Perfil
MODO FONTEVECCHIA
EL CONSUMO EN LA RECESIÓN

Juan José Bahillo: "El ajuste sobre la clase media y baja obligó al cambio de dieta: carbohidratos por proteínas"

El legislador provincial explicó los efectos que causó la recesión en el consumo de la población, y sostuvo que la exportación de carnes y granos fue afectadas por la caída de precios internacionales, la devaluación y el aumento de costos. "Cambiar las reglas de juego a los productores no es bueno y desalienta la producción", advirtió.

Juan José Bahillo
Juan José Bahillo | telam

El exsecretario de Agricultura, Ganadería, y Pesca, Juan José Bahillo, sugirió una reducción de retenciones para mejorar la rentabilidad y criticó las políticas económicas del Ejecutivo: “El país necesita dar las políticas de previsibilidad para la producción”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).  

Juan José Bahillo es diputado provincial en Entre Ríos. Previamente fue secretario de Agricultura, Ganadería, y Pesca de la Nación. 

Alejandro Gomel (AG): Usted escribió una nota contando cómo está el sector y cómo están los productores en medio de la caída del consumo y de la crisis económica que está viviendo la Argentina. ¿Podría ampliar un poco al respecto?

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Bueno, sí, esa fue una nota de reflexión que tomaron algunos medios, que marca primero, claramente, cómo se ha deteriorado el poder adquisitivo del salario de los trabajadores, el ingreso de los sectores medios, de los sectores bajos y de los jubilados. 

Lamentablemente eso ha obligado a estos sectores medios y bajos a cambiar fuertemente la composición de la dieta y ha caído el consumo de proteínas, sobre todo de carne bovina. Cuando hablamos de proteína animal hablamos de carne bovina, carne porcina y carne aviar. 

Finalizamos el año pasado en un consumo total de alrededor de 117 kilos, más o menos, en el año proyectado. Y al 30 de junio, ese número nos da 103 kilos, con la característica que lo que más cayó, obviamente, fue el consumo de carne bovina. La cual ha subido, un poco porque ha subido la hacienda, pero mayoritariamente, por el incremento de los costos de los servicios, las tarifas, la luz, el gas, el transporte, etcétera. 

El consumo de carne vacuna cayó al nivel más bajo en 26 años | Perfil

Todo esto ha elevado el precio y la gente, lamentablemente, no puede seguir consumiendo en esos niveles y reemplaza la proteína animal por carbohidratos, como la harina y las pastas. Si bien son un buen alimento, no tienen las características nutritivas que tienen la proteína animal, no aportan la variedad a la dieta que deberían tener. Esto es, indudablemente, por el modelo económico que está llevando adelante el Gobierno, el ajuste sobre la clase media y baja obligó al cambio de dieta: carbohidratos por proteínas.

Simultáneamente con eso, hice una reflexión acerca de qué deberíamos hacer en este momento. Primero, tener políticas que recompongan ese poder adquisitivo de estos sectores, y segundo, una reflexión con una sana autocrítica, que quizá nosotros cuando éramos gobierno, en otro contexto y persiguiendo un fin noble que era proteger el poder adquisitivo de los consumidores, condicionábamos las exportaciones para que haya más oferta local de carne y así el precio también estuviera más accesible. 

Bueno, esas políticas hoy no serían las adecuadas. Primero porque estaríamos convalidando este ajuste y tomando otras medidas en vez de tratar de recomponer los ingresos. En segundo término, nuestro país necesita dólares, necesita más producción, necesita más productores, necesita darle más previsibilidad al sector, en este caso ganadero. 

El consumo no recupera, pero en agosto subió 6% la confianza de los consumidores | Perfil

Es decir, la gestación hasta su destete, más su recría, más su engorde para exportación, lleva más de mil días. Y cambiar las reglas de juego a los productores no es bueno y desalienta la producción. Entonces ahí lo que tenemos que ver también es el consumo total de proteínas, sumar lo de carne aviar y  lo de carne porcina.

Además, hay que entender que dar las políticas de previsibilidad para la producción es lo que necesita el país, los consumidores y los productores. Porque además la dieta de los argentinos cambió, por características de vida y por nuevas generaciones, no vamos a volver a consumir la cantidad de carne bovina que consumíamos hace dos décadas atrás. Ahora tranquilamente puede ser reemplazada por carne aviar y porcina, y tener más saldo exportable, desde el punto de vista de la carne bovina.

La carne repuntó un 8% el precio en el mercado internacional pero bajó el volumen de ventas.
La carne repuntó un 8% el precio en el mercado internacional pero bajó el volumen de ventas.

Elizabeth Peger (EP): Más allá de lo que está ocurriendo con el tema de carnes, había mucha expectativa en el oficialismo sobre la posibilidad de fortalecer las reservas a partir de los ingresos provenientes de las exportaciones del campo. Sin embargo, esto no ha ocurrido, por lo menos en los términos del plan que tenía la gestión Milei. Por un lado, por la fuerte baja de los precios internacionales, sobre todo de la soja, que se ha prácticamente derrumbado en las últimas semanas, y por el otro porque muchos exportadores guardan la producción a la espera de conseguir mejores precios. ¿Qué pasa con esto? 

Hubo una baja de los precios internacionales. Son precios que se manejan en cuanto a la previsión de stock, de acuerdo a los mercados, a la producción de Estados Unidos, de Brasil, de Rusia, de Ucrania, etc. Han disminuido notablemente, están en niveles bajos de alrededor de 180 dólares. En precios nominales, para que la gente nos pueda entender un poco mejor, por una tonelada de soja, un productor está recibiendo lo mismo que en noviembre de 2023, alrededor de 290.000 pesos por tonelada. A eso hay que sumarle que se incrementó por tres el combustible, ahora va a bajar el impuesto PAIS, pero el impuesto PAÍS que impacta en el precio de los insumos había subido en 10 puntos, con lo cual encarecía notablemente los costos. 

Impuesto país: qué actividades se benefician con la rebaja del 10% y qué implica en la recaudación | Perfil

Además, hay que tener en cuenta la devaluación del 120%, que pega directamente en los costos en un 120%. Sin embargo esa devaluación, al sector que exporta, no fue una mejora en el tipo de cambio del 120%, porque hasta hasta el 9 de diciembre, el tipo de cambio para el sector era de 630 pesos, debido a que había un blend, que empezó como "dólar soja", pero después fue el "dólar exportador", que se fijaba en un tipo de cambio de 50% del dólar oficial y 50% del contado con liqui. Bueno, eso daba un dólar de alrededor de 630, por lo cual, cuando el Gobierno lo lleva a 820, si no recuerdo mal, baja ese blend, y después baja el contado con liqui, y de un dólar de 630, se le va a un dólar de 980, más o menos, al productor. Por lo cual el incremento del tipo de cambio fue de alrededor del 50%, pero los costos  directamente relacionados con la importación subieron mínimamente un 120% y los costos por los servicios se multiplicaron por 3. 

Por eso es lógico que el productor no venda y quede a la espera. Además, se da la particularidad que en el segundo semestre los productores tienen capacidad de retener. El productor más pequeño o mediano, por lo general, liquida hasta el 31 de julio. Quien tiene cereal o quien tiene soja después del 31 de julio, por lo general tiene ya otra capacidad económica y puede retener el cereal. Y es lógico que lo haga porque su ingreso es la manera de preservar la sustentabilidad económica y la rentabilidad.

Molienda de soja.
Molienda de soja.

Hoy es altamente deficitario el margen bruto de los cereales y oleaginosas, sobre todo soja, trigo y maíz, y se hace en campo alquilado. Todavía se conserva algo de rentabilidad si se hace en campo propio. Sin embargo, el 75% de la agricultura de la Argentina se hace sobre campo alquilado, por lo cual el escenario es bastante complejo, además de la actualidad.

Además, se estima que se va a sembrar maíz entre el 18% y el 20% menos. En mi opinión va a ser un tercio menos, un 33%. Esto a causa, primero, de los costos, y en segundo lugar por el impacto de la chicharita, que fue una problemática sanitaria que tuvo el cultivo en la pasada campaña. 

José Romero, Exvicepresidente del SENASA: “El primer cuatrimestre del año se registró el consumo más bajo de la historia Argentina”

Y después, soja se va a sembrar para sostener y no parar los campos alquilados que tienen los productores, pero no va a haber incremento de la superficie sembrada ni va a haber incremento del volumen, independientemente de las condiciones climáticas.

Los precios en el mediano y largo plazo no son alentadores. Para no quedar solo como un comentarista de este escenario, creo que para esto el Gobierno debería analizar una rebaja en algunos puntos de las retenciones para que devuelva rentabilidad al sector. 

AG: Algunos hablan de la necesidad de una devaluación. ¿Es así?

Para mí el problema es que una devaluación pega en toda la sociedad, porque deteriora aún más el poder adquisitivo del salario, sube nuevamente los índices de inflación, o sea, tiene efectos secundarios en toda la sociedad. Por otro lado, del cepo no puede salir. En cambio, la retención es algo que puede impactar en algunos productos que van al mercado interno pero en mucho menor medida y, a su vez, le devuelve rápida y de manera directa la rentabilidad al productor. 

AO FM