MODO FONTEVECCHIA
ANÁLISIS ECONÓMICO

Jorge Vasconcelos: "El Gobierno está presentando una receta en las antípodas del Fondo"

El economista sostuvo que no ve negociaciones rápidas con el Fondo Monetario Internacional porque el último informe público del mismo afirma que no está de acuerdo con la idea del dólar blend y de que las reservas negativas fueran usadas para controlar la brecha cambiaria. "Las últimas medidas del Gobierno desafían al FMI", declaró. 

Jorge Vasconcelos
Jorge Vasconcelos | Captura de YouTube

Jorge Vasconcelos señaló que el Gobierno confía en un triunfo de Trump en las próximas elecciones norteamericanas para una negociación con el Fondo Monetario, pero sostuvo que más allá de un triunfo del republicano, si el congreso de EE.UU está dividido, darle apoyo a Argentina “sería complicado”. Por otro lado, se refirió a la incertidumbre que reflejan en la sociedad y en el mercado las medidas económicas de Javier Milei y sostuvo que el sector privado se encuentra en un escenario en el que tomar decisiones es difícil frente a la falta de medidas concretas. “Hay una tensión entre las preferencias del Presidente, que están más inclinadas a la dolarización, y lo que la cabeza les indica a los miembros del equipo económico”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1)

Jorge Vasconcelos es economista, investigador jefe de la Fundación Mediterránea. Además, se desempeñó como asesor del Ministerio de Economía entre 1991 y 1996 y colaboró como asesor técnico en la aplicación de la dolarización en Ecuador. 

Hay distintos economistas que opinan de manera muy contradictoria. Algunos creen que los pasos que viene dando el plan económico del ministro Caputo se dirigen a cumplir la promesa originaria de Javier Milei sobre la dolarización de la economía, y otros que creen que, por el contrario, la ampliación de la brecha y la mantención del cepo hacen cada vez más difícil la salida del cepo y cualquier signo de cambio monetario. ¿Cuál es su opinión sobre la intención del Gobierno de dolarizar?

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Hay que tener en cuenta los últimos anuncios. Ayer hubo un comunicado importante del Banco Central respecto de los pasos que están dado. En principio, uno diría que la cancha sigue inclinada a favor de un esquema más parecido al Salvador que a economías más bimonetarias como Uruguay o Perú, pero ese comunicado del Banco Central, que da más detalles sobre los próximos pasos que piensan dar, deja abierta la posibilidad a otras opciones, podría ser una opción clásica, que sería metas de inflación con manejo de la tasa de interés, que es el caso de Brasil; o un esquema más parecido al de Perú o Uruguay con un sesgo bimonetario más marcado, pero tampoco cierra la puerta a un esquema más rígido, parecido al Salvador, donde el peso quedaría con un rol marginal, pese a que el Gobierno afirme que lo que está ejecutando sirve para volver al peso una moneda escasa. 

No es estrictamente necesario que el desemboque de esta transición sea el peso escaso, uno tiene que mirar el contexto donde el Gobierno no solo tiene como objetivo bajar la tasa de inflación, sino que el país tiene como objetivo evitar el default, pero lamentablemente lo que estamos viendo en estos días es un esquema donde acentuar el peso al objetivo de bajar la inflación puede estar alejando la posibilidad de acumular reservas en el Banco Central, y si no se acumulan reservas sigue incierto el cumplimiento de los compromisos externos, y eso no es una cuestión de palabras, lo refleja el altísimo nivel de riesgo país que tiene la Argentina, que es superior a los 1500 puntos, cuando países comparables están en los 300 o 400 puntos. 

Si bien parecieran darse más casos en dirección a la dolarización endógena, creo que siguen abiertas las otras posibilidades más clásicas. Hay una especie de contradicción, porque si aumentara la confianza en el peso, como está fijada la cantidad de moneda, eso tendría un impacto sobre la tasa de interés. Un escenario positivo acorde con lo que anuncia el Gobierno sería que aumente la demanda de dinero, la confianza y que se traduzca en un aumento en la tasa de interés

El tema es que el sector público está muy endeudado, entonces la suba en la tasa de interés es una mala noticia para el nivel de actividad, cuya recuperación aún no se ha consolidado, y para la deuda pública, por el tema del costo financiero de la deuda

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Ahora, si no hubiera confianza y no aumentara la demanda de dinero, lo que pasaría es que el Gobierno, para bajar la brecha cambiaria, tendría que hacerlo vendiendo dólares que no tiene en el mercado libre. Por lo tanto, eso no sería una buena señal, porque si la brecha cambiaria bajar por ventas masivas de dólares en el mercado libre, aumentaría la desconfianza de los exportadores y frenarían las liquidaciones de exportaciones y el problema de las reservas se haría más agudo. 

Entonces, estos 30, 60 o 90 días por venir son claves para ver hacia cuál de los dos escenarios se inclina la macro argentina, y al final de ese túnel, queda abierta la posibilidad de que el Gobierno termine aceptando que una dolarización de la economía tiene muchos costos. 

Un tema clave es saber cómo funciona el sistema bancario y la expansión de crédito del sector privado, un sistema bancario muy dolarizado solo le podría prestar a los exportadores, habría escasez de crédito para las empresas vinculadas al mercado interno y el Banco Central no tendría dólares para garantizar los depósitos. En fin, un escenario de dolarización sigue siendo complejo y no sigue siendo la respuesta apropiada para los problemas de corto, largo y mediano plazo de la Argentina. 

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Tanta incertidumbre respecto de si se va para un lado, si va para el otro, si el peso va a ser fuerte, si va a haber dolarización o canasta de monedas, si se elimina el Banco Central o si se refuerza su papel como garante de la reducción de la inflación, ¿no es un problema para la macro? La economía son expectativas futuras y hay mucha confusión respecto de los escenarios futuros, ¿esa falta de claridad refleja cierto grado de confusión epistémica del equipo económico?

Creo que hay una tensión entre las preferencias del Presidente, que están más inclinadas a la dolarización, y lo que la cabeza les indica a los miembros del equipo económico, en el sentido de que una dolarización tendría, en parte, los problemas que mencioné antes. 

Me focalizo en el tema del funcionamiento del sistema financiero, porque la economía argentina tiene un crédito al sector privado que es miserable, son 4 puntos del PIB, cuando una economía de esas características debería tener 10 veces más esa masa de créditos al sector privado.

Un sistema dolarizado funciona en economías muy simples, pero en el caso de Argentina, que la economía es más compleja y la importancia del sector industrial es mayor, si le presta dólares a una empresa vinculada al mercado interno, corre riesgo el sistema bancario, y si no le presta corre riesgo la economía en el sentido de que no crece. 

Entonces, creo que el Presidente está entusiasmado con la idea de la dolarización, y fijémonos en el hecho de que el equipo económico original estaba pensado con Emilio Ocampo, que sí era un partidario abierto de la dolarización, pero cedió terreno a Luis Caputo, que hablaba de algún esquema donde la dolarización estaba presente pero no era el esquema de Ocampo. 

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Creo que hay un problema al que se transmite la percepción que vos tenés, de incertidumbre, y con incertidumbre cuesta mucho tomar decisiones. Yo hablaba de dos escenarios en el corto plazo: si hay demanda de dinero sube la tasa de interés, si no hay demanda de dinero suben las intervenciones del Banco Central para achicar la brecha vendiendo dólares que no tienen en el mercado libre, por lo cual se frenan las liquidaciones de exportaciones esperando noticias por el lado del mercado cambiario. 

En el escenario en el que sube la demanda de dinero, que sería positivo, al subir la tasa de interés, si la expectativa es que la tasa de interés va a subir y vos tenés una empresa vinculada al mercado de interno, se complica la venta de nuevo y se frenan los planes y si sos exportador y pensás que va a prevalecer el segundo escenario sin demanda de dinero y con la brecha cambiaria aplicándose vendiendo dólares que no tienen en el mercado libre, esperas para hacer exportaciones o para hacer planes para ampliar la exportaciones, de las dos formas tenés un problema para la toma de decisiones del sector privado, por esa incertidumbre que tenemos.  

Milei
Jorge Vasconcelos considera que, a diferencia del equipo económico del Gobierno, "el Presidente está entusiasmado con la idea de la dolarización".

Elizabeth Peger: Me interesaba consultarle sobre su opinión respecto de cómo ve que están funcionando las medidas que se están anunciando en el marco de lo que el Gobierno ha denominado fase dos. Fundamentalmente saber qué está observando respecto de la evolución de la actividad económica, hubo algunos datos que mejoraron durante mayo, volvieron a mostrar una caída y no vemos signos o elementos de alguna posibilidad de recuperación…

Se eliminaron algunas restricciones que venían de lejos, algunas de la época de la pandemia. Son medidas en la dirección de unificar el mercado de cambio y levantar los cepos, pero son medidas marginales dentro de ese camino. 

El Gobierno quiere mantener la expectativa de que en algún momento vamos a salir del cepo, pero no alcanza para decir que se han cumplido algunos de los pasos que hay que dar. 

Mayo y junio, en los datos que conocemos, marcaron que el piso de la recesión podría haber estado en marzo/abril, y esto tiene que ver en él con el hecho de que hay alguna recomposición en el margen del poder adquisitivo de los salarios formales de la economía, que está ajustándose a un ritmo del 7% mensual contra un inflación del 4%, y las jubilaciones y los planes sociales, que habían sido las variables de ajuste en el primer trimestre, ahora también están levemente por encima de la inflación. 

Entonces, eso está haciendo algún piso en el consumo, pero la situación es muy heterogénea. Las actividades que representan la mitad del producto interno bruto de la Argentina siguen abajo, como es el caso de la construcción, de la industria, del comercio y del turismo. Son actividades que son empleo intensivas, en construcción se está hablando de una caída el empleo formal de 110 mil puestos año contra año, industria lo mismo, comercio ni hablar y turismo también es muy empleo intensivo.

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Entonces, esa mitad del PIB, que son esos cuatro sectores, son un lastre pesado que se ha alivianado muy poco en este periodo. El PBI es un promedio de todas las actividades ponderadas por su importancia dentro de la economía. 

Ese indicador, en el segundo trimestre, podría estar levemente positivo respecto del primero, pero dentro de ese promedio seguiríamos teniendo todas estas cuestiones de heterogeneidad, con el agravante de que la heterogeneidad define para el sector que ocupa más empleo como para el que está más complicado para la salida. 

Si en este momento, las medidas que está anunciado el Gobierno, implican que la tasa de interés empiece a ser la variable de ajuste y empiece a subir, entonces estos 4 sectores van a estar más complicados para seguir al resto de los sectores que mostraron cierta recuperación. Depende del efecto de estas medidas si esta salida de la recesión se puede hacer un poco más rápida o si se puede enlentecer. 

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EP: Caputo está viajando hoy mismo a Río de Janeiro para la reunión del G20, donde espera reunirse con la titular del Fondo, ¿qué expectativa posible se puede plantear respecto de su posibilidad de un nuevo acuerdo?

Las últimas medidas van todas desafiando el recetario del Fondo Monetario. El Fondo fue muy explícito en su último informe público, diciendo que no le gustaba la idea del dólar blend y de que las reservas negativas fueran usadas para intentar controlar la brecha cambiaria. 

Claramente, tampoco, aunque eso es más cuidadoso, comunica con la idea de seguir con la tablita cambiaria del 2% mensual. El Gobierno está ratificando un recetario que está casi en las antípodas de lo que explícitamente el Fondo había dicho hace poco, por lo tanto no veo negociaciones rápidas en este escenario. 

Todos estamos pensando, aunque no hay nada concreto pero sí podemos sospechar, que el Gobierno está esperando las elecciones de Estados Unidos, confiando en que el gobierno de Trump podría ejercer influencia sobre el Fondo Monetario para una negociación distinta con plata fresca más abundante y normas menos estrictas, pero noviembre está lejos. Creo que ahí también hay una fuente de incertidumbre, cuando seguía vigente la candidatura de Biden, había sospecha de que los republicanos ganaran y recuperaran el control del Senado.

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Actualmente, el congreso en Estados Unidos está dividido, los republicanos tienen mayoría en las cámaras y los demócratas en el Senado. En ese momento, las encuestas anticipaban que Trump podría no solo ganar, sino también lograr mayorías en el Senado y conservarla en las cámaras. 

El escenario político ha cambiado, no se sabe bien quién va a ganar las elecciones, pero sí hay más chances de que los demócratas conserven el Senado. Entonces, con un congreso dividido y Trump de presidente, podría tomar algunas decisiones pero no sería tan fácil para ese gobierno tomar decisiones vinculadas con cuestiones fiscales, darle algún apoyo a Argentina sería más complicado con un congreso dividido. Nuevamente estamos en presencia de conjeturas respecto de lo que puede pasar con Estados Unidos de noviembre en adelante. 

VFT