El diputado del PRO, Gerardo Milman, se refirió al atentado contra la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y consideró que se trató de un montaje armado por sectores del gobierno de Alberto Fernández. “Hay algunos integrantes de la Policía Federal que, como mínimo, actuaron negligentemente”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Gerardo Milman es diputado nacional del PRO, electo en 2021, y había sido electo también antes, en 2009 a 2013. Vicepresidente del bloque PRO en la Cámara Baja. Comenzó en la política en la Unión Cívica Radical, luego fue parte del GEN, el partido de Margarita Stolbizer. Fue secretario de Seguridad Interior de la Nación entre 2016 y 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri, y director de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, en representación de la oposición.
Este sábado se publicó una entrevista en donde usted dijo: “Pronto va a salir a la luz quién le puso la pistola en la mano a Sabag Montiel”, en referencia a las acusaciones que lo vincularon con el intento de asesinato por entonces a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Me gustaría, si usted puede compartir con nuestra audiencia y ampliar qué significan estas afirmaciones.
En los últimos días, la jueza natural de la causa, la doctora Capuchetti, que durante dos años y medio tuvo delegada en el fiscal Rívolo, que llevó adelante investigaciones muy importantes y que muestran el invento sobre la involucración que se me intentó hacer, digamos… porque toda la investigación respecto a mi persona fue supuestamente por una frase que yo dije en un bar en las inmediaciones del Congreso.
Esa frase, justamente, era: “Cuando la maten voy a estar camino a la costa”.
Bueno, en esa mesa donde estaba este señor sentado, que no era un señor independiente, sino que era un empleado de un diputado de La Cámpora, yo no estoy ni denunciado en esta causa. Solo este testigo se presentó en la causa varios días después y dijo que había escuchado esta frase.
En esa mesa estaba el cuñado de este señor, Jorge Abello, que fue citado como testigo en la misma mesa. Y le preguntaron al cuñado de este señor si había escuchado la frase que este señor pronunció que yo había dicho, y atestiguó que no.
En la mesa contigua había un diputado del entonces Frente de Todos, el diputado por Tucumán, Leito. También fue citado, prestó declaración testimonial, y se le consultó lo mismo. Dijo que no, que no lo escuchó.
Las dos personas que estaban conmigo fueron también citadas a declarar, y en más de una oportunidad dijeron que no solo no se dijo la frase, sino que ni siquiera se habló de un tema vinculado a la ex vicepresidenta.
De manera tal que yo tuve que denunciarlo por falso testimonio a este señor. Eso recayó en el juzgado del doctor Ercolini, que subrogaba ese juzgado. Lo subroga el doctor Casanello, que lo allana a este señor, le secuestró el teléfono, abrieron su teléfono, porque él había presentado en la causa una captura de pantalla de su supuesto WhatsApp, donde le informaba al diputado Cleri que en ese entonces era su inmediato patrocinador, que había escuchado esta frase.
Y cuando yo reviso la causa y veo la captura de pantalla, me doy cuenta que esta captura de pantalla no coincide con el número del señor Abello. O sea que la captura de pantalla no era del celular del testigo que había dicho eso.
No solo eso, sino que el doctor comprueba que cuando le saca el celular, el mensaje en su celular no está.
Con lo cual, en sede judicial, y está en el escrito, no tengo información privilegiada, digamos, con leer la causa solamente, surge que la aseveración por parte del testigo Abello no está corroborada en la causa.
No solo eso: cuando ocurrió el episodio de la vicepresidenta, yo me encontraba en la Ciudad de Buenos Aires. No me encontraba en la costa. Y no solo eso. Si yo soy el autor intelectual del intento de homicidio de la señora Fernández… convengamos que estar a 400 km, estar en Tokio, en París o en cualquier parte del mundo, no me excusa de nada.
Si soy el autor intelectual, no el material, que están siendo juzgados en juicio oral y probablemente tendrán una resolución judicial en breve, yo sigo siendo el autor intelectual independientemente de los 400 km. Por lo tanto, que me haya ido a la costa, cosa que está demostrado porque la jueza geolocalizó mi celular y el fiscal también, el primero de septiembre de aquel año, mi celular está en la Ciudad de Buenos Aires.
No está en la costa. Pero aunque estuviera en la costa, no me excusaría de ser el autor intelectual. Es un argumento absolutamente fútil, ridículo… como creer que si uno se corre unos metros deja de ocupar un rol en un hecho tan grave.
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Gerardo, eso en cuanto a usted. De hecho, usted dijo textualmente: "Me inventaron esta causa y me comí una curva a 1.200 km/h." Entonces, lo que usted está planteando es que va a haber un vuelco respecto de lo que tiene que ver con la falsa acusación que usted dice que le hicieron.
Ahora, usted también dice que se va a conocer quién le puso el arma en la mano. Me gustaría que avanzara también y compartiera con nuestra audiencia ese otro punto, que me parece todavía más relevante.
Bueno, sí. Yo creo que no quisieron atentar contra la vida, sino que fue una simulación. Es una opinión que lo va a demostrar la causa cuando la jueza pueda llegar a las conclusiones, no porque yo tenga información privilegiada, sino que son las conclusiones de leer la causa. Cuando uno traza una línea de tiempo cronológica, yo no tengo intenciones de spoilear a la jueza que ha retomado la investigación dos años después. Pero quiero que en definitiva lo resuelva la justicia, que es lo que importa.
Ok. Pero su conjetura, Gerardo… cuando usted dice “pronto se va a saber”, ¿cuál es la suya? Independientemente de que hay que esperar que la jueza avance y solidifique la tesis que tenga. Pero en el caso suyo. Usted me dice: “Yo creo que fue algo hecho a propósito para que no sucediera.” Me gustaría que nos contara, compartiera su conjetura.
Mi conjetura es exactamente que fue una simulación. Y que la jueza va a encontrar a los autores intelectuales. Los autores materiales, por suerte, están detenidos, están siendo juzgados, están a derecho, y la justicia determinará las responsabilidades. No todos han tenido el mismo rol, y la justicia determinará las responsabilidades.
Y quienes pergeñaron el hecho van a ser descubiertos por la justicia, por el viraje que le ha dado la jueza Capuchetti a la causa, y que probablemente tenga que soportar algunas intimidaciones y algunas medidas en el proceso que intenten correrla de la causa.
Me estoy imaginando que quienes se inventaron esta historia van a intentar hacer eso. Me parece que, al final del camino, se va a demostrar que quienes llevaron adelante esta operación política a varias puntas van a encontrar su respuesta judicial, que es lo sano.
Yo insisto, Jorge: yo tengo mi percepción, no tengo información privilegiada ni cuestiones secretas, sino de leer la causa. Cuando uno lee la causa, las coincidencias respecto a quiénes son los que actuaron, al menos negligentemente, para que ocurriera este episodio, son harto evidentes.
Entonces, yo entiendo que el común de la ciudadanía no se puede llevar el trabajo de leer miles y miles de fojas, a veces ni los propios abogados lo hacen, porque los abogados, generalmente, cuando uno no tiene un estudio completo, como tiene, por ejemplo, la vicepresidenta. Ella tiene más abogados que el procurador del Tesoro, que es el jefe de los abogados del Estado, digamos. En cada causa tiene otro abogado.
Pero le doy algo que publicó en su propio diario, Jorge, en su momento: un tweet de uno de los tantos abogados que tiene la señora Fernández, que es el doctor Gregorio Dalbón. El diario Perfil, en aquellos días, publicó un tweet que a las dos horas el doctor Gregorio Dalbón borró.
Y el tweet decía más o menos lo siguiente, voy a ser lo más textual posible: “En el único que confío es en el comisario general Diego Carbone.” Diego Carbone, el comisario Carbone, es el jefe histórico de la custodia de la señora Fernández. “Cuando @CFKArgentina lo determine, vamos a poner a disposición de la justicia a los autores materiales, intelectuales y financieros o económicos, no recuerdo bien qué término usa”
Renglón seguido dice: “Mi intuición me dice que esto es fuego propio”. Publicado por Perfil. A las dos horas lo borró. ¿Cuántas veces cree usted que la justicia llamó a prestar testimonio al doctor Dalbón en dos años y medio?
La verdad que desconozco, Gerardo.
Ninguna. Alguien que dijo que sabía quiénes eran, que intuía quiénes eran, que decía que era fuego propio, que iba a poner a disposición de la justicia, que era abogado de la víctima… no fue citado a declarar ni una sola vez. Y se cayó la boca sobre este tema. Borró su tweet.
Alejandro Gomel (AG): Es decir, ¿la conjetura suya es que fue alguien del propio partido, o del propio… en ese momento quien estaba en el gobierno, que era Alberto Fernández, quien atentó contra la vida de la ex vicepresidenta? ¿Alguien del peronismo? ¿Alguien del gobierno, del Ejecutivo de ese momento?
Yo no tengo una conjetura, casi tengo una convicción. Digo “casi” porque otorgo el beneficio de la duda y creo en la justicia, en los procesos judiciales, en los derechos a defensa, como lo tengo yo, porque yo me presenté espontáneamente en esta causa, una vez la justicia me negó la posibilidad de participar. Cuando la querella solicitó mi teléfono, la jueza denegó esta posibilidad.
La justicia apeló a la Cámara Federal. La Cámara Federal, en fallo dividido, concedió esto a la querella.
Inmediatamente, al día siguiente, entregué mi teléfono a la justicia. Y ahí la jueza entendió que yo tenía… que, si bien no estoy ni imputado en la causa, yo me volví a presentar y tenía derecho a ejercer mi defensa y a tener conocimiento de la causa.
Pero la verdad es que entonces pude leer la causa, que si no, de otra manera, no lo podría haber hecho.
Mi conjetura es que no la quisieron matar. Primero ya lo había mencionado: no fue un intento de homicidio. Fue otra cosa. Que ya se sabrá en la justicia. Insisto, no es mi vocación adelantarme a la investigación judicial. Porque, más allá de lo que diga la justicia...
AG: ¿Qué es esa otra cosa para usted? En lo que usted pudo estudiar del tema.
Mi opinión puede ser subjetiva, la opinión objetiva termina siendo la de la justicia. La jueza ha reorientado la investigación, y el Ministerio de Seguridad de la Nación ha abierto la investigación sobre el accionar de algunos integrantes de la Policía Federal que, como mínimo, actuaron negligentemente.
No me refiero a la Policía Federal en su conjunto, porque la Policía Federal es una institución argentina, centenaria, que trabaja en contra del delito organizado, la trata de personas, en cuestiones muy importantes para la ciudadanía.
Y yo creo que, si uno tira de la piola, como en la investigación de todos los delitos, donde usted puede empezar por la cabeza del delito o por el eslabón más débil, uno puede recorrer el camino de una manera y de la inversa.
Entonces, cuando uno tira de la piola desde la hormiga, puede encontrar el hormiguero. Y creo que eso es lo que va a ocurrir. La justicia va a encontrar el hormiguero, que estaba dentro del propio seno del entonces gobierno.
MC