de asumir un rol burocratizando partidariamente su figura política. Algo a lo que siempre le ha huido a lo largo de su trayectoria, ocupar lugares en la burocracia partidaria.

Este deseo de Cristina de presidir el PJ, creo que es un síntoma de su debilidad política. Se ve necesitada de hacer ese movimiento para poder tener cierto control dentro del proceso político del peronismo. Así que veremos cómo le va.

Kicillof y CFK
Axel Kicillof junto a su madre política, Cristina Fernández de Kirchner.

EP: Es interesante también observar el movimiento de Kicillof de tomar distancia a esa Cristina, por lo menos desde el punto de vista público o en la expectativa que tiene Cristina en términos partidarios.

Sí, porque Cristina desde el 2011 para acá no ha podido liderar una oferta electoral triunfante en el peronismo. De hecho, su última oferta electoral liderada por ella, que fue la del 2017, fue derrotada en la provincia de Buenos Aires. Encima en la provincia de Buenos Aires, que es su distrito de mayor fortaleza. En 2019 ya tuvo que ser la segunda, tuvo que poner una figura moderada que le permitiese ampliar la base de apoyo.

¿Por qué no puede liderar una oferta electoral? Porque a Cristina le cuesta construir una mayoría ganadora, por el proceso de deterioro que ha tenido en su figura y los niveles muy altos de rechazo de una porción muy importante de la sociedad. Pero aún así, conserva el poder bloqueador o el poder de obturar el proceso de renovación dentro del peronismo, y creo que está utilizando ese poder para negociar su influencia, su incidencia en la forma en que el peronismo destina su estrategia electoral de cara al 2025 y al 2027. Me parece que ahí está la tensión entre la figura emergente, que intenta presentarse como una opción renovadora, como Axel Kicillof, y Cristina, que quiere todavía ejecutar ese poder de veto. Ese poder de obturar el proceso de renovación, para conservar algún tipo de incidencia.

¿Cuáles pueden ser las aspiraciones de Cristina? Ser candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires el año que viene para revalidar su fortaleza política, su poder político, su influencia y su incidencia. Y, eventualmente, tener la aspiración de ser candidata a presidenta en 2027, y si no es candidata a presidenta, al menos garantizarse cierto control en la elección de la sucesión en la provincia de Buenos Aires, donde está Kicillof, quien naturalmente va a querer también tener incidencia en ese proceso sucesorio en la provincia de Buenos Aires. 

Son los reposicionamientos que los sectores políticos hacen pensando en una estrategia política de mediano y largo plazo.

Macri pide debatir “ley por ley” y se concentra en ayudar a los gobernadores

Claudio Mardones: Es muy interesante el impacto que empieza a generar esta emergencia de Cristina Fernández de Kirchner. En el Gobierno miran ese escenario y miran a sus aliados, que dentro del palacio han sido determinantes, el PRO, la UCR y los condicionamientos de Mauricio Macri. Desde Casa Rosada dicen que eso está dentro del palacio, pero afuera hay un PRO que, a nivel nacional, no llega a los dos dígitos, un radicalismo que está en dos o tres puntos y que en el medio de esta ultrapolarización van camino a quedar totalmente, no fagocitados, pero sí con sus bases electorales absorbidas por La Libertad Avanza. ¿Coincidís con ese punto?

Sí, coincido.

Cuando uno analiza procesos electorales, sobre todo en términos de competencia, uno se va a encontrar con algo que es muy común en cualquier democracia moderna, que es la presencia de una suerte de dualidad estructural. Yo le llamo "el bipartidismo estructural". En la Argentina es el histórico peronismo-antiperonismo, que en algún punto adquirió una forma de kirchnerismo-antikirchnerismo, y que hoy adquiere una forma mixta entre el antikirchnerismo y el antimileismo. Pero en última instancia hay dos grandes nucleamientos. Uno de esos es el que pretende liderar a Milei y tiene todas las de ganar. Es que los votantes, las personas identificadas con ese ecosistema vean a Milei como el nuevo líder, la persona a la que hay que seguir. Bajo esa perspectiva, el resto de los actores tienen muy poco argumento para discutirle a Milei ese liderazgo.

¿Desde qué lugar Macri le va a discutir el liderazgo de ese polo no peronista o antikirchnerista que pretende liderar Milei? Lo estamos viendo en los números como vos lo comentas. Hoy los niveles de competitividad del PRO están muy lejos de los de La Libertad Avanza, que se ha consolidado como la oferta política que representa esos intereses del polo no peronista. La pregunta acá es qué puede hacer Macri frente a esa coyuntura, porque da la sensación que él pretende amenazar a La Libertad Avanza con ser, en los mismos términos que Cristina con Kicillof, el que obture la posibilidad de la consolidación de ese ciclo, diciendo yo no puedo liderar, porque claramente ahora la gente te ve a vos como líder, pero él puedo hacerlo perder. El problema es hasta qué punto eso es una fortaleza para Macri, y si va a ser señalado como el responsable de la derrota.

Mauricio Macri y Javier Milei
El ex mandatario, Mauricio Macri, en la asunción de Javier Milei.

CM: El techo del "poder de daño", sería ese...

Exacto, pero termina siendo un no lugar, porque insisto, si Macri es el responsable de la derrota, por dividir la oferta no peronista en la provincia de Buenos Aires, no es un lugar estratégico recomendable para que ocupe en la provincia de Buenos Aires. El oficialismo lo va a acusar, y lo va a señalar como el responsable de no haber podido triunfar en la provincia de Buenos Aires, por poner un ejemplo, en un distrito donde se produce esta circunstancia.

Con lo cual, yo creo que a Macri se le está volviendo cada vez más compleja la escena, sobre todo si no demuestra que es necesario. Porque hasta aquí, más allá de las amenazas, el PRO ha sido un instrumento funcional a los intereses del oficialismo, y lo ha demostrado en la realidad, por lo menos para reclamar el lugar y el protagonismo que Macri le reclama a Milei y Milei no le da. Hasta aquí, los votos para acompañar la posición del oficialismo han estado. El PRO ha perdido la posibilidad de demostrarle al oficialismo la necesidad de que el oficialismo tenga una buena relación con el PRO. Me parece que ha habido un error estratégico, sobre todo con esta discusión de financiamiento universitario, porque ahí el PRO ha tenido históricamente posiciones en defensa de la universidad pública, pero se sacrificó en función de sostener el veto del oficialismo

Esto va achicando los elementos que puede tener Macri para pretender reclamarle a Milei protagonismo e incidencia en la definición de la estrategia política de ese espacio. Y cuando digo el espacio, digo de ese gran espacio que es el "no peronismo", y que va a ser, en última instancia, lo que confronte contra el peronismo, tanto en el 2025 como en el 2027.

MVB FM