"Lo primero que hay que decir es que es una salida de algunas de las restricciones cambiarias, pero se sostienen varias restricciones cambiarias importantes", señaló Hernán Letcher en relación a la reciente salida del cepo. Además, reflexionó sobre el impacto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, advirtiendo que, a pesar de las promesas de estabilización, "es difícil imaginar que a la gente de a pie le vaya bien". "Te pueden ordenar la macro si todo sale bien, tal vez. Es lo máximo a lo que se puede aspirar. ¿Esto qué significa? Bueno, que quizás ordeno el frente cambiario, el fiscal y el monetario a costa del hambre de los argentinos", explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Hernán Letcher es magíster en Economía Política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Hacenos un balance de estos primeros días de la parcial salida del CEPO y de los efectos que podría generar sobre el mercado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Ayer fue un día con mucha atención, o ansiedad, quizás vinculado al hecho concreto de lo que se llama unificación cambiaria. No hablo de eliminación del CEPO, porque lo primero que hay que decir es que es una salida de algunas de las restricciones cambiarias, pero se sostienen varias restricciones cambiarias importantes. Que tienen que ver con algo que había dicho en algún momento Milei respecto de cuándo iba a levantar el cepo, que evidentemente no se cumplió. Milei, cuando establecía los criterios para levantar el CEPO, hablaba de controlar el stock de pesos. Bueno, estrictamente lo que hizo fue: dos regulaciones cambiarias muy importantes las mantuvo, que son lo que se llama restricción cruzada y lo que tiene que ver con el giro de dividendos, que básicamente las pateó para adelante. Esto es muy importante, porque si esas regulaciones no se hubiesen mantenido, el escenario probablemente hubiese sido otro. Yo discutí con algunos colegas que sostenían que el día de ayer el dólar iba a llegar a la banda superior. Esto no iba a suceder porque, básicamente, no había una salida del CEPO completa.
La segunda cuestión es que, aquellos que decíamos que el nivel de apreciación era insostenible —y el presidente se enojaba— teníamos razón, desde distintas posiciones del espectro ideológico. Yo no he estado en coincidencia con Cavallo creo que nunca en mi vida, pero en el aspecto de la cuenta corriente que veníamos sosteniendo, la realidad se veía a todas luces. Y finalmente el gobierno tuvo que conceder que nosotros teníamos razón. Después, en su discurso sostuvo que eran muy audaces porque hacían esto en un año electoral. Yo disiento, además, en la audacia de acompañar las políticas del Fondo. Pero la realidad es que era insostenible. Efectivamente no se podía aguantar, que era el objetivo primogénito del gobierno hasta octubre con este saldo de cuenta corriente que todo el tiempo tenías que compensar. En ese sentido hay un dato muy importante. Nosotros ayer revisábamos la evolución del tipo de cambio real multilateral, que es la evolución del tipo de cambio ponderado por la relación comercial con tus socios principales. Volvimos a niveles de finales de junio del año pasado.
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¿Qué significa esto? En ese momento al gobierno se le presentó una encrucijada, que era: intento seguir bajando la inflación, continuando por la senda de la apreciación del tipo de cambio con los efectos que tenía en materia de cuenta corriente, del sector industrial y demás… pero bueno, intento bajar la inflación, o acompaño con el tipo de cambio a la inflación y se me cae el discurso de que hay recuperación —entre otras cosas, por ejemplo, del salario—. Optó por la primera de las opciones. El tema es que finalmente se le hizo insostenible y volvió a foja cero. El problema es que en el medio se gastó 8.000 millones de dólares. Con lo cual, yo me pregunto: ¿para qué hicieron esto?
Y obviamente el tercer eje central de lo que sucedió en el día de ayer —que uno, en parte, es especulación de lo que va a pasar, pero el comportamiento de los agentes económicos en el día de ayer da cuenta de esto, incluso durante el mes, de lo que va del mes de abril— es el efecto que tiene en materia inflacionaria. Porque yo creo que en el debate público, hasta ahora, si hablábamos hace dos semanas íbamos a hablar exclusivamente de apreciación cambiaria. Y creo que si hablamos la semana que viene, vamos a hablar casi exclusivamente en materia de inflación. Porque se destapó la olla. Hace 10 días atrás yo recuerdo que discutíamos el dato de pobreza y algunos decíamos que, así como el dólar estaba artificialmente sostenido, el dato de pobreza o de recuperación salarial, era también artificial. Bueno, se destapó un poquitito la olla, porque ni siquiera se levantó toda la tapa, y lo que vos ves hoy es que, si se midiera la pobreza hoy, mañana, pasado, la semana que viene —no se mide así, se mide semestral— pero si se midiera, efectivamente el salto de pobreza por ingreso mostraría una realidad muy distinta que la que discutimos la semana pasada.
¿Qué imaginás vos que va a ser el pass-through? O sea, ¿imaginás que va a haber un trimestre con inflación alrededor del 4%, o sea 5, 4, 3, 2, o imaginás que parece que se ameseta en algo superior al tres y no baja de eso?
Es una muy buena pregunta. Hoy tuvimos un debate con algunos compañeros de CEPA porque yo, primero, creo que va a haber un salto del orden de entre el 4 y 5 para el mes de abril. La pregunta es si ahí la curva es descendente. Y acá se abren varios escenarios. Yo planteo al menos dos dimensiones que me parecen que hay que considerarlas. Primero, el efecto de la volatilidad que puede tener el tipo de cambio en un escenario internacional bastante complicado. Con lo cual, pienso en una persona que tiene que fijar precio: si el dólar sube a 1250, probablemente ponga los precios ahí. Si después baja, no creo que los baje. Si después vuelve a subir, probablemente remarque de nuevo. Con lo cual, en la dinámica del precio en la Argentina es bastante probable que las fluctuaciones del tipo de cambio —aunque después en promedio se mantengan en un nivel cercano a 1000— puedan tener efectos significativos.
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La otra, que era lo que discutíamos hoy a la mañana: si la inflación es 5 y 4, supongamos, en los próximos dos meses, y yo me como todo el efecto de la devaluación —porque el salto devaluatorio ahora es más o menos del 10%— con lo cual, con estas dos inflaciones me comí el efecto. El sector agropecuario sigue liquidando igual, y si no liquida, no me tiende a subir el tipo de cambio. Y si tiende a subirme el tipo de cambio, ¿no vuelvo a tener una inflación tal vez del 3%? Bueno, me da la impresión de que es un escenario donde, para el gobierno, puede haber serias dificultades en contener la evolución de precios, incluso con la demanda muy caída como la que tenés hoy.
No puedo no decir todo esto y pensar en paralelo la evolución de los salarios, porque en definitiva es lo que me preocupa. Y el problema es que vos tenés varios gremios que ya han discutido su paritaria para abril y para mayo. De hecho, el sector público, discutió 13 para los tres meses: marzo, abril y mayo. Suma, o llega a orillar el 4%. Si la inflación es, bastante moderada —supongamos 4 y 4 más el 3,7— me da arriba de 12. Pierden entre 7 y 8 puntos de poder adquisitivo solo en tres meses, o en mes y medio, para ser preciso. Me preocupa seriamente este escenario.
¿Cómo imaginás que eso repercutiría en las elecciones? ¿Cómo imaginás que se llega a octubre? Si había muchos economistas que pronosticaban esto para noviembre —es decir, después de las elecciones—. Recuerdo que Orlando Ferreres pronosticaba una inflación decreciente, con un salto —creo que era del 8%, 7%— para noviembre, porque imaginaba que en noviembre se producía esto que se produjo ahora en abril. El anticipo de esto, previo a las elecciones, ¿cómo, a tu juicio, va a afectar en las elecciones? ¿Creés que La Libertad Avanza corre el riesgo de ser tercera en todos lados?
Tres cuestiones. Primero, ayer entrevistamos, de hecho, a Ferreres, y yo le pregunté sobre una cuestión que a mí me preocupaba, y que él coincidía, que era la siguiente… arranco por el final: ojo después de las elecciones, porque es bastante probable que, en el marco del acuerdo con el Fondo —que le pide desregulación, entre otras cosas, de energía, salud, y demás, transporte—, probablemente tengas un salto de los regulados después de las elecciones. Con lo cual, vas a tener un rebote inflacionario, con independencia de todo lo que pase de acá a las elecciones.
Volviendo a la pregunta entonces original: ¿de acá a octubre qué pasa? Bueno, yo creo que la estrategia del gobierno, cuando se vio en esta encrucijada, dijo: “Hagamos lo antes posible los cambios para que logremos que haya un salto de la inflación, pero la curva sea descendente de cara al proceso electoral”.
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Acá vuelvo a la pregunta que me hacías anteriormente. A mí me da la impresión de que la inflación se les puede sostener en un nivel del orden del 3%. Y si eso efectivamente es así, el escenario electoral sería bastante más adverso para La Libertad Avanza en octubre. De mínima, ya lo que pasó en marzo y lo que va a pasar en abril y mayo rompe el argumento principal de La Libertad Avanza de cara a la sociedad, que era la recuperación del salario y la baja de la pobreza, como decía hace un ratito. Con lo cual, ese argumento está perimido.
La Libertad Avanza puede modificarlo y decir: “Bueno, salí parcialmente del CEPO, vos podés comprar dólares. Es cierto que saltó la inflación, pero yo te prometo que te la voy a volver a bajar”. Pero ya no es el mismo discurso, y ya no es el mismo relato. Ha cambiado sustancialmente. Yo creo que en el momento en el que se encuentra el gobierno, esto es un problema serio, porque no lo encuentra en su momento de mayor fortaleza. Lo encuentra en un momento donde da la sensación de que buena parte de la sociedad entiende que las cosas no están funcionando bien. Y este escenario —no estoy hablando de una inflación del 10% en un mes, una inflación de 4 y 4— creo que es un problema serio para sostener este relato.
Elizabeth Peger: En este contexto, con una inflación acelerándose, con caída del poder de compra de los salarios… ¿qué pasa con la recuperación económica?
Es interesante analizar eso. Yo me tomé el trabajo de hacer una cosa medio especial en el análisis del memorándum, del documento publicado por el Fondo Monetario. Son 140 páginas y dije: “Quiero buscar algo que tenga que ver con la economía real y con el trabajo”. Entonces busqué dos palabras: “trabajo” e “industria”. El resultado no fue positivo. En el sentido de que “trabajo” aparece cuatro veces, de las cuales tres tienen que ver con el uso de la palabra desvinculada al trabajo de la gente. Porque dice: “Felicitamos el trabajo del staff”, o “hay que hacer más trabajo para contraer la inflación”. Es decir, está usada con otra connotación. Y la única vez que utiliza “trabajo” en la lógica del trabajo de las personas, dice: “Hay que regular el mercado de trabajo”. Es difícil imaginar que al trabajo le vaya bien en el marco de este acuerdo. Después busqué “industria”. Me pasó algo parecido. Lo menciona diez veces, pero básicamente menciona cuatro veces “agroindustria”, dos “industria fintech”, dos “industria aérea”, y las dos restantes son para desregular la industria.
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Los sectores que en la Argentina generan mayores puestos de trabajo, y en general tienen mejores salarios, son los industriales. Tampoco es de imaginar que les vaya bien. Y como agravante, Milei, en el acuerdo con el Fondo, promete un mayor ajuste no solo para este año, sino para el año próximo, solo a los fines de pagar los intereses de deuda. Es decir, todo lo que hagas de ajuste —que es casi un punto un punto del PBI— lo vas a dedicar a intereses de deuda. Lo que estoy diciendo es: olvídense que en el marco del acuerdo con el Fondo a la gente de a pie le vaya bien. Es imposible que eso suceda. Con ese acuerdo, a los argentinos no les puede ir bien. Te pueden ordenar la macro si todo sale bien, tal vez. Es lo máximo a lo que se puede aspirar. ¿Esto qué significa? Bueno, que quizás ordeno el frente cambiario, el fiscal y el monetario a costa del hambre de los argentinos. No hay otra salida cuando uno analiza y lee las 140 páginas del Fondo.
Hablanos un poco de la provincia de Buenos Aires. Como decíamos al principio, por San Martín, vos fuiste candidato. ¿Cómo imaginás que se va a producir el desdoblamiento de las elecciones? ¿Cómo imaginás que se va a resolver la diferencia que existe entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof? ¿Y cómo imaginás si realmente, después de estas peleas entre Macri y Milei, va a haber una lista por separado de La Libertad Avanza del PRO, aunque algunas personas del PRO se integren a La Libertad Avanza? Hacemos una especie de balance de cómo imaginar los dos escenarios electorales: el de septiembre y el de octubre, en la provincia de Buenos Aires.
Hace unos días, una encuesta de Raúl Timerman mencionaba cómo veía la situación económica individual cada persona, y recuerdo que en el conurbano bonaerense el 70% decía que era “mala” y “muy mala”. Y todo esto fue hace unos diez días atrás. O sea, antes de lo que estamos viviendo en materia inflacionaria, probablemente, en los próximos dos meses. Así que me da la impresión de que vamos a un escenario donde, en la provincia de Buenos Aires, La Libertad Avanza, incluso aunque vaya acompañada del PRO, no creo que pueda tener un desempeño superlativo. En lo que respecta al desdoblamiento y demás, recién vos mencionabas que yo fui concejal dos veces. En la primera oportunidad que era concejal, que había ganado Macri la presidencia, nosotros, con un grupo de concejales de reacción peronista, votamos una ordenanza fiscal para reducir las alícuotas y demás, de lo que tenía que ver con seguridad e higiene para las pymes de San Martín, que es un distrito esencialmente industrial, pyme. Bueno, era necesario, porque tenía como una especie de tormenta perfecta: aumento de las tarifas, caída de ventas, y demás, la apertura importadora... Ahora, la decisión que nosotros tomamos fue cosmética, fue correcta, pero no resolvió que las pymes no cerraran. Cerraron igual.