Industria lechera en crisis: una empresa busca reducir la jornada laboral para evitar despidos
Se trataría de una medida transitoria para garantizar la estabilidad laboral a los operarios en medio de la crisis financiera que atraviesa la industria láctea. La reducción sería a 15 días mensuales.
La situación crítica para muchos sectores productivos del país sigue profundizándose y buscando las opciones posibles para resistir ante un panorama por demás complejo, y por el momento, no da señales de recuperación concreta. Pareciera todavía falta un largo camino que atravesar haciendo frente a una productividad golpeada, con consumo que sigue en caída y el temor a la pérdida del empleo en gran parte de los argentinos asalariados.
En ese contexto, la compañía láctea ARSA intenta evitar despidos masivos en su plantel de trabajadores. En ese sentido, presentó una propuesta concreta que apunta a lograr una reducción de costos, a la vez que haga posible mantener la estabilidad de los empleados en sus puestos de trabajo.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La presentación fue realizada tras un encuentro este martes en la Secretaría de Trabajo con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), donde se analizaron las distintas posibilidades para mantener la fuente de trabajo a los operarios. De modo que, en medio de un cuadro de profunda crisis financiera y operativa, la empresa láctea plantea como posible salida que de algo de respiro, la implementación de una jornada laboral reducida a la mitad de la habitual legal.
En este marco, se está trabajando en la evaluación de posibles medidas de aplicación transitoria para garantizar la estabilidad laboral. Concretamente, con esta reducción de jornada de trabajo los operarios podrían conservar sus empleos, mientras la empresa intenta reacomodar su crítica situación, en un contexto de desplome generalizado en la productividad, caída marcada en el consumo y un muy duro pronóstico para la economía del país.
En efecto, en la reunión ARSA presentó formalmente una propuesta para que los 500 operarios que integran su plantel de trabajadores, transitoriamente cumplan una jornada laboral mensual de 15 días. Por ende, sería ésta una medida orientada a amortiguar un impacto negativo que implicaría mayores daños a los trabajadores. Precisamente, se enmarca “en un intento por ajustar los costos laborales ante la difícil situación financiera” que atraviesa la empresa como tantos otros sectores productivos, y poder mantener al personal sin llegar al anuncio de despidos.
La reducción de la jornada laboral se debe a la necesidad de la empresa de reacomodar su crítica situación, en un contexto de desplome en la productividad y en el consumo
Recorte de salarios
En ese sentido, ante las autoridades del trabajo, representantes sindicales de ATILRA y directivos de ARSA, con asesoramiento legal, comenzaron las conversaciones para llegar a un consenso que preserve la continuidad operativa de la empresa, a la vez que la estabilidad laboral de sus empleados.
Asimismo, el cronograma de turnos rotativos con reducción de jornada mantendría la operatividad de la planta en un 50%, lo que redundaría en el beneficio de una baja en los costos operativos para la empresa, mientras sortea la delicada crisis financiera. Por su parte, los trabajadores podrían conservar su fuente de trabajo, pero tendrían que aceptar y dar conformidad a una reducción salarial. Este recorte en los haberes mensuales se aplicaría en paralelo a un pago de un monto de $100 mil, en concepto de “compensación” por los días que no podría concurrir a la planta a prestar tareas.
Puntualmente, dentro de la misma propuesta de la empresa lechera en concurso preventivo, se prevé el pago en cuotas del 85% de los haberes de mayo 2024 y la cancelación de la primera cuota del aguinaldo. Estos pagos, siempre contemplando un escenario económico de incertidumbre y de acuerdo a la capacidad financiera y de liquidez en la situación de la empresa, mientras trabaja en recuperar la estabilidad, para la organización y los trabajadores.
El recrudecimiento de la crisis
La empresa ARSA es una cooperativa que dedica su actividad a la producción de yogures, flanes y postres en sus plantas ubicadas en Monte Cristo, Córdoba y Arenaza, todas en la provincia de Buenos Aires. La situación de los sectores productivos, y en lo particular el de la industria lechera es muy complejo desde los últimos años, pero particularmente desde mayo último el conflicto laboral escaló en gravedad desde que la empresa interrumpió el pago de los salarios a todo el personal en las fábricas de Córdoba y Arenaza, en partido bonaerense de Lincoln.
Para agravar un poco más el cuadro, desde julio, muchos trabajadores que se encontraban realizando medidas de fuerza y sin asistir a sus puestos de trabajo, retornaron a la actividad pero sin dejar de insistir en los firmes reclamos salariales. En paralelo, desde la agrupación sindical que nuclea a los trabajadores del sector, comenzaron con medidas de bloqueo y paralización ante la falta de pago de salarios. Sin embargo, pese a persistir las tensiones decidieron bajar el nivel de conflictividad en un intento de llegar a un acuerdo beneficioso para todas las partes.
En este marco, la empresa que atraviesa un procedimiento concursal y sin capacidad financiera para mantener en sus puestos a la totalidad de su plantel de operarios, presentó la propuesta como posible inicio de solución.
“Flexibilizar” el reclamo
Es así como en esa coyuntura, los trabajadores que permanecieron en actividad mientras se prolongó el conflicto, recibieron en algunos casos hasta el 75% de sus haberes. La cooperativa láctea en concurso preventivo pagó en este marco salarios a los trabajadores mientras intenta una reconducción de la situación de crisis. Con una merma notoria en la producción y las ventas ARSA propone un inicio de solución.
De hecho, la compañía reportó una fuerte caída en las ventas, que tan solo llegan al 30% de los objetivos empresariales proyectados. “Somos más de 500 personas comprometidas en marcar la diferencia” dice la empresa en su página web oficial. Ciertamente, en la actualidad de la totalidad de trabajadores, cerca de 140 Actualmente, de los 500 empleados, aproximadamente 140 están empleadas en las líneas de producción.
No obstante, ante la incapacidad de mantener activa a la totalidad de los operarios, la empresa propone un cronograma rotativo de turnos con suspensiones provisorias, como medida menos perjudicial que los despidos. Con la finalidad de preservar las fuentes de trabajo presenta la propuesta a la espera de la aprobación de la representación sindical de los trabajadores.
Al paro por la deuda de Sancor
En paralelo y tal como se anticipó el viernes de la semana pasada, ante los incumplimientos sostenidos por la compañía láctea SanCor, la asociación sindical Atilra, anunció formalmente a las autoridades del trabajo que este viernes 19 de julio, se realizará un paro nacional de 4 horas por turnos en todas las empresas del sector.
