En diálogo con Jorge Fontevecchia, Julián Fava alertó sobre la "política de crueldad" de este Gobierno. Enfatizó en la "pérdida de empatía" y en las creencias de Milei, y explicó los peligros de que la clase política esté alejada del sufrimiento del pueblo. “Hay una concepción que desemboca en un ejercicio y justificación de la crueldad”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Julián Fava es filósofo, escritor, docente y traductor. Este fin de semana, publicó un artículo titulado “Contra la filosofía de la crueldad” en el que analiza la expansión de estos modos a la hora de hacer política.
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¿La crueldad es algo que se origina en la sociedad y los funcionarios empatizan con eso, la aprovechan, generan identificación? ¿O es al revés, y los funcionarios desarrollan, desde su capacidad de comunicación, indiferencia a la piedad en la sociedad?
La pregunta es muy interesante porque señala el punto donde lo común y lo colectivo se cruzan con las acciones individuales, y viceversa. Cómo las acciones individuales de los funcionarios, de algún modo van moldeando las acciones de la sociedad.
Creo que la crueldad, tal y como hoy se expresa, desde los funcionarios, no sólo de las acciones del Gobierno, porque eso uno lo puede discutir desde la posición que uno tenga, pienso en el discurso que llevan adelante algunos funcionarios del Gobierno, incluso el propio Presidente de la nación. La crueldad es solidaria de esta época, en la que uno podría decir que el ser humano dejó de ser ese "animal racional" tal y como lo concibieron los griegos, y empieza a convertirse, o estar en tránsito de ser, un ser de sentimientos.
Un ser de sentimiento atravesado por la lógica de las emociones, o de la emocionalidad. De una emoción que es situacional, volátil, que es performativa, que remite a acciones. De una emoción que se opone a toda forma de objetividad, y esta emoción es solidaria con el ejercicio de una suerte de política de la crueldad.
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Es una emoción que se sostiene y se justifica a partir de presupuestos de algunos de los filósofos que el Presidente reivindica, en particular Murray Rothbard y Ayn Rand, dos de las grandes figuras, tanto Ayn Rand la filósofa nacida en Rusia que emigró a los EE.UU. con la revolución del '17, como Rothbard, sostienen que hay un eje en las sociedades que está en la desigualdad. La desigualdad como eje dinámico de las sociedades es lo que sostienen, porque suponen que, en una sociedad en la que algunos puedan tener más que otros, eso motiva, impulsa e incita el desarrollo de los que menos tienen.
Es una hipótesis que oficia como justificadora de algo que los libertarios reivindican, que es el egoísmo frente a toda forma de altruismo. La competencia, el éxito personal, o el seguir los propios códigos personales frente a todo código moral que imponga deberes o que le pida a una persona que viva según otro valor distinto que los propios. Llámese esto el bien público o el progreso de la humanidad. Hay aquí una reivindicación en esa concepción que desemboca en un ejercicio y justificación de la crueldad.
La semana pasada escuchamos a un funcionario porteño decir que "quien le acerca un plato de sopa a alguien que vive en la calle la acomoda en esa situación". Creo que va por ese lado lo que digo, tratar de comprender o entender qué puede haber detrás de una frase como esa.
Tengo una frase anotada de uno de los filósofos alemanes jóvenes más importantes, Markus Gabriel, reflexionando éticamente sobre la inteligencia artificial. Él planteaba que “los seres vivos no merecen respeto moral por el hecho de ser inteligentes, sino por la capacidad de sufrir”, cosa que la inteligencia artificial no tendría. Creo que hay parte en la política que lo que reconoce es la capacidad sufriente que tiene el ser humano, y que la lucha contra reducir ese sufrimiento es la clave de la política.
Así es. Reflexiono con lo que vos decías que mencionaste la palabra empatía, empatizar. Creo que la crisis actual de la política es la crisis de representación, la crisis de las instancias mediadoras de la política, y representar es traer a la presencia. Traer a la presencia a la otra persona, porque efectivamente, sólo puedo empatizar si traigo a la presencia a la otra persona.
Si eso está en crisis, si las mediaciones están en crisis, si la representación está puesta en discusión, la política empieza a jugar un juego bastante macabro, casi fantasmagórico. Y allí, el empatizar, el poder sufrir con la otra persona, queda clausurado.
Con respecto a la IA, esto es muy interesante. Porque hay una pregunta que no deja de resonar, que es la pregunta respecto al pensamiento: "¿Qué significa pensar?", y "¿para qué hay poetas?", son las dos preguntas que se hacía Heidegger. Y tanto el pensamiento, la capacidad de abrirse al sufrimiento, y efectivamente la poesía, que nos vincula con la imaginación, nos dan algunas herramientas para suturar los conflictos entre los seres humanos, aunque parezca que no, y también nos vinculan con el mundo de las palabras, algo que también está en crisis.
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El mundo de las palabras está cada vez más sustraído en esta era, donde parece ser que los problemas los van a resolver la inteligencia artificial o los individuos aislados. Esos individuos que, según la hipótesis de Milei, son la sociedad. Porque recordemos que Milei dice y piensa, “no hay sociedad, hay individuos”, lo ha dicho más de una vez. Creo que efectivamente, lo que vos señalas tiene que ver con la crisis de las instancias mediadoras en una sociedad.
MB FM
