MODO FONTEVECCHIA
ANÁLISIS DE GOBIERNO

Julián Fava: "A LLA le falta misericordia y a Milei, sentido de la responsabilidad"

"El ejercicio de la crueldad que están llevando adelante me parece muy notable, no solo desde las políticas económicas, sino también desde el uso del discurso", señaló el filósofo sobre el Gobierno actual.

Julián Fava
Julián Fava | NA

El profesor Julián Fava señaló que el discurso del mandatario argentino está diseñado para provocar “reacciones viscerales” y polarizar a la sociedad. Además, sostuvo que el kirchnerismo también utilizaba la polarización, pero que La Libertad Avanza parece orientado a eliminar la intermediación y la crítica racional. “Es una época de emociones violentas incentivada desde muchos lugares, pero también desde la Presidencia de la Nación y sus funcionarios”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Julián Fava es profesor de Filosofía por la UBA y cursó estudios de posgrado en Berlín y Belo Horizonte, Brasil. Entre sus libros se encuentra “Peronismo: Entre la severidad y la misericordia”, que escribió en coautoría con Daniel Santoro. Es conductor del programa radial “Solo una noche más”, que sale por Radio Rock N' Grow FM. Además, da cursos de filosofía y artes los jueves, donde ve autores como Martin Heidegger​ y Walter Benjamin, entre otros.

Parafraseando el título de tu libro “Peronismo: Entre la severidad y la misericordia”,  a diferencia del peronismo, ¿La Libertad Avanza tiene severidad y no misericordia?

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Sí, tiene severidad y le falta misericordia. Y también pensaba, mientras te escuchaba, en que quizás el presidente Milei si de algo carece, es de una vieja virtud de la que ya hablaba Max Weber, que es el sentido de la responsabilidad.

Cuando Weber hablaba, hace más de cien años en la política como vocación, de las características del político, una de ellas era, junto con la pasión, la entrega objetiva a una causa, y también eso habría que ponerlo entre paréntesis, porque la objetividad hoy está puesta en discusión, y más aún, la objetividad que se nos presenta desde La Libertad Avanza, que pareciera ser una objetividad diseñada en función de los intereses coyunturales del Presidente de la Nación. Si de algo carece, decía, es del sentido de la responsabilidad.

Y pensaba que, utilizando y parafraseando lo que vos traías, a propósito del título del libro que escribimos en su momento con Santoro, esa severidad lo lleva a un uso de la lengua, del lenguaje, de la verba, en la que el presidente se regocija y goza con el sadismo. Eso también sucede en algunos de sus funcionarios. El ejercicio de la crueldad que están llevando adelante me parece muy notable, me parece muy marcado, no solo desde las políticas económicas, sino también desde el uso del discurso.

Me parece también que hay algo que, lejos de ser liberal libertario o anarcocapitalista, hunde sus raíces en el más clásico populismo, por así decirlo, va encontrando a cada momento enemigos con los que polarizar. Y eso, lejos de ser liberal libertario o anarcocapitalista, está en los manuales clásicos del populismo. Pienso en líderes europeos como Orbán en Hungría, incluso en Zelensky o en Marine Le Pen, siempre van encontrando a aquellos que están en contra de un supuesto proyecto al que han adherido las mayorías en la última elección, y cada elemento mediador de una sociedad democrática es rápidamente demonizado por el presidente de la nación. Caso típico el de la prensa y las acusaciones que le realiza, y ha realizado, a periodistas de distintos medios.

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¿Encontrás que en el kirchnerismo también hubo esa utilización que puede ser aplicable al populismo de signo ideológico contrario?

Sí, absolutamente. Lo encuentro también en el llamado populismo de izquierda. Yo lo podría ver en el proceso venezolano, y en el kirchnerismo también, con una delimitación poco precisa de eso que es el pueblo y sus enemigos.

En el caso de Milei, creo yo, aparecen elementos que tienen que ver con esa fuerte polarización, con esa crítica a los medios de comunicación, con una crítica a las instituciones intermedias, que en el caso del kirchnerismo también se extendió como una crítica al Poder Judicial. Es decir, hay una suerte de ilusión de una democracia directa. Y creo que Milei llegó con eso en su momento. El apoyo a Milei se va escurriendo como arena entre los dedos, conforme las medidas económicas y el sufrimiento para nuestro pueblo avanzan. Pero no obstante eso, su verba y su retórica, insisto, es una retórica que tiene que ver con un lenguaje diseñado para provocar reacciones viscerales. Y en esto Milei no ha abandonado la lógica de las redes sociales, la sigue prolongando aún en su gestión de gobierno.

Por eso vuelvo a lo que decía al comienzo a propósito de la ausencia del sentido de la responsabilidad. Ese lenguaje diseñado para provocar reacciones viscerales, es un lenguaje que tiene que ver efectivamente, en primer lugar, con la conformación del otro como un enemigo, con esa suerte de lógica amigo-enemigo. Y en eso los populismos a izquierda o derecha no se han diferenciado demasiado, creo yo.

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Entrevistamos a Rita Cortese y trajo una frase maravillosa, algo así como “el arte no impide que la mano que hiere llegue, pero sí muestra la herida”, y hablábamos del arte como resistencia. Yo le contaba que para el día del periodista, 7 de junio, estábamos armando un acto bajo una frase: “el periodismo es aquello que alguien no quiere que se publique”. Y planteaba que la ciencia tiene como modelo el pensamiento crítico, de que el periodismo también plantea aquello que se revela, lo que hay que descubrir y el arte, como un elemento de demostración de aquello que podría estar oculto como una herida. Vos hablabas de la intermediación. Obviamente la palabra de medios de comunicación viene asociada, somos medios y estamos interviniendo en una relación que no tiene que ser directa, y al mismo tiempo toda la división de poderes es intermediación. ¿Podríamos decir que finalmente lo que hay es la necesidad de eliminar la intermediación y el pensamiento, que finalmente es una forma de resistencia y pensamiento crítico?

Sí, y eso nos coloca en un momento umbral y crítico. Hay, creo yo también, una cuestión cognitiva. Si uno piensa en este lenguaje diseñado para provocar reacciones viscerales, hay una suerte de coerción de los sentimientos, una suerte de sentimientos que nos combinan a abandonar la racionalidad.

Y si uno se pone a pensar en el éxito de los formatos, las comunicaciones hoy a través del streaming, a través de las redes sociales, etc., tiene que ver, más que con la razón, con lo afectivo. Y, efectivamente, vos mencionabas algo del orden del descubrir, de develar, del periodismo como una herramienta de mediación, pero también de investigación, como la ciencia cuando descubre un objeto y trata de construir las condiciones de objetividad para la aparición de ese objeto. Todo eso pareciera ser que hoy está en crisis, porque lo que está en crisis es el uso de la razón como dispositivo humano.

Y, en definitiva, los griegos, cuando comienzan a hablar de democracia, utilizaban la palabra como vehículo mediador para ponerse de acuerdo en torno a los conflictos. Me parece que cuando hablo de una cuestión cognitiva, estamos combinados y asediados por cada vez más pasiones que no podemos dominar, que nos llevan a encerronas y a lugares en donde la coerción tiene que ver con la ausencia de la razón mediadora, ya que hablamos del arte también como un instrumento creativo.

La razón y las pasiones han estructurado Occidente. Bueno, hoy pareciera ser que la razón está dejando su lugar a pasiones muy inmediatas, a pasiones que tienen que ver muy con lo inmediato y casi con emociones violentas. Uno podría decir que es una época de emociones violentas incentivada desde muchos lugares, pero también desde la Presidencia de la Nación y sus funcionarios. Y eso me parece lo más peligroso porque, aún en esta época de descentralización del discurso, sigue teniendo cierta pregnancia y cierto peso el discurso cuando viene desde el poder político.

MVB VFT