Jaime Durán Barba: “Galperín sería un buen candidato”Para Jaime Durán Barba, el cambio que representa Javier Milei en la política argentina se relaciona con un proceso tecnológico y mundial en el que las viejas formas de la política tradicional han quedado obsoletas. "Esa frase de 'vamos a volver', que suelen repetir los kirchneristas, no tiene sentido, los partidos que se fueron, se fueron", sostuvo. Por otra parte, se expresó en contra del proyecto de “Ficha Limpia” presentado por el PRO. “Muchos jueces son militantes políticos. Si se aprueba la Ficha Limpia, los jueces quedarían por encima de la democracia”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Jaime Durán Barba es consultor de imagen, docente, profesor político, columnista de Perfil y, por supuesto, creador de presidentes. De hecho, hay una serie que se está por lanzar el año próximo en Netflix acerca de su vida como hacedor de mandatarios. Además, había sido la persona que tuvo a cargo la administración de su país, Ecuador, durante la presidencia de Jamil Mahuad.
Hace poco dijiste que Javier Milei es el Mauricio Macri 2.0. No sé si podríamos usar, metafóricamente, el término "asesino político" para describir a Javier Milei respecto a Mauricio Macri. ¿Es el Macri 2.0, la persona que viene a sustituirlo y, al mismo tiempo, a retirarlo?
Creo que Javier Milei llevó varias ideas de la comunicación de Mauricio Macri a un punto más alto al mismo tiempo que Macri retrocedía a una comunicación antigua. La Libertad Avanza ocupó el espacio del cambio que Macri había encabezado durante diez años. Milei es un líder de una nueva generación, más joven, y expresa también la radicalización de este nuevo tipo de comunicación que se produjo como fruto de la pandemia.
Con la pandemia, la gente se encerró y estudió Internet. Después de ese fenómeno, surgieron los deliverys y un montón de cosas que agudizaron la liberación de la gente común respecto de las élites. Milei ha sabido expresar ese cambio.
Jaime, cuando hablas de comunicación me interesa señalar que los principales asesores de comunicación del gobierno de Macri, encabezados por Santiago Caputo, eran discípulos tuyos aquí en Argentina. Entonces, cuando decís que Milei adoptó las formas de comunicación que llevó adelante Cambiemos en su momento, ¿podemos decir que Milei es "culpa tuya"? ¿Que fueron tus enseñanzas a Caputo las que nos trajeron a este presidente?
Hay una crisis de la política tradicional en todo el mundo occidental. Con Santiago Nieto hemos trabajado en varios países aplicando estas nuevas formas de comunicación: en la campaña de Guillermo Lasso, en la de Daniel Noboa... Incluso en el caso de Boric.
Hay un cambio radical en la comunicación y también en cuanto al fondo de la política que los políticos antiguos no saben descifrar. Por eso, cuando surgen revoluciones como las de Milei, Boric o Lasso, la clase política antigua entra en retiro masivamente. Es difícil que se mantenga vigente si mantiene sus costumbres. Solamente pueden sobrevivir quienes se reciclan del todo, como hizo AMLO en México.
Otra de las características que se repiten en la política de estos días es la polarización. Estados Unidos es otro ejemplo. También podríamos decir que Macri fue presidente gracias al rechazo que generaba Cristina. Hoy quien sustituye en la polarización al significante “Macri” es Milei, pero Cristina Kirchner se mantiene. Es decir, el hecho de que Milei tome las ideas de Macri, al mismo tiempo simbólicamente, ¿le da vida a Cristina Kirchner?
A Cristina le pasa lo mismo que a Evo en Bolivia y a Correa en Ecuador. Son dirigentes del llamado “socialismo del siglo XXI”, que fue el intento de cambio anterior, y mantienen un 30% más o menos de piso sólido y un rechazo enorme de la mayoría de la población, de un 60%. Entonces, tanto Evo como Correa y Cristina son una garantía de triunfo para un adversario que polarice con ellos.
¿Por qué no surge ningún otro Evo, ningún otro Correa o ninguna otra Cristina? ¿A qué atribuís que ellos tengan la capacidad de “taponar” la emergencia de nuevas figuras, mientras que Macri no tuvo esa capacidad?
Aunque a ratos daría la impresión de que llevamos años con el gobierno de Milei, está recién por cumplir un año. Entonces, todavía no genera una respuesta creativa y distinta. Eso es posible que pase si Milei entra en crisis. Si eso pasa, veo muy difícil que Cristina se mantenga. Si eso ocurre, va a haber un espacio para que surja una nueva alternativa más disruptora que la de Milei. Pero no hay vuelta al pasado.
De hecho, si vemos los partidos políticos de América Latina de hace 20 años, casi todos murieron.
Para que Cristina continúe hace falta que le vaya bien a Milei. Es decir, si a Milei le fuera mal, no sería Cristina la alternativa y surgiría algo alternativo. Es decir, Milei y Cristina tienen atados sus destinos. ¿Es así?
Sí, y para seguir ella como una minoría que cuestiona a Milei. Pero ya creo que esa frase de "vamos a volver", que suelen repetir los kirchneristas, no tiene sentido, como no ha tenido sentido en ninguno de los otros países la vuelta ni del PRD, ni del Partido Social Cristiano, ni del MNR... Los partidos que se fueron, se fueron.
Alejandro Gomel: ¿En esa misma lógica se inscribe la idea de no apoyar el proyecto de Ficha Limpia? ¿A Milei le conviene que Cristina siga con posibilidades de ser candidata, o le representa un riesgo demasiado grande dejarla con esa posibilidad el año próximo?
No hay ningún riesgo. Además, no hay que olvidarse de que Cristina y el kirchnerismo ya perdieron elecciones intermedias antes. A Cristina le ganó Esteban Bullrich en Provincia de Buenos Aires en la intermedia de Macri en 2017. Y antes de eso, la lista kirchnerista más espectacular que hubo, integrada por Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa, le ganó Francisco de Narváez en 2009.
La provincia de Buenos Aires no es una propiedad tan segura para el peronismo. Yo creo que si Cristina se enfrenta a Milei en la Provincia en esta intermedia, lo más probable es que tenga una derrota clamorosa.
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AG: ¿Entonces está bien esta idea de no aprobar Ficha Limpia y dejar que Cristina sea candidata?
Supongo que se vincula a eso. Pero a ver, ahora se está discutiendo quiénes serán los nuevos jueces de la Corte, los 100 jueces que vienen a ser nombrados. En cuántos de esos 100 casos están revisando los currículums para ver quién es el jurista más probo. En ninguno.
Es un reparto político: los gobernadores ajustan un juez electoral, los intendentes otro... Todos los partidos en una feria política de jueces. Los jueces son muy políticos. Muchos son neutrales, pero bastantes son simples militantes políticos.
Por eso, lo de Ficha Limpia me tiene con cuidado, porque si los jueces fueran todos constitucionalistas y juristas que resolvieran en derecho, diría: "Está bien". Pero si son jueces políticos, como lo son en toda América Latina, lo más probable es que, si se aprueba Ficha Limpia, le armen un par de causas a alguien para dejarlo fuera de juego. Y los jueces quedarían por encima de la democracia.
Esto ya pasó en Brasil con el fiscal Moro. No es una garantía que jueces politizados tengan la capacidad de vetar candidatos.
AG: Es justo lo que dicen desde el Gobierno. Sobre todo hablaban más que nada de los gobernadores y su relación con las justicias provinciales…
Exactamente. Los gobernadores tienen control sobre los jueces federales en sus provincias. Y también está la Corte Suprema. Ahora no se está discutiendo si los candidatos a jueces son grandes juristas, sino si le conviene a un partido u otro.
Elizabeth Peger: Mencionaste que AMLO logró superar esta disyuntiva y reacomodarse políticamente a la nueva política. ¿Qué fue lo que hizo AMLO? ¿Y quién podría, en Argentina, tener la capacidad de hacer algo similar?
Hay dos casos que enfrentaron con éxito esta nueva etapa. AMLO, que de pronto se salió de su propio partido y comenzó a combatirlo, al PRD, al mismo tiempo que combatía al PAN y al PRI. Formó un movimiento anti partidos que es Morena, el Movimiento de Renovación Nacional, que además se identifica con la Virgen Morena del Tepeyac, la Guadalupana. Fue una jugada muy hábil para salir de la política para alguien que había sido político toda su vida, que apareció de pronto enfrentado a todos los partidos políticos mexicanos.
La gran equivocación de la candidata de la oposición fue convertirse en la representante de los partidos que estaban desprestigiados. En México, la mayoría de la población dice que nunca votaría por el PRI, el PAN o el PRD.
En Brasil ocurrió algo distinto. Lula da Silva, un político tradicional y uno de los presidentes más brillantes de América Latina, logró unificar a todos los partidos de Brasil, desde la derecha a la izquierda, incluido un opositor tan duro pero brillante como Fernando Henrique Cardoso. Con esa unidad, le ganó a Bolsonaro por apenas 1%.
En Argentina, si vemos las encuestas, es claro que la mayoría de la gente está en contra de los partidos tradicionales, de los políticos, de la justicia, de la policía, de los intendentes. Hay una reacción muy similar a la de Estados Unidos y otros países. Entonces, alguien que logre ser el candidato de la unificación de la oposición va a perder con seguridad. Lo que se necesita es alguien que aparezca como algo nuevo, con un tipo de comunicación distinto y con tesis innovadoras. Y con tesis distintas, porque también lo que ha hecho Milei es dinamitar algunas cosas que parecían inamovibles.
Si bien yo estaba en contra de los bloqueos en la ciudad de Buenos Aires por parte de los piqueteros, siempre me quedaba algo de mi espíritu de los años 60 y 70, y no me gustaba la idea de reprimir a los piqueteros. Milei de pronto rompió con algunos de esos mitos.
Eso también está pasando con las protestas de los grupos indígenas en Bolivia y en Perú. La gente dice: "¡Basta! Estos llevan décadas jodiendo la vida y no sirven para nada, que venga algo nuevo"
¿Ves a un Javier Milei creando un nuevo ciclo en la historia de Argentina o lo ves como un fenómeno coyuntural, un quiebre necesario que luego dará lugar a algo diferente?
Definitivamente Milei es un punto de inflexión. Después de él, la política argentina no será la misma. Está rompiendo mitos y estructuras. Pero su actitud radical, de enfrentamiento con todo el mundo, y su adhesión a algunas tesis muy anticuadas pueden traerle problemas. No necesariamente estamos ante una larga era de Milei, pero sí es claro que quien venga después no será un político tradicional.
¿Se podría decir entonces que Milei es el fin de una época y no necesariamente el inicio de otra?
Es el fin de una época. Podría ser el inicio de otra si logra liberarse de esas “telarañas reaccionarias”. El futuro viene de la innovación tecnológica. El futuro es Silicon Valley en Estados Unidos, es con la tecnología, no con la resurrección de las viejas fábricas que Trump quiere traer de vuelta al Rust Belt para que la clase obrera crezca y haya más "blue collars". No se trata de eso. Hay que repensar el futuro.
Por eso te he propuesto, a ti y al grupo Perfil, la idea de hacer un gran debate que sea un gran postgrado que sea un sitio de reflexión, donde se puedan reunir viejos políticos, nuevos políticos, antiguos presidentes e innovadores, para repensar la política latinoamericana desde sus raíces. No podemos volver al pasado. Yo, de chiquito, estaba muy contento de haber llegado en una cigüeña desde Francia, lo cual caía muy bien en mi familia aristocrática. Pero ahora, si a mi nieto le digo que vino en una cigüeña, me cree un viejo idiota. Eso ya se acabó. No hay cigüeñas, no hay visiones anticuadas de la realidad. Eso murió.
Hay que repensar la democracia en una época en que la gente no quiere ser representada ni en los sindicatos, ni en el Estado, ni en ningún lado. La gente es más individualista y tiene mucho más poder en sus manos este "alma poderosa" de la que te estoy hablando, que es el celular.
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Para hacer una síntesis y compartir con la audiencia también algunas conversaciones previas. Si en Argentina pasa algo parecido a lo que mencionabas de México, donde la mayoría de la gente no quiere votar por los partidos tradicionales, ¿cuál sería la alternativa a Milei? Intuyo, por carácter transitivo, que tendría que ser alguien que no surja de esos partidos tradicionales, independientemente de que luego pueda tener el apoyo logístico, geográfico y legislativo. ¿Cómo tendría que ser el perfil de ese nuevo político o candidato que pudiera ser una alternativa a Milei en un futuro?
Puede proceder incluso de los partidos tradicionales, como fue el caso de Lasso, pero tiene que aparecer como algo nuevo. Tiene que mantener un tipo de comunicación distinta. El Macri de los globitos fue el que tuvo éxito; el Macri que quiso convertirse en un conservador que llevaba a trabajar, se desbarrancó hasta el tercer puesto.
Es una nueva forma de hacer política. Los políticos exitosos ahora son personas que no han sido políticos, que no han tenido cargos políticos. Le pasa lo mismo a Lasso, lo mismo a Noboa, lo mismo a Boric. Algunos me dicen que no puede ser un rico, pero el caso de Daniel Noboa en Ecuador es interesante. Es el hombre más rico del país, con tres generaciones de empresarios, y no por eso deja de ser una alternativa viable.
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¿Y qué tal un candidato como Marcos Galperín, sería un candidato con posibilidades?
Yo creo que sí. Creo que es una buena opción, porque tiene algo a su favor: se identifica con la nueva etapa. Mercado Libre es un símbolo de las nuevas empresas punto com, de los unicornios, de una nueva etapa económica y empresarial.
Es más difícil un empresario textil que quiera mantener las protecciones y conservar una industria textil vieja. Las industrias viejas se están yendo al diablo. En el último artículo que escribí en Perfil, aludía a un libro apasionante sobre Alemania, que un país tan ordenado como ese está quebrando porque no supo innovarse. El tema de la innovación es central. Por eso, en la conversación que he tenido contigo, creo que hay que incluir un curso para futuros presidentes, con mucha información sobre la innovación tecnológica en China, cómo es la educación en Japón. Hay que tener los ojos en el futuro, no en el pasado. No es bueno cantar la marcha peronista, es bueno inventar una nueva marcha.
Como lo que dijo Kicillof ¿Le ves posibilidades?
Sus ideas son bien de derecha. Ser marxista a esta altura de la vida es casi como ser de la derecha, casi como el Opus Dei. El liberalismo es lo nuevo. Hay que pensar en una sociedad liberal. Ahora, liberal no significa reprimir el sexo ni la libertad, etcétera. Liberal significa liberal.
FM