“La agro exportación ingresó 2.480 millones de dólares en septiembre”, señalan la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), en un informe conjunto elaborado apenas comenzado el décimo mes del año.
En un comunicado oficial, se destacó que estas entidades que “representan el 48 % de las exportaciones argentinas, anunciaron que durante el mes de septiembre las empresas del sector liquidaron la suma de U$S 2.480 millones de dólares”.
Asimismo, detallan que el ingreso registrado representa un incremento significativo que implica un 21% mayor en relación al mismo mes del año 2023, así como una suba del 1.2% en relación al mes de agosto de 2024. Si comparamos los primeros nueve meses de este año con el año previo, la suba es del 11%.
Combo de factores
El informe enfatizó que el mayor ingreso fue producto de la confluencia de diversos factores. “El ingreso de divisas del mes de septiembre es el resultado del régimen de dólar exportador vigente desde diciembre de 2023; de los precios internacionales; del impacto del clima; las plagas sobre el ritmo de cosecha del maíz y la soja; y de la relación de costos de insumos y granos”
Capacidad ociosa que preocupa
No obstante el mayor ingreso de divisas generado por el sector agroindustrial, las entidades ponen el foco también en un punto que no puede dejarse de lado, por lo que implica para la menor rentabilidad de los productores. “La exportación de granos sigue trabajando con altos niveles de capacidad ociosa, así como la industria aceitera, padeciendo márgenes negativos permanentes”, alerta el informe de CIARA-CEC.
“El ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible. La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial”, explica sobre la rueda que hace posible a los productores mantenerse operativos.
El agro liquidó US$ 2.480 millones en septiembre
A su vez, el informe señala que “la mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que noexisten retrasos en la liquidación de divisas”.
Comparaciones imprecisas
También subrayan desde las entidades que en el sector agro, “las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos”. Y agregó que eso “depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países”, por mencionar los principales.
Balance del complejo oleaginoso-cerealero
Al momento de hacer la conclusión y radiografía del sector el informe apunta que “el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó durante el año 2023, el 50.1 % del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC”.
En el análisis desagregado surge: “El principal producto de exportación del país es la harina de soja (12 % del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 70%”. “El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el INDEC, fue el maíz (11 %) y el tercero fue el aceite de soja (6,9 %)”, destacó el estudio de relevamiento.
El desafío que permanece
Es preocupante, por ende, la situación de capacidad ociosa que persiste constante y en niveles elevados, como una barrera desafiante que tendrá que sortear el complejo de cadenas agroindustriales. En ese sentido, es fundamental poder impulsar la competitividad del sector que, aún representa la generación e ingreso de divisas más importante para el país.
A eso se suman otros escollos que hacen al contexto internacional, en el que se dan las condiciones limitantes, con barreras arancelarias y paraarancelarias, y nuevos requisitos y normativa ambiental que se presenta para muchas economías como un limitante extra para incrementar la capacidad productiva del país, y su posicionamiento en el mercado global de la producción agro argentina.
