MODO FONTEVECCHIA
CONSEJO DE MAYO

Leandro Santoro: "El Consejo de Mayo es una impostura"

"Todo es una sobreactuación, y creo que ese es el problema de esta época: nadie se toma en serio la palabra", criticó el diputado nacional.

Leandro Santoro
Leandro Santoro | Cedoc Perfil

Tras los polémicos dichos del secretario de Seguridad de la Ciudad, Diego Kravetz, que declaró que darle de comer a la gente en situación de calle es acostumbrarlos a la pobreza, Leandro Santoro manifestó que la mala gestión de la problemática habitacional pone a las personas “en el peor lugar”. Además, se refirió a la convocatoria del presidente Milei para crear un Consejo de Mayo como una “impostura” porque “no saben cómo se construye un acuerdo de esta naturaleza”. "Yo creo que nadie se toma en serio el Consejo de Mayo”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Leandro Santoro es diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, electo en el 2021 hasta 2025. Fue candidato a jefe de Gobierno en 2023. Previamente había sido legislador porteño en 2017 y subsecretario nacional de la Reforma Institucional y el Fortalecimiento de la Democracia en 2015. También fue candidato a vicejefe de Gobierno, acompañando a Mariano Recalde, en 2015. 

La cantidad de gente en situación de calle aumentó por la crisis económica y la problemática se agrava con el frío, hay alrededor de 3.000 personas en la calle en una ciudad de 3 millones de habitantes. Si fueras jefe de Gobierno de la Ciudad, ¿qué harías?

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Lo primero que se debe hacer es respetarlos en su dignidad, identificarlos y no ocultarlos. Lo que está haciendo el Gobierno de la Ciudad es una línea de conducta que arrancó en la campaña electoral, con Jorge Macri, diciendo de manera espantosa que los cajeros automáticos son los monoambientes de las personas en situación de calle. Continuó con un video publicado en la página oficial de la Ciudad donde se ve gente en situación de calle siendo levantada por los trabajadores de Higiene Urbana, equiparando a las personas de situación de calle con la basura. Finalmente, las declaraciones de ayer de Kravetz ponen a la persona en situación de calle en el peor lugar

Para Kravetz, darle de comer a alguien que vive en la calle es "acomodarlo en la pobreza" | Perfil 

El problema de las personas en situación de calle está presente en todas las grandes ciudades en el mundo y cada una tiene que desarrollar su propia estrategia para entender qué funciona. Suelo poner como caso concreto la experiencia de Proyecto 7, que es una de las pocas cosas que funciona de verdad. Es una suerte de fundación que tiene como presidente y responsable político a Horacio Ávila, una persona que estuvo en situación de calle y logró, a partir de su experiencia, recuperarse y ayudar a los demás. Luego de 7 años en la calle, pudo salir y armó una de las pocas experiencias que funcionan: se considera a la persona en su dignidad, se la contiene y, finalmente, se la ayuda a reinsertarse en la sociedad y poder volver a incluirse en un sistema de vida digna

¿Cuál es la mejor forma de colaborar para que puedan salir de la situación de calle?

Uno por uno: esa es la clave. No hay una política general para la gente en situación de calle. Los tutores acompañan a esas personas en el choque inicial con esa realidad horrible que significa perder todo. Llegar a la situación de calle implica que la persona cayó y se rompieron todas las redes de contención social.

En general, el ciclo suele ser: si tenés casa la perdés, si alquilás pasás al inquilinato, del inquilinato pasas a la casa de pensión o directamente a la calle, por algún tipo de ruptura personal, familiar, por desempleo o por consumo problemático.  

En CABA, en apenas un año, creció un 14% la cantidad de personas en situación de calle | Perfil 

Esa situación es un golpe durísimo para mucha gente que, cuando suele caer en situación de calle, no suele tener la memoria histórica de que eso suceda en su familia. Por eso, muchas veces ese proceso deviene en una crisis de salud mental. Tengo bastantes diferencias con el enfoque del Gobierno de la Ciudad porque presupone que las personas en situación de calle son todos “drogadictos” o “locos”. En general, lo que sucede es que las personas, después de un tiempo de ser invisibilizadas por la sociedad y de no tener a nadie que les dé una mano, terminan cayendo en situaciones de consumo problemático o de salud mental.

La clave es entender que cada ser humano es importante. Debería existir, además de una red de contención social que entienda cual es la complejidad del tema, personas que se ocupen de personas y que los ayuden a transitar esa situación individualmente. Cada ser humano es especial, son políticas muy particulares y no universales. 

¿Estás en diálogo con Lousteau, Yacobitti o algún dirigente del radicalismo porteño para avanzar en alguna forma de coalición distinta a las que hubo en el pasado?

No, no es momento de discutir la cuestión electoral. Sí tenemos diálogo por la agenda parlamentaria. Habíamos propuesto, por ejemplo, una modificación de la movilidad jubilatoria. El radicalismo tenía un dictamen propio y decidimos acompañarlo para que pueda salir esa norma, entendiendo que para ellos resultaba más sencillo que nosotros acompañemos esa posición, a que ellos acompañaran la nuestra. Esto se debe a que hay un sector del radicalismo que está muy preocupado por tratar de evitar que lo emparenten con el peronismo o con el kirchnerismo. Muchas veces, esto hace que los diálogos no sean tan directos como nos gustaría. Hoy, el bloque radical está quebrado en tres y uno tiene que tener la suficiente inteligencia como para evitar que esas diferencias se profundicen. Es necesario tener un bloque mayoritario importante que ponga límites a la derecha, como con la ley de movilidad jubilatoria, el financiamiento educativo o el financiamiento universitario.

Leopoldo Moreau: "El radicalismo se dirige a la extinción" | Modo Fontevecchia 

Alejandro Gomel: El Gobierno va marcando una agenda con el Consejo de Mayo. ¿Qué visión tienen de la reforma política que se plantea?

Yo creo que nadie se lo toma en serio. En la política argentina, no hay la sensación de que haya un Gobierno dispuesto a construir consenso y llamar al diálogo para pensar entre todos una salida para la Argentina. Después de la sanción de la Ley Bases, armaron un pliego de condiciones, le propusieron a los gobernadores y algunos dirigentes que lo vayan a firmar y ahí se acabó todo.

La construcción de un acuerdo político implica una actitud que el Gobierno no tiene, de buscar el consenso, escuchar otras opiniones y flexibilizar muchas de sus definiciones. Es un Gobierno que tiene posiciones muy extremistas, y es muy difícil llegar a un acuerdo entre el extremismo y el fanatismo. Creo que muchos de los gobernadores que terminaron yendo al Pacto de Mayo fueron porque tenían la amenaza del presidente de que les iba a unir las provincias si no los acompañaban. Esta situación es la que da origen a la propuesta que se va  presentar en el Congreso en la que se supone que cada cámara debería mandar un representante. El origen de esto es, en realidad, una impostura. 

El Gobierno oficializó la creación del Consejo de Mayo: quién lo presidirá | Perfil 

A.G: ¿Qué van a hacer con la propuesta de reforma política de eliminar las PASO o implementar la boleta única?

Todavía, no tengo ninguna novedad de que el Gobierno se haya decidido a impulsar esto. Incluso hay rumores que dicen que a ellos no les conviene eliminar las PASO. Mi posición personal, en su momento, fue la de entender que había que revisar el sistema porque la obligatoriedad de elecciones primarias y simultáneas nos llevó, por ejemplo a los porteños, a votar seis veces en un año. La obligatoriedad, al menos, no me parece razonable. Es algo que se debería construir de manera consensual porque no solo afecta a los porteños, sino a los 24 distritos. Pero, por ahora, no hemos tenido ninguna señal de que el Gobierno tenga la decisión de ir a fondo con este tema.

Claudio Mardones: Con el tema universitario, la situación en la UBA ha vuelto a ser crítica. ¿Crees que el debate universitario va a quedar subsumido al presupuesto que viene y se diluya ese acuerdo opositor o va a haber una respuesta concreta?

Esa es una de las contradicciones que marcaba. El radicalismo había pedido una sesión especial para tratar el financiamiento universitario, que íbamos a acompañar, y el mismo radicalismo la levantó. Por eso, Yacobitti, que es vicerrector de la UBA pero viene de ser diputado radical y es aliado político de Lousteau, sacó un comunicado criticando a los propios radicales. 

La UBA declaró la emergencia salarial de los docentes | Canal E 

Si me preguntas por qué lo hicieron, o si negociaron algo para más adelante, no lo sé. Es una situación compleja porque para sacar cualquier ley en el Congreso, necesitamos juntar 129 diputados, que es el quorum. En Unión por la Patria tenemos 89, por lo cual estamos obligados a acordar, por lo menos, con la izquierda y con el radicalismo. En otras discusiones como con el tema de la movilidad jubilatoria, es deseable ampliar ese acuerdo hacia los sectores del peronismo no kirchneristas, pero que juegan cercanos a ese universo como Pichetto, Margarita Stolbizer o Lilita Carrió

Todo eso arranca siempre en función del diálogo con el radicalismo, pero hoy el radicalismo tiene tres posiciones muy opuestas: la de Yacobitti, la de Manes y la de De Loredo. ¿Por qué se levantó la sesión para garantizar el financiamiento universitario? No tengo idea. Supongo que tiene que ver con algún tipo de acuerdo que hizo un sector del radicalismo con el Gobierno, sin informarle a los otros actores, motivo por el cual Yacobitti emitió el comunicado que emitió. 

C.M: Había una respuesta oficial de un sector del radicalismo, que era no interponerse. Esperaban que saliera el paquete fiscal, luego la Ley Bases y que después se pudiera abrir una negociación. El otro punto, es el Consejo Interuniversitario Nacional y su negociación con Torrendell, el secretario de Educación: parece que ahí se trabó.

Fueron ellos los que propusieron la negociación, es incomprensible. Todo es una sobreactuación, y creo que ese es el problema de esta época: nadie se toma en serio la palabra. Uno puede decir una cosa a la mañana y otra diferente a la tarde. El Gobierno habla del Pacto de Mayo y lo último que hace es pactar, ni siquiera con los propios. El radicalismo propone una sesión, después la levanta sin dar explicaciones y otro sector del partido sale a decir públicamente que está en contra. Como diría mi amigo Alejandro Grimson, el desquicio de la política argentina es el signo de la época. 

Esta idea de que el Consejo de Mayo sea un organismo colegiado, con representantes de la CGT, de diputados, senadores y gobernadores, ¿no es una institución por fuera de las previstas en la Constitución? ¿Esa colegiatura aspira a sustituir al Congreso?

Creo que lo que está haciendo es cumplir con la formalidad que la racionalidad política indica. Un presidente debería construir consenso, escuchar a los expresidentes, al parlamento, y convocar a las organizaciones de la sociedad civil. Eso está bien, y estoy de acuerdo con una convocatoria de este tipo. Pero para eso, tienen que pensar cómo se construyen esos mecanismos de trabajo, y no solamente cómo se cumple con la formalidad. En definitiva, están haciendo una impostura. 

Pacto de Mayo
El diputado nacional Leandro Santoro declaró que el gobierno de Javier Milei está "malversando una herramienta política para acumular políticamente".

Pero si el gobierno elige un diputado, no es lo mismo que si la CGT elige a su representante.

Por eso, lo que creo es que están haciendo una impostura. Como todo en este país, se tiran los títulos y no se desarrolla. Tiene la sensación que la política es solo comunicar en Twitter y marcar agenda, pero en el fondo, no saben cómo se construye un acuerdo de esta naturaleza. El Consejo Económico y Social es un instrumento que debería complementar a las instituciones de la democracia legislativa. Cualquier gobierno democrático debería sentar a los sectores de la producción, del trabajo, los movimientos sociales, ciencia y tecnología y a las universidades.

La Argentina logró salir de la crisis del 2002 con el diálogo social y político que convocó la Iglesia. Ese diálogo permitió reindustrializar la Argentina, redistribuir el ingreso y, fundamentalmente, salir de la crisis política y recuperar la autoridad presidencial. Ahí había un método: el liderazgo político de Alfonsín y de Duhalde y una concepción de la democracia participativa sin fanatismos.

Lo que estamos viendo es una impostura. Un pacto político debe buscar la unidad, y creo que el Gobierno busca marcar diferencia. Lo está pensando para hacer política doméstica, no para tomar decisiones. Están pensando cómo construir una línea divisoria entre un amigo y un enemigo, donde ellos queden del lado de la gente de bien, y los que están enfrente queden del lado de la casta. Están malversando una herramienta política que en vez de usar para gobernar, la están usando para acumular políticamente.

Qué es el Consejo de Mayo, el anuncio que Javier Milei hizo en Córdoba | Perfil 

En el 2002, todo el Congreso estaba unido. En un Congreso dividido, ¿quién representa al Congreso si no es electo por el propio Congreso?

Lo lógico sería que los presidentes de las bancadas mayoritarias tuvieran una representación. Hay un problema en cómo el Gobierno desarrolla la política: fijan títulos y no tiene la menor idea de cómo se instrumentan las cosas. Hay un problema de gestión que venimos advirtiendo desde el primer día. En el fondo, es la consecuencia de gobernar con tres tipos. Son tres personas que piensan que hacer política es twittear.

Manuel Adorni comunicó por Twitter de qué se trata el Consejo de Mayo: estará conformado el jefe de Gabinete de Ministros, un consejero del poder ejecutivo, un consejero firmante de las provincias firmantes del Pacto de Mayo, un representante de Diputados, otro del Senado, uno de la CGT y uno de empresarios.

Es gestualidad pura, no es sustancial. Convocar a un acuerdo sin la provincia de Buenos Aires es gestualidad. Ni siquiera les interesa que funcione porque va en contra de su forma de entender la política. Necesitan el conflicto y construyen políticamente con discursos extremistas, ni siquiera Macri está contento en la convocatoria de Tucumán. Es una provocación constante que creo que debilita al Gobierno porque demuestra que están todo el tiempo sobreactuando una impostura. Lo que más pena me da es que se está mal obrando una herramienta legítima y necesaria para sacar a la Argentina adelante. 

TV FM