Jorge Vasconcelos opina que los acuerdos logrados con China "no cambian cualitativamente la situación de debilidad externa del país, sólo estiran el tiempo". A su vez, habló de la incertidumbre que rodea a los mercados: "Está claro que el mercado ve más riesgo por el lado del sector público que por la economía en general", aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Qué tan real es que Massa volvió de China con 5.000 millones de dólares para usar en importaciones de China, lo que redundaría en poder aumentar las reservas?
El comunicado del Banco Central no aclara bien ese punto. En la práctica hay una necesaria ampliación del swap porque está aumentando el déficit comercial con China.
En los últimos 12 meses exportamos por 8.000 millones de dólares pero importamos por 16.000 millones. Y si no tenemos dólares para pagar ese déficit lo que hacemos es ampliar el crédito.
Ante esta situación con el déficit comercial, el mecanismo es posponer los pagos que corresponderían por dicho déficit, es decir, es crédito comercial. Estamos aumentando nuestro endeudamiento para financiar importaciones que de otro modo no podríamos.
El Banco Central hizo la compra de dólares más importante del año
De hecho, el acumulado del crédito de comercio exterior que hemos estado tomando como país, no el Estado sino las empresas, supera los 12.000 millones de dólares en el último año.
La primera explicación es déficit comercial, financiamiento de importaciones. Tiene que ver con mantener bajo contrato las relaciones entre privados, los importadores argentinos y exportadores chinos.
Al respecto de la ampliación del swap por 5.000 millones de dólares, ahí sí podría entrar a jugar la posibilidad de convertir yuanes en dólares para que se pueda reforzar las reservas.
Sucede que los niveles de las reservas están tan bajos en términos netos que, teniendo en cuenta los compromisos del país para pagar deudas este año, estaríamos muy justos con ese monto.
El Gobierno mucho abarca pero poco aprieta. Tiene demasiados objetivos y hace que este tipo de noticias no genere cambio de expectativas, sino que hace pensar que hay que seguir remando para evitar una peor situación. Le pone un piso al deterioro de las expectativas.
¿O sea que cree que sí le dieron unos 5.000 millones de dólares más, tendiendo un puente para llegar a fin de año, independientemente de si termina siendo positivo o contraproducente para el largo plazo?
Sí, tal cual. pasa que el Central no aclara ese punto. Pero off de record los funcionarios aseguran que eso es factible.
¿Esos 5.000 millones de dólares servirán, esencialmente, para que sean de libre disponibilidad para entrar al mercado cambiario o, finalmente, para pagar importaciones y que con ese ahorro se engorden las reservas? ¿Lo que cambia es el timing de que se pague todo junto o que, en todo caso, sea a lo largo del pago de las importaciones?
La posibilidad de cambiar yuanes a dólares y mantenerlos en las reservas brutas del Banco Central ya ha pasado antes, no sería extraño que se repita.
Pero estos contratos, para que sean operativos, que Argentina siga con los pies dentro del plato en la relación con el FMI. O sea, este crédito no sustituye mantener el acuerdo con el Fondo, sino que le da más poder de negociación al staff del mismo. Son jugadas donde el resultado neto final no cambia cualitativamente la situación de debilidad externa del país, sólo estiran el tiempo.
Lo cual no sería poca cosa para el Gobierno, con la fragilidad de reservas que tiene, ¿no?
El tema de la fragilidad se ve todos los días. Por ejemplo, en esta decisión de que las provincias tengan que acudir a financiar parte de sus vencimientos de deuda en el mercado, porque el BCRA no le va a suministrar los dólares.
Todo esto mantiene a todo el mercado en alerta, se sigue día a día la coyuntura. Está claro que el mercado ve más riesgo por el lado del sector público que por la economía en general.
Si uno mira el piso del valor de los activos de la Argentina, en julio del año pasado, desde ese momento el precio de las acciones en dólares subió cerca de 110%. Sin embargo, el riesgo país, que refleja lo que valen los bonos de deuda externa argentina, sigue extremadamente alto.
Es decir, hoy hay muchas más certidumbre sobre el futuro de las empresas y del sector privado, y sigue la incertidumbre respecto de los compromisos del sector público. Fijate que, por ejemplo, no hay pesimismo sobre si YPF va a poder seguir creciendo en su producción de gas y petróleo.
¿Se podría resumir en que esa confianza es económica pero la desconfianza es financiera?
Así es, y se ve con lo que pagan las empresas argentinas para endeudarse en el exterior, cerca del 6% anual. Es paradójico, porque está el contraste entre la trayectoria se espera del sector privado contras las dificultades que todavía no se sabe cómo se va a resolver. La transición electoral de este año es uno de los principales ingredientes de ese factor de incertidumbre.
AO FM