MODO FONTEVECCHIA
LATINOAMÉRICA

Jaime Durán Barba: "Los fanáticos de la derecha quieren establecer que Lula, Sheinbaum y Maduro son lo mismo"

El asesor político sostuvo que, más allá del campo ideológico al que pertenezcan, los líderes de la región se dividen en "sensatos" y extremistas". "Más que una alternativa ideológica, hay una alternativa psicológica entre la sensatez y la chifladura", sostuvo.

Jaime Durán Barba en la Convención Anual de IAEF
Jaime Durán Barba en la Convención Anual de IAEF. | IAEF

Jaime Durán Barba prefiere un eje diferente al ideológico para categorizar a los líderes de la región, ya que considera que muchos cuya ideología es similar, en realidad se diferencian por su grado de sensatez o pragmatismo a la hora de ejercer el poder. En ese marco, sostuvo que México es un país institucional, serio y estable, con una economía pujante y una gran cultura, que se refleja en su dirigencia, mientras que Nicaragua y Venezuela se encuentran en crisis al ser gobernados por "dictadores corruptos y represivos". Además, consideró que Javier Milei se encuentra en el grupo de los extremistas desconectados de la realidad. “El problema de Milei es que está demasiado perdido en un rumbo ideológico que es muy minoritario en el mundo y no atrae inversiones”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Jaime Durán Barba es consultor, docente, académico, asesor político y hacedor de presidentes que pronto hará una serie de Netflix con su vida, que llevará ese título.

El humanismo mexicano de López Obrador

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Este fin de semana, publicaste en Perfil un artículo titulado “El humanismo mexicano de López Obrador”. En tu artículo hacés una comparación entre México y el caso de Uruguay. Me gustaría que compartieras con la audiencia una síntesis de ese humanismo mexicano y si hay detrás de eso algo hacia el futuro de Latinoamérica. Así como en su momento fue la radicalización del socialismo del siglo XXI bolivariano, ahora hay un humanismo que puede arrancar en México, Uruguay y marcar el futuro de una tendencia en la región.

Creo que hay un nivel de locura ideológica que hace que se confundan las cosas. 

Conozco bastante bien México, he recorrido, manejando un coche, buena parte del país. Conozco el país desde hace 20 años. He tratado personalmente con López Obrador y con casi todos los presidentes mexicanos que hemos tenido. México es un país institucional. Alguna vez lo hablaba con el presidente Salinas de Gortari y le decía: “tu país es tan institucional que el Partido Revolucionario se llama Partido Revolucionario Institucional”.

México es un país de una pujanza económica descomunal. En el artículo de Perfil llamaba la atención sobre que en Sudamérica tenemos una confusión, pensamos que México es un paisito más de los centroamericanos, con el debido respeto, y México es un país norteamericano enorme. Es tres veces más grande que la Argentina, con un peso económico descomunal y una cultura maravillosa. Uno va en una ciudad, en otra y encuentra conciertos, eventos, museos.

Es un país impresionantemente importante, en el que el presidente, además, tiene un discurso folclórico, por el que habla siempre a favor de las pequeñas revoluciones, de Nicaragua, Venezuela, pero no es algo que importa en realidad en el país. Yo creo que es un país muy parecido a Uruguay, donde Lacalle Pou también es un estadista serio, sereno y demás. Otra cosa es Venezuela y el ALBA.

En el ALBA se reúnen países enloquecidos. Nicaragua, que es uno de los países más corruptos y tiránicos de este momento. Un país que persigue a la Iglesia Católica, estatizó la Universidad Católica. Guiada por una señora que es bruja y trata de meter la religión de las amatistas como religión predominante en el país, y por un comandante ex guerrillero, que es una ruina. Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina después de Haití. Después de 30 años de revolución.

Venezuela es otra cosa semejante. Es una dictadura militar absurda. Su presidente es perseguido por INTERPOL por narcotráfico. Venezuela creó una serie de paísitos pequeños, que eran las antiguas guaridas de los filibusteros en el Caribe, y ahora son países que ayudan a la red de narcotráfico de los militares corruptos venezolanos para llevar droga a Estados Unidos. Esto nada tiene que ver con países institucionales como México.

Y por cierto, también como Brasil, con un presidente como Lula, que es de izquierda, pero es otra cosa. Los fanáticos de derecha quieren confundir las cosas y decir que Lula y Claudia Sheinbaum son lo mismo que Maduro y que los nicaragüenses. Eso no es así, no tienen nada que ver. Tienen una religión parecida y hablan de la revolución, pero Lula y López Obrador son estadistas de fuste, los otros son un par de dictadores militares de la vieja tradición centroamericana, parecidos a Somoza y a Trujillo. 

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Nicolás Maduro celebró el resultado de las elecciones en Venezuela
Nicolás Maduro celebró el resultado de las elecciones en Venezuela.

¿Hay un mensaje de una alternativa ideológica que López Obreador, Uruguay y Lula en Brasil puedan marcar el nacimiento de algo a partir de, en el caso de Argentina, un post Milei?

Creo que a eso habría que añadirle a Boric, que es un tipo de izquierda pero sensato.

Yo creo que más que una alternativa ideológica hay una alternativa psicológica entre la sensatez y la chifladura. Si ves todas las declaraciones de Maduro y sus actitudes, son las de una persona ignorante y desencajada.

Creo que hay una dirigencia política más sensata en la que están todos los mexicanos, desde Andrés Manuel, pasando por Claudia, por Marcelo Ebrard, están los uruguayos y personajes como Boric y Lula. Mientras que en el otro lado están personas desaforadas, que no importa si son de derecha o izquierda, porque para mí se parecen demasiado Bukele, Ortega, Maduro y Bolsonaro. Son más o menos lo mismo, son gente desquiciada por mitos ideológicos que no ven la realidad.

Veo que no lo incluis a Milei, y hace un rato construimos una ontología respecto de nacionalistas e internacionalistas, donde Milei es internacionalista pero se parece, al mismo tiempo, esteticamente a Trump que es nacionalista. Vos planteás otra ontología, donde el vector central es entre gente sensata, sean de izquierda o derecha, versus gente chiflada. ¿Colocas a Milei dentro del árbol de los chiflados?

Desgraciadamente, sí.

Yo caracterizaría a algún grupo como personas mesiánicas que creen en teorías sacadas de la realidad, sean de izquierda, de derecha o sean cualquier cosa. Y a los otros, como que ponen los pies en la tierra.

Milei, desgraciadamente, no pone los pies en la tierra y yo temo mucho el futuro de su gobierno. Él ha sido un presidente elegido democráticamente, y esa es otra variable que me parece importante. Lula, López Obrador, Claudia, Milei y Lacalle Pou han sido elegidos en elecciones democráticas limpias. Nos podrá gustar o no el resultado, pero han sido limpias.

No pasa eso con estos dictadores del Caribe que claramente la proclamación de los resultados de la elección de Venezuela es una cosa absurda. También es absurda la oposición, por cierto. Los datos que daban las encuestas de la oposición eran ridículos. En Venezuela lo que hay es una división casi a mitades de un país que está orientado por un mesiánico, loco e ignorante.

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¿Cómo sigue? ¿Cómo imaginas los escenarios futuros de Venezuela?

Es muy dramático porque no veo una salida. La discusión es absolutamente ideológica. Por un lado, por estos señores que lo que hacen es mantener un régimen militar corrupto. Tú vas al estado de Barinas y la mayor parte de las estancias de Barinas son de personas con el apellido Chávez. Es como que te fueras a La Pampa húmeda y todos los estancieros fuesen de algún apellido conocido de la política.

Pero por otro lado, la oposición también es meramente ideológica. No he visto en las actuaciones de Corina Machado o de su candidato a la presidencia algo que aluda a los intereses o problemas de la gente, que son enormes. Están siempre hablando de Chávez o no Chávez, Maduro o no Maduro. Es política, política y política.

Creo que si la oposición hubiese incluido las inquietudes de la gente, porque la gente vive muy mal en Venezuela, podría haber ganado. Pero eso está fuera de la discusión en Venezuela. Nadie habla de la gente, hablan solamente de cuestiones ideológicas.

¿Algo parecido puede padecer el antikirchnerismo? ¿Que finalmente al enemigo que se ataca es al kirchnerismo y no se plantean soluciones a la gente? 

Sí, y también con el antimileismo. Creo que el problema de Milei es que está demasiado perdido en un mundo ideológico que es muy minoritario en el mundo y no tiene fuerza para atraer la inversión de estados anarcocapitalistas porque no existe. 

Pero la oposición también está en una discusión ideológica, a veces personal, sobre la vida privada de Milei, y poco se hace por comprender la angustia enorme que viven los argentinos por la situación económica actual. Los precios son realmente de chifladura. Tengo una panadería favorita cerca de mi departamento en Buenos Aires, y cada croissant cuesta 3 dólares. Mientras que, frente de mi departamento en Quito está la panadería más fina y cara de Quito y el mismo croissant cuesta 60 centavos. No puede haber unos precios tan descomunales en Argentina con un salario mínimo vital que es la cuarta parte del ecuatoriano.

MVB FM